Se trata de una crispación con maña… hacerse el nervioso… el loco… pero la estrategia para saquear al estado, esa no ha descansado ni un día.
¿Nerviosismo? Creo que este orticoncepto es limitativo. Perversidad, se adecua más. Un gran engaño in crescendo conforme transcurre el tiempo fatal de esta administración. El distractor que hacía falta usando un objetivo muy preciso: el desgastado ex mandatario.
Mientras ha acontecido esa pseudo persecución, sin embargo, la estrategia para hacer fortuna no ha descansado un solo día.
Y tanta es la concentración en la labor prioritaria de dejar muy atrás el status de empresario sin estrella, que salió de su control la lluvia de descalabros.
¿Es tan incapaz el marianismo que todo lo pierde?
Es mejor decir: arriando la bandera de fracasado ha saturado sus cuentas y las de sus muy íntimos a la cuenta (valga la expresión) de un estado en pleno retroceso, donde se apalearon mecanismos democráticos a la voz de, ¡viva el cortoplacismo!, y mueran las mafufadas esas de crecimiento y bienestar.
Tenía que haber un rostro. ¡Solucionado!, empleó el del autoritarismo. Una actitud: la intolerancia, y un precepto: el engaño. A cambio, son historia los tristes días de mal empresario de la fiesta brava. Explotar matadores no tiene chiste si se puede exprimir el sublime presupuesto contando con el concurso de parlamentarios miserables y jueces más que dispuestos.
Así que las elecciones fueron papas fritas y la recomposición de la urdimbre de gente, la salsa valentina para darles un poco de sabor.
Culminó la primera mitad, «pusimos la casa en orden… y ahora sí viene lo bueno».
Pero el presupuesto se acaba y los diputados van a ser otros. No es que sean mejores, sino que traen una valija de resentimientos irreconciliables.
¿Ideas? No hombre, la vil disputa para manejar la centaviza.
Con una particularidad. Hoy se dejan demasiadas indicaciones respecto a los puntos vulnerables.
Tres años se van como agua, sobre todo en pleno proceso sucesorio.
Le aguardan tiempos difíciles. La impunidad no es eterna. Y del negocio familiar en el cual se convirtió la promesa de no hacer negocios familiares, aparecen nítidos los responsables.
En este contexto sí hay nerviosismo.
Yo diría: pánico pues los menos poderosos pero con responsabilidades, juegan su mismo pellejo en los empleos de quinta por los cuales comprometieron hasta la libertad.
Sigamos viendo cómo corre el río mariano. Cuántas piedras arrastra…
Ganancias exponenciales
Poco a poco van saliendo los detalles de los movimientos que se realizaron para que KA Construcciones se convirtiera en una de las empresas consentidas de este sexenio que encabeza el hacendado gobernador Mariano González Zarur, el mismo que prometió el día que asumió el cargo que en su administración no se realizarían negocios para beneficiar a familiares al amparo del poder.
Resulta que la mencionada empresa tiene como representante legal a un señor de apellido Capasso, ni más ni menos que padre de Stefano Pierluigi Capasso Gamboa, director Jurídico de la Contraloría e íntimo amigo de Mariano González Aguirre, hijo del mandatario tlaxcalteca y uno de los subordinados del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Stefano y Mariano estudiaron juntos en la UDLA y desde ahí establecieron un fuerte lazo que hoy mantienen. Ahora uno se explica porque esa empresa recibió en el 2011 más de 100 millones de pesos en obra por parte del ITIFE y en el 2012 otros 200 millones de pesos.
La información la conoce en el Órgano de Fiscalización Superior y algunos diputados locales, pero no hacen nada para dar a conocer esa relación que influye en el otorgamiento de contratos para KA Construcciones. Y ahora uno se explica porque la Contraloría a cargo de Hugo René Temotlzin se hace de la vista gorda para proceder en esa inconsistencia.
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