Ser un proxeneta de la Izquierda es hoy uno de los negocios más rentables… navegan con bandera de rojillos, pero cobran como mayordomos y peones de confianza.

La pésima salud del grupo perredista en el Congreso de Tlaxcala, expuso a los miomas que lo oprimen… rapaces los llamaría Andrés Manuel; perversos y dispuestos a sacar toda la raja posible de su muy particular concepto de Izquierda.

Alejandra Roldán Benitez, conforma una mancuerna histórica con Ubaldo Lander Corona, un vetusto beneficiario de la lucha social sin más causa que afianzar en donde sea posible una presencia como de verruga venérea. Y como los años transcurren crueles según puede apreciarse, estos dos han decidido apretar su operación.

Hoy, por ejemplo, los podemos ver vendiendo caro el voto de la seño a la embestida marianista para pasarle por encima a jubilados y pensionados.

Su habilidad se los permite. Y así financian sus operación personal. Se necesita marmaja y relaciones para haber promovido, por ejemplo, a la ex priísta Lorena Cuéllar Cisneros, a la candidatura de Morena al Senado.

Y la fuerza de López Obrador, arrastró estos negocios y los puso en el podio de ganadores. Unos, vividores de la utopía pejista. La otra, con una suerte que le ha permitido encabezar una de las comisiones senatoriales más importantes: Desarrollo Social.

Advierto que para sus intereses necesitaban un pastor, que pareciera peón y se comportara como tal. Y sumaron a Javiercito Potrero a su trenecito, uno de cuyos posibles destinos en el corto plazo es disputar la titularidad de la Junta de Coordinación y Concertación Política (JCCP) para la seño doña Ale.

Ya ve usted la amplitud de estos proxenetas de la Izquierda, hoy aliados al gobernador Mariano González Zarur, en su desesperada mala racha, para aprobar así de rápido y a cualquier costo la iniciativa de Ley de Pensiones. Y lo logró, aunque de forma ilegal. Y con el costo más elevado a sus intereses.

Hoy, el PRD, «les manifiesta el rechazo rotundo al respaldo que dieron con su asistencia y su voto a la pretendida Reforma a la Ley de Pensiones Civiles del Estado la madrugada del 31 de diciembre próximo pasado, toda vez que con éste acto se vulneran flagrantemente los derechos de los trabajadores».

No suena mal el reclamo.

En el fondo pudiera verse la disputa de la JCCP. Al mismo tiempo la quieren Gelacio Montiel, y Alejandra Roldán. Por eso el joven Potrero insiste en sostener la jetatura de diablito de pastorela, dispuesto a batirse a bieldazos con sus adversarios dentro del negocio llamado Izquierda que, al amparo de una legítima oposición, bien que medra con los intereses de la gente.

Según un documento perredista movido ayer jueves, «ambos legisladores tienen la obligación de firma la acción de inconstitucionalidad para que en la instancia legal que corresponda sea invalidado el documento que en forma por demás ilegal se votó. Asimismo se exige también que se apeguen a la disciplina interna de la Fracción Parlamentaria del PRD en el Congreso».

Pues, como una cartita a los Reyes.

No aparece el golpeador

¿Cómo que lo buscan para comparecer ante diputados?

Orlando May Zaragoza, debería ser historia en la administración pública de Tlaxcala.

Desafió la inviolabilidad del Recinto Parlamentario y agredió a cuatro legisladores. ¿Todavía es secretario de Seguridad Pública?

Yes.

¿Por los fueros de quién? O, pos ni preguntes… ya sabes. ¿Y eso es válido? No, para nada, es pasar la Constitución por el arco del triunfo. ¿Y eso, es relevante en este régimen? Nel.

¡Cuidado!, porque a un personaje que se le perdonan las faltas que al militar con licencia, se le perdona todo. ¿Asesinar, violar, romper, vengar, amedrentar, chantajear y hasta extorsionar? Pues, por qué no.

Al día de hoy, ese funcionario sigue en pie. Y así continuará. Le hace falta al hostil mandatario. Sin un guarura de esas hechuras, aquél se siente incompleto, temeroso y vulnerable.

¿Lo recuerda amagando con francotiradores a la multitud la noche del 15 de septiembre?

¿Operando el aplastamiento de los policías de aquél pretendido conflicto laboral que acabó en madriza colectiva?

¿Nota usted que la seguridad pública sea mejor?

Bueno, para unos, los integrantes de la élite empoderada, no hay sitio más seguro que Tlaxcala.

Para los demás, clases medias, bajas y altas, pero fuera de la jurisdicción mariana, el estado es un infierno, inseguro e incierto de poder regresar salvos a casa, de encontrarla íntegra, o de rezar todas plegarias cuando un hijo sale de noche, no sea que lo secuestren o lo asesinen.

¿Interesa al colectivo que May cacheteó a cuatro diputados?

Realmente no.

Entonces, ¿no pasó nada?

Pues mire, hay razones para cambios de fondo, para correr de Tlaxcala a ese golpeador, pero no ocurre.

Eso se llama impunidad.