Cada funcionario convocado tiene la instrucción de conseguir por lo menos diez ancianos al día en alguno de los sesenta municipios de la entidad… un error encargarlo a estos burócratas pues hay evidencia sexenios atrás que la instancia indicada es el DIF.

La instrucción girada el sábado cuatro de junio por el secretario de Educación, Tomasito Munive, quien a su vez recibió la orden del amo Mariano González Zarur, fue clara y precisa a jefes de departamento y otros funcionarios que en conjunto suman cientos.

Su misión en caso de aceptarla (pues no les queda de otra porque la orden vino del amo) es repartirse los sesenta municipios del estado, para seleccionar uno a la vez, a un anciano con voluntad de dejarse llevar al DIF, con el propósito de practicarle análisis clínicos y, definir así el nivel social al que pertenece.

En otras palabras, se trata de fabricar una nueva lista de viejecitos, a quienes comenzaría a llegar una lana dentro de siete meses, como hace poco lo anunció el gobernador Mariano González.

O sea, cada quien sus ancianos. Aquí se trata de hacerlos jurar lealtad electoral ante el altar del señor san Manchis, si es que le quieren entrar a la repartición de apoyos por cuya parálisis se registró aquella  violenta manifestación de ancianos, pero con otra tutoría, exigiendo su lana a sombrerazos.

Debiste haber visto a los funcionarios educativos… nombre, ni tardos ni perezosos se aplicaron a fondo para ganar los municipios más cercanos a la capital, aunque de todos modos les van a pagar pasajes y en los casos en que se demuestre una verdadera devoción para armar la nueva rucolista, hasta a viáticos tendrán derecho.

Al poner de inmediato manos a la obra, uno de esos subordinados de la USET vio deambulando a dos ancianitos muy monos y, así como dictan los cánones del marianismo, cariñosamente los tomó de la parte trasera de sus camisas y, pese a su negativa los trasladó al DIF.

Nomás se oían expresiones impublicables (eso sí muy pasadas de moda) de parte de los citados ancianitos presentados, “voluntariamente” ante las secres que elaboraban la tan esperada lista.

–          Ay joven, cómo será usté tarugo, dijeron en coro tres de esas subordinadas, “pues se trajo usté al secretario, Tomasito Munive, y a este otro… viejito de nombre Ray y de apellido Vega… no, no, suéltenlos (en realidad pedían que se fueran así de rápido, pues el ambiente comenzó a enrarecerse). Es broma.

Yo creo que la inexperiencia mostrada Por Mariana González, en el DIF, ocasiona este desfiguro que tomó por sorpresa a los mandos medios y superiores de la USET, pues sexenio tras sexenio, era aquella área de supuesta asistencia social a niños, mujeres y personas de la tercera edad, la encargada de tramitar y aplicar recursos prácticamente infinitos a cambio de cuya entrega se contaba con tremendos listados de ciudadanos que daban certidumbre a la hora de las elecciones.

La propia Anabel Ávalos Zempoalteca –hoy secretaria de Gobierno- manejó con bastante acierto esta área durante el gobierno de José Antonio Álvarez Lima; pero hoy, el DIF no pasa de instalar alberquitas financiadas por empresarios amigos, lejos de aplicarse a fondo a una de las actividades que, en manos de los empleados de la USET, está destinada al fracaso.

Para no ir más lejos, en el sexenio anterior, Guadalupe Lozano Tovar, hizo del DIF estatal la red de redes, donde miles de mujeres distribuían de manera clientelar desde dinero en efectivo, hasta paquetes de aves, láminas de cartón y los famosos paquetes de cemento y otros materiales para construir techos o pisos, dependiendo del programa que se tratara.

Ahora, en detrimento de dichas canonjías, la relación entre el gobierno estatal y las delegaciones federales, atraviesa por su peor momento.

El resultado: los apoyos no llegan y, en consecuencia, las redes de redes ahora no son más que acciones en el olvido, o en posesión de quien no las ha dejado, pues cuenta con el recurso para seguir distribuyéndolo.

Ya lo veremos en la próxima elección.

El caso Cobat

Por carecer de legalidad, el Tribunal de Conciliación y Arbitraje, va a anular una serie de contrataciones hechas arbitrariamente en el Colegio de Bachilleres en la etapa complementaria del gobierno anterior.

Nada tenía que hacer una supuesta arquitecta en una cátedra, primero ajena a dicha profesión y luego demandante de una verdadera vocación docente.

Entre otros nombres, están a punto de ser vergonzosamente expulsados: Esther Tovar, Juan Manuel Lemus, Maximino Hernández, Teresa Salas, Rosa Amparo, Ángela Chávez, Arturo Rojas…

¿Le suenan?

Verdad que no se vale esta intención de asegurar su porvenir los próximos seis años, desempeñando una actividad más que ajena y bebiendo de una fuente en la que no son bien vistos.

Híjoles, qué embarazoso

Resulta que hace poco, cierto alcalde fue sorprendido con las manos en la masa, ni más ni menos que por su propia esposa, quien se abrió paso entre secretarios y otros bichos que trataban de impedir su entrada.

Y tras abrir las puertas de ese tremendo despacho, ¡carcacoles, en qué posición tan incómoda ha cachado a quien le aporta con cierta puntualidad la quincena!

Y a cachetada limpia fue sacada dicha fémina pecaminosa, capaz de trastocar la lealtad del alcalde ese que le platico, quien por lo pronto fue visto con cara de regañado y de la mano de su domadora en tremendo almacén, haciendo así de compras, con cargo a la comuna. jeje