Se supone que la Procuraduría debe guardar una sana distancia del Ejecutivo; pero aquí su sumisión es lamentable. ¿Qué decir del encargado de la política interna?… indigno
Afloró el viejo estilo tricolor en un Mariano dispuesto a hacer añicos la caja de cristal mediante la cual, prometió nitidez en su administración.
¿Desconfianza de la gente en un sistema que da muestras de involucramiento con los criminales?
Pues hay que pintar del color del cinismo esa creencia popular.
Y al contrario, bombardear con frases tan célebres a estas alturas, como decir que seguimos siendo el estado más seguro pese a los secuestros exprés y al aparatoso despido del Coordinador de Seguridad Pública, Orlando May, y a la supuesta tortura mediante la cual el Lobo se inculpó.
Mariano ofreció sepultar los excesos del orticismo con una fresca legitimidad que lo apuntalaba como el estadista aguardado por tricolores, amarillos y azules, en un estado en el cual unos meses cobró vigencia la frase: “ahora sí hay gobernador”.
No fue largo ese gusto. Entre golpizas a grupos inconformes, como los policías y las personas de la tercera edad y el surgimiento de un poder más al seno del mismo ejecutivo –Junior, claro- Tlaxcala se enrareció.
Por ejemplo, el Palacio Legislativo fue violado por Orlando May y al fuero de media docena de diputados lo pasó por su arco del triunfo.
Nunca fuimos ajenos al gobierno federal. Consciente del desbocado ejecutivo en el estado pequeño que es Tlaxcala, el presidente Peña Nieto gozaría en sendas giras, las sonoras rechiflas al criador de reses.
Pero esos estilos en el quehacer político no mermaron. Y la irrupción del joven y apuesto Ejecutivo Federal, decayó en un dejar hacer a todos los políticos su voluntad y su lucha por salir de pobres.
Engatusó a la oposición, la hizo participar en el Pacto por México, y hoy no da tregua para exterminarla, y para eso se vale de los añosos y grotescos mazos de nombre Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa.
Esas batallas lo distrajeron
Y dejó de venir a estados como el nuestro.
Nos convulsionaron magnicidios, escandalosos actos de corrupción como la desaparición de 16 mil toneladas de fertilizante, equivalentes a cuatro canchas de futbol repletas de tráileres cargados con sacos de ese químico, así como la plena vigencia de la impunidad en persona de aquel pseudo poder paralelo de lazos familiares y notable gusto por lo chueco.
Vino lo peor. Policías de élite, entrenados y equipados por el gobierno, quedaron al mando de un desalmado secuestrador.
¿Y el alto mando no lo sabía?, ¿Siempre lo supo pero se desentendió?
Todas esas dudas tienen que ser aclaradas a cabalidad por los titulares de la Procuraduría y de la Segob.
Hoy, el Legislativo ha sido pulcro para cumplir con el protocolo.
Y el mutismo del ejecutivo es lo que hasta hoy tienen por respuesta.
Si por él fuera, regresan al sistema de las dádivas y las componendas.
Hacemos votos porque ello no ocurra.
Que dé la cara. Que envíe a sus subordinados a explicar a los representantes del Pueblo, lo que han hecho con él.
Se necesita una voluntad férrea. A prueba de cañonazos con hartos ceros.
Esto se pone interesante.
Dejar plantados a los diputados
De qué privilegios gozará el señor Crispín Corona Gutiérrez, para evadir la convocatoria de la Asamblea –de la cual es empleado- argumentando que no hay temas de trascendencia para sentarse a la mesa con el nuevo gobierno del Congreso.
Aunque le falte poco tiempo para dejar la responsabilidad, no tiene derecho de pasar por alto las órdenes dadas por sus jefes los diputados.
Es tiempo de abrir el beliz de los negocios. ¿Qué ha pasado con las 26 supuestas denuncias penales en contra de alcaldes incumplidos?, ¿Se trató solamente de un aviso para apanicar a esos entes incumplidos, pero con poder para llenar los bolsillos de esta rara versión de extorsionadores?
Si Crispín ya se va, lo menos que debe hacer es dejar la casa escombrada.
Flores Leal, marcha atrás
Al ver que este no es momento propicio para contender en la constitucional, Rubén Flores Leal, decidió ya no buscar más la candidatura del PRD por el segundo distrito electoral federal.
Quedan en la lucha el ex rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, Víctor Job Paredes Cuahquentzi y el diputado local Santiago Sesín Maldonado.
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