Entre las protestas de su propio partido por la cerrazón llamada disciplina y la dinámica de sus adversarios, el mandatario tlaxcalteca llegó al climax de su malestar… por si fuera poco el encierro de la Soledad resultó francamente malo ayer en la Plaza México.
La negativa tricolor al registro de Fernando Flores Macías, como precandidato a diputado federal por el primer distrito es una reiteración de la intolerancia marianista en contra de sujetos que todo lo dieron por impulsar la causa del hacendado gobernador, a quienes les debe quedar clara la conducta de: “me ayudaste porque quisiste, pero no te debo nada”.
Si el propio partido fue pasado por el hierro de la ingratitud, cuáles son las esperanzas de un militante cuyas aspiraciones se limitaron a una especie de protesta con graves consecuencias pues, aquí culmina la esperanza del huamantleco, no sólo en el terreno de lo electoral sino de cualquier oportunidad de incorporarse a la administración pública local.
¿Disciplina, asegurar la labor de delegados durante la convención para ratificar precandidaturas o, una cruel verticalidad en la toma de decisiones del partido?
Eso que los políticos suelen llamar oficio quedó sepultado en un esquema de aislamiento dependiente del efecto Enrique Peña Nieto para conseguir resultados positivos el primero de julio.
En consecuencia, aumentó el encono de quienes antes y durante la campaña marianista avizoraron el fortalecimiento de su partido al impulsar un proyecto en apariencia preocupado por robustecer la cultura tricolor, pero los hechos les fueron demostrando con el paso de los meses el haberse incorporado en un objetivo de carácter personal, contrario a la democracia interna o al cumplimiento de compromisos pactados en torno a formidables esfuerzos por mantener en alto al nombre de González Zarur.
El caso Lorena
Tras padecer el más rotundo rechazo en su partido, la diputada local con licencia Lorena Cuéllar Cisneros, optó por nuevos derroteros. Y no le costó trabajo encontrar un nutrido comité de bienvenida en la cúpula del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Su irrupción irritó a la militancia con una labor constante en el perredismo local y acabó por mover a la Comisión de Elecciones a efectuar una encuesta para medir la popularidad de los aspirantes al Senado de la República.
Este domingo se aplicaron mil 200 reactivos en los tres distritos electorales federales. Puede que la base social de la Cuéllar la catapulte a un buen posicionamiento. De ser así, amainaría el descontento amarillo y la legitimaría como potencial adversaria.
Curioso, pero tío y sobrina –Joaquín Cisneros y Lorena Cuéllar- se verían las caras el primero de julio, aunque para adelantar vísperas habrá que esperar el resultado del estudio demoscópico a cargo de Buendía y Asociados.
¿Y Emilio Minor?
El tercer distrito electoral federal es para el PRI el gran desafío para sumar votos a la causa de Enrique Peña Nieto y, desde luego para aspirar a un representante más en San Lázaro. Es donde más votos se obtienen dada la alta densidad poblacional y también es donde el perredismo cuenta con una importante votación histórica.
Sucede que Minor, con una sólida formación en el tricolor, no sería mal visto por la corriente perredista cuyo marianismo hoy encontró la clave para superar enfrentamientos y ver que el proceso sanchezanayista en lugares clave como este distrito podría funcionar a un PRI sediento de sufragios. Finalmente es la estrategia de Mariano y no sería tan mala encabezada por un político de la talla del ex alcalde de Panotla.
Veremos quién, si este militante tricolor ó activos perredistas con la formación de Felipe Sánchez Lima, son capaces de motivar el nutrido voto con compromiso social, por llamar de la mejor manera al izquierdismo a flor de piel en esta zona tlaxcalteca, tan compleja como interesante al momento de ir a las urnas.
Y en el PAN Adriana va con todo
Salvo una parca explicación de su vertiginosa carrera política siempre con la protección del presidente Felipe Calderón, la aspirante panista a senadora, Adriana Dávila Fernández, es la propuesta albiazul a la lista plurinominal, cuyas primeras posiciones la harán bregar más allá de lo que calculaba para asegurarse una curul en la Cámara Alta.
Ello no la inhibe, según dijo, de ir con todo por la primera fórmula, dentro de la tremenda lucha lidiada con el ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz, cuya labor entre el panismo al cual simpatiza y la importante base orticista de la que puede disponer, parece inclinar la balanza en su favor en esta carrera por lograr la codiciada primera posición.
El 19 de este mes veremos de qué cuero salen más correas pues, aunque en apariencia la lucha es pareja, no olvidemos que la panista se enfrenta a un estratega con todo un historial y con armas del tamaño de la universidad pública para conseguir esa inmunidad que le es tan necesaria en estos tiempos marianistas de persecuciones e inhabilitaciones.
A propósito de la Plaza del Bicentenario
Tras conocerse el amparo concedido por la justicia federal a la Universidad Autónoma de Tlaxcala, respecto al comodato por cinco años sobre la Plaza del Bicentenario, la administración marianista guardó el silencio propio de quien maquina algo grande pero no desea aportar informaciones importantes al adversario.
Salvo opiniones francamente intrascendentes, el desempeño del gobierno de Mariano González Zarur, parecería haber dado vuelta a la página del conflicto y optó por entregar caminos rehabilitados.
La presión a la cual está sometida el mandatario alcanzó niveles peligrosos. No solo sus adversarios panistas y perredistas lo tienen en la mira, sino hasta los de casa (hay que ver la protesta de Fernando Flores Macías).
Por si fuera poco, a las cuestiones políticas se suma el factor de los negocios.
Este domingo en la plaza México, el encierro de la Soledad –propiedad del gobernador de Tlaxcala- resultó francamente malo para dos matadores que pese al mal antecedente de la divisa aceptaron liarse con sendos pares de bichos provenientes de los pastizales tlaxcaltecas.
Se trata de Fermín Spínola y José Mauricio, para quienes los astados Tango, Fandango (y otros dos cuyos nombres francamente no recuerdo) deslucieron los esfuerzos de los de a pié –sí porque la estrella de la corrida, Pablo Hermoso de Mendoza, se aprovisionó con ganado queretano de los Encinos.
Y vaya si la calificación al encierro de González Zarur fue malo, que el único toro de regalo, obsequiado por un molesto Spínola, desechó por pésima a la divisa tlaxcalteca y consiguió a Príncipe, un torazo de quinientos y tantos kilos de Los Encinos al que nada más le cortó el rabo.
Digo… son tantos los problemas en la patria chica y tener que enfrentarse a la protesta del respetable y los matadores que, ya imagino el pésimo y justificado mal humor del dueño de la Soledad.
Post Views: 22