Pero los ataques del PRD sin duda tienen su jiribilla, no crean que actúan como lo que parecen, tienen sus planes, ni duda cabe.

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¿Qué planes tienen los perredistas? Se les ve muy campantes, pero con esa picardía muy de ellos, como si alguien, digamos Alfonso Sánchez Anaya, los estuviese presionando… pues para ver qué sacan, verdad.

Poncho, por lo pronto, ya anda promoviendo la imagen de la seño Maricarmen, su cónyuge para volverla a meter en la pelea por la gubernatura. Ustedes me dirán que es muy anticipado, pero véanlo sobre todo en la parte norte del estado, aprovechando el buen recuerdo que de él tienen los grupos a quienes les caen de veras bien los ojitos azules del güero de rancho.

Ahora, no descarten ustedes que tan prematura promoción sea tan perversa como para reventar a Hillary, con el propósito de limpiar el camino a un tapado… mientan que un académico o un empresario exitoso, para llevarlo así tapado, sin desgastarlo, a fechas más propicias ante la inminencia de la elección de 2016, cuando el señor Manchis ahueque el ala.

Y miren ustedes si lo acontecido el viernes pasado en Huamantla no va a tener su significado. A la hora de instalar los trabajos del partido de Manuel Espino, la asamblea se convirtió en un termómetro de porras entre las huestes del ex gobernador Héctor Ortiz, y las de su carnal, el ex rector de la UAT, Serafín Ortiz Ortiz.

No, pues el ambientazo para ver cuál de los dos Ortiz disponía de un respaldo más notorio. Vamos, la competencia se tornó tan cerrada que hasta pasó por alto la escasa convocatoria para formalizar a ese partido. Esperaban diez mil. Llegaron poco más de tres mil, dicen los que se dedicaron a contar.

Al final de la jornada, hubo suficiente la raza necesaria exigida para hacer formal a un instituto político, pero nadie pudo negar esa suerte de disputa que entre ambos hermanos se da en torno a la corriente orticista.

No descarte pues, que estos movimientos pongan nerviosos a los izquierdosos de casa.

Como las cosas no le han salido chéveres a don González, y como el presidente Peña sufre el tremendo desgaste por su paquete de reformas, entonces los perredistas locales sacaron la calculadora del largo plazo y vieron pasar ante sus ojos un profundo antipriísmo en la fecha que Mariano esté saliendo de Palacio.

Pues, se aceptan nombres en este no menos interesante proceso sucesorio, bastante anticipado, por necesidad.