Esperaríamos de personajes como la ex candidata al gobierno, acaparar miradas pero mediante juicios inteligentes y actos solidarios con el pueblo, no con el despliegue de guaruras que cierran calles e intimidan gente para que pase la lady de Tlaxcala.



Nada más nos faltaba revivir los actos de prepotencia de Adriana Dávila Fernández, convertida en la lady de Tlaxcala –¿se acuerda de las de Polanco?- para volver a tener el mismo mal sabor de boca de aquella arrebatada campaña a la gubernatura.

Supondríamos que la apizaquense es una desempleada más haciendo su lucha por alcanzar la candidatura de su partido a senadora, pero al ver el despliegue de guaruras deteniendo tráfico y haciendo como que protegen a Hilary Clinton, aviva uno la creencia de que la gente no cambia pese a los golpes recibidos por su conducta.

El espectáculo, lleno del folklor nos lleva a cuestionar, ¿cómo financia Adriana semejante aparato de seguridad?… en su papel de aspirante debe una explicación al pueblo de Tlaxcala… si días antes la emprendió contra el gobernador Mariano González Zarur, a quien calificó de vengativo y rencoroso, lo que menos esperaríamos es un desempeño personal discreto y ecuánime.

Pero, tenía que demostrar a la ex delegada de Sedesol, Leonor Romero Sevilla, para qué sirve haber fungido como coordinadora de delegaciones federales. Algo así como: “mira manta, se siente rete chido ser gente importante… si quieres hasta me deschanclo para llamar (por lo menos así) un poquito la atención de los pobretones estos que, quieran o no me han de tener de senadora a partir de 2012”.

La escena se dio este martes en el Café Avenida, en pleno Centro Histórico de Tlaxcala.

Su compañera de mesa se encargaría de ambientar el entorno con sus peculiares expresiones, tan lesivas que en la misma delegación crece una especie de repudio bien ganado en su contra, como también ocurre con su espléndido vocero, Gerardo el drupi Meneses y la seño que lo acompaña, creo que de nombre Olimpia. De plano hay una orden de no recibirlos allá en la Sedesol, donde dejaron huella permanente de su chamba (ajá).

Las ladys de Tlaxcala se conducen con el grado de autosuficiencia de quien da por descontado el respaldo del gobierno federal, lo mismo para pagar guaruras al estilo Lucero que para repartir refrigeradores y estufas (sí, porque los tinacos Rotoplas ya pasaron de moda).

Tal vez sería más conveniente para los intereses de la ladys acaparar reflectores a través de expresiones inteligentes, solidarias con aquellos a quienes en su momento pedirán el voto, aprovechar los magníficos momentos de brutalidad regalados por Enrique Peña Nieto, procurándose un mínimo de altura, pero… ya ve las descalificaciones entre el minúsculo Ernesto Cordero y Chepina Vazquezmata… ese es el estilo de genios y figuras hasta la sepultura política de quienes han hecho del canibalismo y la miseria una verdadera cultura para derruirse en cuanto la vida les obsequia una oportunidad.

Gobierno, tercer interesado en acabar con notarios

Hoy resulta que si Juan Ignacio Temoltzin, no tuviera el suficiente interés en seguir con el pleito en contra de 16 notarios orticistas, el gobierno hará uso de su facultad de tercer interesado, según el aspirante a secretario jurídico, Marco Antonio Díaz Díaz.

Sin rubor alguno el nimio asesor usa la primera persona para evadir a nombre del gobierno las inconsistencias que hoy exhiben a un magistrado como superlativo de la parcialidad, recurso disponible para sentenciar según se le precise, con cargo al estímulo económico que todo lo hace posible… hasta la degradación expuesta como arenga de un sistema determinado a salirse con la suya al costo que sea.

De la litis en progreso serán los tribunales, los encargados de dar la razón a quien le asista.

Lo penoso es la intención de este grupito maligno para ganar al coste que sea, acomodándose las fichas a placer bajo el supuesto que, por detentar la fuerza, por consecuencia sus pleitos mal planteados han de ganar, y si no ganan… arrebatan.

El gobernador Mariano González Zarur, sus razones habrá tenido para desconocer dichas patentes, mas su error ha sido confiar en los exiguos elementos que se hacen uno a la hora de iniciar hostilidades y, se diluyen cuando les toca aceptar su medianía bajo la premisa de, “echando a perder se aprende”.

Nada más que aquí, su proceso de litigar en las grandes ligas ha costado lo que no se imagina, desde el daño patrimonial a particulares y empresarios, parte de la economía de Tlaxcala, hasta la contratación de otras firmas para corregirles la plana.

Por cierto, José Germán Alberto Escobar y Arrona, uno de los dos notarios fuera de los beneficiados recientemente por el amparo concedido por el Juzgado Segundo de Distrito, estaría contando los días y las horas, en la solicitud de amparo a la Justicia Federal, tramitado de manera independiente de aquél colectivo de orticistas.

Veremos lo que ocurre con Rubén Flores Leal, al parecer el más perjudicado en este pleito y, todo por ese deseo incontenible de arribar a la secretaría de Gobierno ante la inminente salida de Noé Rodríguez, a quien se le queman las habas para salir de ese palacio del sufrimiento en que se ha convertido su paso por dicha instancia.

Alicia Fragoso Sánchez, ¿qué pasa, procuradora?

Cerca del Cobat 01, a las ocho de la noche fue asesinado de un tiro en la cabeza el joven de San Matías Tepetomatitlán, Gonzalo Emanuel Blanco Hernández de 19 años.

Un hecho de violencia que nos sacude y nos muestra como entidad de alto riesgo, incluso para caminar por la calle.

Suena a burla eso del estado más seguro de la República.

Aquí, vamos batiendo nuestro propio record en secuestros, asesinatos, robos de auto, prostitución…

Y qué dice la autoridad.

Fragoso debe entender su papel de abogada de los tlaxcaltecas, no empleada del gobernador. Silente, pasiva y enconchada nada va a ocurrir a favor del pueblo.

Si le asistiera así de dignidad, Fragoso Sánchez renunciaría por:

1.- Asumirse indiferente a la ejecución de Gonzalo Emanuel Blanco Hernández.

2.- Desentenderse de la reaparición de decenas de trabajadoras sexuales custodiadas por otros tantos proxenetas, a manera de clientes del gobierno, pues aparentan contar con licencia para trabajar a la orilla de la carretera y a plena luz del día.

3.- El mutismo ante nueve secuestros, tres de los cuales acabaron con la muerte de las víctimas.

4.- Cincuenta y ocho homicidios dolosos, el más reciente el del joven de Tepetomatitlán quien se hallaba acompañado por su novia.

Ni renuncia, y según juzgamos tampoco actúa.