Cuatro funcionarios dejarían el gabinete. Hicieron lo que humanamente se puede en un régimen como este que les tocó. Que ganen… ahí está el detalle…

Dar marcha atrás al besamanos del 15 de enero podría ser la primera de muchas muestras de la prematura debilidad mariana.

El primer tercio del sexenio debería tener al priísta en los cuernos de la luna. Se supone que, el primer año de aprendizaje y el segundo, de afinación del coro con el cual piensa ejercer el poder hasta 2016, le tendrían listo el césped para iniciar la consolidación de sus formidables proyectos.

Bueno, el término, «consolidación» se menciona con insistencia… como podría hacerse con otras palabras: fracaso, fiasco… desesperación.

Lo cierto es que, el Mariano de hierro se blandió.

Su sangre fría comenzó a hervir al vislumbrar una silbatina más, parecida a aquella de hace poco, durante la última gira de Peña Nieto en 2012, el pasado 26 de diciembre, cuando el mensaje del Jefe de las Fuerzas Armadas, retumbó en su conciencia: «Se trata de salir, de recorrer el campo, de ensuciarse los zapatos y escuchar a la gente».

Entre los dos mil presentes, decenas se animaron a abuchearlo. Y eso que un día antes, con los mismos dos mil, habían hecho un oneroso simulacro.

No me cabe duda que en esa acción se halla el brazo ejecutor de Bucareli; digamos, fue un leve ejercicio de calistenia para confirmar la efectividad del Estado Mayor Presidencial (EMP), sus militares retirados y duchos para trabajitos como este, y desde luego la extensión de Miguelito Osorio Chong, para enviar de manera muy discreta la primera advertencia… al rasposo este y mal hablado que tan pesado cae ya al Señor…

El propio Osorio Chong, debe haber telefoneado al bravucón que días antes envió a su maxi guarura a vulnerar la inviolabilidad del Recinto Parlamentario de Tlaxcala, y a repartir cachetadas entre diputados.

Imagino la llamada: «… gobernador… veríamos inconveniente la presencia de un representante del Ejecutivo Federal y otras destacadas autoridades, a un acto en un contexto de alto riesgo».

¿Cómo ve?, ¿sobra alguna palabra?, ¿le parece un código tricolor propio del renaciente presidencialismo?

Ni modo. Las invitaciones, distribuidas con el celo propio de quien estima activar el aplausómetro aun con escaso mérito, fue un trabajo depositado en el cesto de la basura.

No faltan los críticos de Elba Esther que buscan algo a cambio, colgando a aquella el milagrito de posibles movilizaciones magisteriales ese día. Ah, y también los verdugos del Siete de Mayo… «inche vieja (han de hablar de la seño Guada) ¿cómo cree que vamos a permitir que nos griten majaderías ante tan selecta concurrencia?».

El gran astado cambió su lidia.

Pasó de los golpes en la mesa al insomnio.

Ahora, tampoco seamos tan negativos. Esta crisis le vino rete bien porque en medio del escándalo, pocos advertirán que el informe-besamanos suspendido, carecería de contenido… ¡mejor cuadro no se pudo haber configurado!

Noé… ¿al fin se le hizo?

Otro al que la coyuntura le viene bien es al calpulalpense, Noé Rodríguez Roldán, quien dejaría el papel ornamental de secretario de Gobierno, aún en contra de su propio jefe, nos dicen.

Regañado, humillado y acotado, qué querrá ser Noé?, ¿otra vez diputado local?. ¿después de ser el segundo de a bordo?… ¡No me diga que quiere de nuez regresar a la alcaldía de su natal municipio!

Sin lana para operar, Noé deja un estado en descomposición social.

En su defensa puede argumentar, ¡ah, pero entre Mario Armando y Ricardo García Portilla, me neutralizaron!

Aquí la pregunta obligada es: ¿con la autorización de quién?

García Portilla, ¿se animó a renunciar?

Eso sería un exceso. No tengo nada contra ese funcionario, pero una elección no la gana. Menos ahora, con semejante desventaja, con su innecesario protagonismo para hacer ley la iniciativa enviada por su patrón.

¿Tendrá quien se lo aconseje?

¿Cómo cree usted?, si en ese puesto, hasta guapa y sexy se pone la gente…

Mena es la cuota Cisneros

Oiga, usted cree que el millonario dueño de media ciudad peluche no va a meter su cuchara en la elección. ¡Por favor, no sea ingenuo!

Además, hay que ver la valía del tipo.

Hizo de Tlaxcala el emporio turístico que entre otras beldades priva a Huamantla su lana de Pueblo Mágico. Y eso que es municipio priísta… a lo mejor la va bien si es panista o perredista… uno nunca sabe.

Pero hay que ver el papelón de Mena Rodríguez en la presentación del maestro Plácido Domingo.

Pudiendo hacerlo un verdadero atractivo gratuito, con 50 mil o más disfrutándolo, prefirió sambutir a la gente y al tenor en el antiestético estadio Tlahuicole (seamos honestos, a nuestro estadio le falta una buena remodelación para hacerlo un sitio digno).

Imagino a Plácido, en el éxtasis de Core Ngrato (Cardillo), teniendo a sus espaldas el maravilloso campanario del ex convento de San Francisco.

Pero Mena tiene su coranzoncito y pese a esta insignificancia, sostiene que la perrada va a votar por él… está en su legítimo derecho, ¡faltaba más!

¿Miguel Moctezuma, a la Segob?

De buena fuente sabemos que el añoso Miguelito Moctezuma, podría llenar el hueco dejado por Rodríguez Roldán.

Una primera duda que me asalta: ¿Permitiría el ex procurador que Mario Armando y el mocoso de Finanzas, le hagan la vida de cuadritos?

Lo dudo. Pero a ese poderoso grupo le urgen centavitos. Y a Mariano, rumbo. Así que todos ganan, y si el también hacendado, Don Miguel, hace o no un buen papel, lo que interesa es dar la apariencia de que todo marcha sobre ruedas (ajá).

Todo esto ocurre durante la espera de las chamarritas que, en lugar de útiles escolares llegan a 260 mil educandos, con un ligero retraso, pero una ganancia exponencial para el operador del negó.

¡Hombre, pues cuál crisis!