Es una especie de fajador de pueblo decidido a no soltar prenda sin que de por medio haya un atractivo estímulo… uno como ratón envalentonado y dispuesto a colocar el cascabel al gato, al grito de: ¡soy el presidente de mi partido!
En 1998, uno de los activistas más declarados a favor del entonces novedoso perredista, Alfonso Sánchez Anaya, fue Cristóbal Luna Luna (hoy secretario general del PRD) aunque por aquellos ayeres recién había dejado al PRI y llevado con él un importante capital de seguidores, mayoritariamente activos de varios sindicatos localizados en comunidades del sur de la entidad.
Aquella deferencia con ASA le valió ser diputado local, cargo que combinó con su recia personalidad, a veces rasposa… al extremo de cambiarse de nombre una noche de copas (en realidad fue un 15 de septiembre) cuando dio un descontón histórico a su entonces compañero de bancada, Pedro Aztatzi Rugerio.
Hoy, el secretario general del PRD, es de los pocos que ven un futuro promisorio en la ex diputada priísta Lorena Cuéllar Cisneros, la candidata de su partido al Senado.
Se palpa su experiencia en procesos como el actual.
A diferencia del diminuto fajador, Salvador Méndez Acametitla, presidente del Comité Estatal perredista y abierto opositor a la ex tricolor, a Cristóbal ya le cayó el veinte respecto a la inconveniencia de la confrontación a estas alturas.
Como ocurrió en el noventa y ocho, el PRD tendría que domar sus ímpetus en torno a un personaje con quien la alianza significa dejar el sótano y volver a cotizar entre los votantes, ávidos de alternativas por lo menos novedosas (ya no digamos viables políticamente).
El minúsculo Méndez Acametitla, muestra el cobre de los grupos a los que se debe y con su abierta confrontación descorre el velo tras el cual tiene la mano extendida para recibir una ayudita… un estímulo… algo que lo anime a cambiar así de rápido el no por el sí.
No alcanza a vislumbrar un triunfo de su partido aprovechando el enfrentamiento entre la acaudalada familia Cisneros. O tal vez lo ve con tal claridad que, antes de tomar alguna postura piensa en propinar un conveniente sablazo a los ricotes de donde viene su candidata al senado.
He ahí una parte fundamental del caos de las izquierdas en Tlaxcala. Por un lado, grupos con un cierto nivel académico y experiencia en el quehacer público, enfrentan la rabia de otros como Méndez Acametitla, un penoso caso de política aldeana con los guantes puestos y la charola preparada.
Ojalá el líder estatal del PRD vea un poco más allá de su limitada formación y caiga en la cuenta que, aprovechar a personajes como Lorena es para su partido la única forma de dejar la lisonja miserable que entre otras cosas ha llevado a sus compañeros diputados locales a humillarse ante la dádiva marianista a cambio de su incondicional oposición (jeje, perdón por esta expresión, pero queda ad hoc para la operación de los que fingen pertenecer a la izquierda).
La oposición en Tlaxcala tiene el reto de buscar equilibrios y no de enfundarse en la piel de un ratoncito bravucón, que se siente con los tamaños para colocar el cascabel al gato cachetón malhumoriento y perverso ante el cual han acabado por humillarse.
He aquí el reto de la Cuéllar. Compartir su riqueza con aquellos que le han de dar votos. Y no precisamente en dinero efectivo de alguna de sus tantas propiedades o sus camionetas del año…
No, tiene que estimular a la izquierda con una inagotable energía y aún mejor capacidad de organización… su riqueza económica ya la necesitará para cubrir los gastos de la campaña.
Claro que debe entender lo mal que cayó su irrupción en el proceso simulador con el cual ungirían a alguno de los militantes con sombra perdedora. Y aún más que tras ella se encuentren Alejandra Roldán y la patrocinadora de esta, Dolores Padierna.
Parece que la Cuéllar ya se despojó de aquél estilo lento y protector y por sobrevivencia se colocó las pilas… que ha dejado la expresión: “a mí, mis viejitos” como único recurso para justificar el haberse librado de la más rancia y conservadora herencia priísta en la que se formó.
De aquí para el real… no ha de bajar la guardia y por el contrario, deberá aprovechar el posicionamiento que le regalaron las condiciones extraordinarias en las que decidió cortar con ese tricolor tan dañino e ingresar a las filas de las izquierdas.
Ojalá se dé tiempo para leer. Que alguien le explique la esencia de su nuevo entorno. Y por piedad… que no se vuelva a disfrazar de chilindrina!
Temoltzin ya no cupo en el reclusorio
Mire lo distraída que resultó la procuradora Alicia Fragoso Sánchez que, autorizó a sus guajiros ministeriales pepenar al pobrecito de José Gilberto Temoltzin Martínez, por un delito que prescribió hace cinco años.
¿Distraída?
Oiga, este ex diputado pudo salir de la cárcel por sus palancas y defensores. Pero, ¿qué tal si ese sabadazo se lo aplican a una persona común y corriente?… qué injusto verdad… sería la hora en que el o la detenida estaría a merced de un sistema que primero pega y después averigua.
Por si fuera poco, de por medio está la influencia de José Juan Temoltzin Durante, medio hermano del detenido y encargado del sistema de espionaje e inteligencia del gobierno estatal.
Mire que entre hermanos… bueno medios hermanos, el que los ciegue el odio al grado de suponer que se utilizan mecanismos del Estado para dañarse.
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