Palafox, Dávila y Cuéllar, hablaron sobre Pensiones Civiles, tomaron café y descubrieron que juntas, son invulnerables y temidas.
Tomar el cafecito en el Posada, en lunes, haciendo un hueco en las agendas, es un interesante mensaje de las tres senadoras, Martha Palafox Gutiérrez (PT), Adriana Dávila Fernández (PAN) y Lorena Cuéllar Cisneros (PRD), al gobierno y al pueblo de Tlaxcala.
¿El pretexto?: la jacarandosa convivencia temática de las tres mujeres más influyentes de Tlaxcala, a quienes se sumó el gris diputado federal Humberto Vega Vázquez (PRD). Esta vez tocaron el tema de Pensiones Civiles y pusieron en la mesa distintas percepciones sobre la iniciativa del Ejecutivo por enviarse al Congreso local, que busca serios ajustes para tapar el pozo sin fondo del tema pensionario para una entidad con una administración de carácter gerencial.
¿En el fondo?: exhibir la inexplicable desatención del gobernador Mariano González Zarur, determinado a pasar por alto la obligación suya, de mandatario y de caballero, para sumar los intereses de su gobierno al de los representantes tlaxcaltecas en el Congreso de la Unión.
¿Acaso va a limitarse a una escuálida reunión con su ex cuñada, la diputada federal Guadalupe Sánchez Santiago?, ¿y de qué van a hablar… de sus respectivas familias… de su riqueza… de su herencia común?
González Zarur debería aceptar que solo no puede con el paquete.
Se muestra rebasado, timorato de tomar la iniciativa para convocar a las legisladoras y legisladores fuera de su ámbito de control, como lo ha podido hacer con los pachangueros congresistas locales -no todos, porque unos son peores que otros.
Acaso ignora que posponiendo indefinidamente la reunión entre instituciones, que no personas, se hace más vulnerable a causa de su política de aislamiento, debido a la cual vive el peor distanciamiento posible con su partido, con el presidente electo Peña Nieto y, hoy, con las y los paisanos representantes en el Senado y en San Lázaro.
En general, todos los gobernadores del país -a excepción ya saben de quién- se reunieron al día siguiente de la elección federal con los nuevos legisladores. En realidad cumplían con un protocolo institucional, y aprovecharon la ocasión para activar los alcances personales mediante los cuales reafirmaron e incrementaron su necesaria influencia en esos niveles de poder.
Aquí se combina la misoginia con el orgullo… ¿pero, orgullo de qué?
La arrogancia con los desplantes… ¿con qué saldo?
El de la auto exclusión.
Lo malo es que se lleva a parte de la entidad. Digo que es parcial porque cada vez más sectores, comenzando por la militancia de su partido, otorgan a su desempeño una calificación nada envidiable.
Reunidas a tomar el café y con un tema en particular, las senadoras Dávila, Palafox y Cuéllar, parecen haber seleccionado un día, ¿a la semana, al mes?, para asumirse en el necesario plomo que se hizo bofo en el tenor de los pesos y contrapesos porque a la mayoría de los representantes populares locales les dio por hacerse analogía de los hatos de engorda, que ganan peso en los pastizales del rancho.
Bienvenida la cita. Es bueno el café, y mejor el impacto de lo ahí tratado. Ojalá sus cargadas agendas de trabajo les permitan periodicidad en este tipo de mesas, de suerte que haya continuidad en los temas tratados.
Tampoco descartemos que las tres muestran sus talentos individuales en su aspiración por gobernar Tlaxcala.
Pero es muy temprano para pensar en ello. Hoy tienen en sus manos la poderosa herramienta para alcanzar el necesario equilibrio entre poderes, son un apuntalamiento inigualable al legislativo local,
Y surgen a causa del gobierno autista en manos de Mariano.
Son la enésima creación marianista sin proponérselo… sin pensar en las consecuencias de sus desaciertos.
La Gran Feria… el Gran Fiasco
Ayer lunes el gobernador entregaba prótesis, aparátos auditivos y otros aditamentos para mejorar la calidad de vida de personas con capacidades diferentes. Ahí, acompañando a su hija Mariana y, muy motivado por la satisfacción que da hacer cosas buenas por la gente, activó en automático el CD de las verdades a medias:
(No cederé a ambiciones de amigos o parientes porque), «lo único que voy a hacer es ayudar a unos cuantos y dejar de ayudar a muchos».
He aquí donde el mandatario demanda un vocero que aclare sus marianismos (también en automático), como lo hacía Rubén Aguilar cuando a Fox le daba por exhibir… sus foxismos, pues aquí el gober pretendió decir lo contrario: «voy a ayudar a muchos y no a unos cuantos».
Dejemos correr el discurso de ayer:
«No tengo vocación para la adulación, no tengo vocación para que me adulen, tampoco tengo vocación para ser pusilánime… soy una gente firme, de carácter, me duele el corazón, pero siempre mantengo la cabeza fría, porque si no trastocaría yo todos los programas, toda la estrategia de desarrollo…»
Me agrada la efímera autocrítica, pero al fin autocrítica.
Apliquémosla en un tema candente: la feria y la pérdida que en su cincuentenario resultó para todos los que la hicieron, principalmente los artesanos.
Conste, está fresco aquello de: ¡ayudar a muchos… no a pocos!
1.- ¿Cuántos familiares del gober y del presidente del patronato de feria, Joaquín Cisneros, tienen negocios en la Gran Feria?
R.- La Cabaña (cuyos precios son en euros) bajo la tutela y administración de la hija del señor Cisneros; la Malquerida, atendida por el sobrino del gober, Luis Javier Carvajal.
2.- ¿O como borrar esa imagen cuando el gobernador pasa por ese restaurante y recibe el saludo de una niña familiar suya, a la que intentó darle su «domingo», pero que no pudo porque la cartera se movía mucho, y no se sabe si porque iba bien cargada o porque los billetes temblaban por no querer salir?
R.- Si la quieres borrar y no puedes, no andes viendo escenas de las que luego te va a andar dando coraje.
3.- ¿En manos de quién resultó el stand más grande, vistoso y, por tanto donde se pudo hacer la mejor venta?
R.- Pues del querido amigo de don Mariano, el señor Rafael Torre, dueño de Cobertores Providencia.
4.- ¿Por qué artesanos y demás comerciantes enfrentaron a un público tan irregular, sí ese fenómeno del cual Cisneros responde con un, «y yo qué culpa tengo»?
R.- Por la pésima difusión de la Feria, se optó por pagar grandes cantidades a revistas que son totalmente desconocidas, pero que en sus ediciones especiales se dedicaron a resaltar los «logros» y el aniversario número 50 de la feria. Una de ellas es que la encabeza Patsy Amaro, amiga de Marta Sesín, y la otra de nombre Enfoques cuya directora es Maricarmen Barba Mazarraza.
Nadie sabe cuánto recibieron, mientras que otros medios con mayor presencia se les ofreció 3 mil pesos y además cumplir una serie de requisitos, como si hubieran recibido importantes sumas de recursos para promover la feria.
5.- Pero quién fue el genio a cargo de la difusión de la Feria?
R.- Pues Carlos Villanueva… Ah, ya caigo y hasta puedo explicarme el por qué la imagen del gobernador está como está. Pues de qué otra manera habría de estar si ese señor encabeza el pull del más anciano de los voceros negociantes que todo lo aguantan, hasta que lo corran una, dos, tres, o cuatro veces, en presencia de mucha gente.
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