Se fue de Tlaxcala uno de los personajes con las peores cartas credenciales. Su arribo a la Secretaría de Seguridad Pública, no pudo ser otro que el cumplimiento de compromisos de campaña. * Perla, una travesura de Manchis en contra de quiquepeña para ganar (no) Chalco.
Mire qué manera de deshacerse de una, “aliada” con aspiraciones de seguir cuesta arriba con su carrera política: el gobernador Mariano González Zarur, envió a la diputada federal (de los folders) Perla López Loyo, como operadora estrella del PRI para asegurar en Chalco el triunfo de Eruviel.
A petición de su brody Quique Peña Nieto, el amo tomó tan importante decisión, ordenando a la diputada de los constantes paseos con el bisnieto en plena Plaza de la Constitución (de Tlaxcala) su traslado (sin bisnieto, claro) al municipio número 15 del Edomex, por densidad poblacional, con 257 mil 500 habitantes, de los cuales 132 mil son mujeres, o sea, ellas dominan ese valle.
Con tan elevado encargo, la seño legisladora (de reciente ingreso al PRI) tomó sus chivas y se dedicó a invitar a una larga lista de orticistas, para que la ayudaran a garantizar resultados espléndidos a favor del PRI, y qué cree… la desairaron.
Hay que reconocer su apego al trabajo hormiga, a la conformación de células promotoras de una causa y, a la suma de estas en torno a las famosas redes de mujeres, donde antaño tuvo manga ancha. Nada más le hace falta el apoyo de su protector de toda la vida para que cuajen dichas acciones.
Pero, como negó tres veces a Héctor Ortiz, cuando el entonces candidato Manchis, la tomó del pescuezo y no la soltó, pues ahora el ex gobernador le hizo fuchi a la añosa jarocha que sin duda ocupó un sitio importante en su vida.
Ahora bien, actualicémonos. Ignoro si el exportar a Perlita a la talacha para sumar votos en favor de Eruviel será útil para esa causa o de plano, se trata de una maldad del señor Manchis, porque ya ves que sus reacciones a veces (bueno muy a menudo) carecen de cualquier lógica.
Y para muestra un botón.
En la elección pasada, Héctor Ortiz, incorporó a Perlita en el team electoral de Rafael Moreno Valle Rosas. Nada más que allá en Puebla, sí trabajaban y, como la ex aspirante a candidata panista a gobernadora, pues iba acostumbrada a un trato fino, reventó en cuanto se dio cuenta que allá sí trabajaban, de sol a sol.
Tanto fue su desencanto –sí, porque ella esperaba ser colocada como en un nivel de coordinadora de la campaña, o de a perdis, subcoordinadora- que mejor tomó la decisión de coquetear con los de enfrente y, venderles unos números tan alegres que, casi la colocaban como la nueva rectora de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT).
Con semejante expectativa, el candidato Manchis, ni tardo ni perezoso la recibió y la presumió en ciertos actos de campaña.
Hoy, ya recibió su parte de protagonismo al que pudo haber aspirado a lo largo del sexenio, con el encargo de la elección de Chalco.
Después, que no ande diciendo que quiere ser candidata a senadora o que la están subutilizando, porque mira que va a brillar en el Estado de México (ajá).
La penosa corrida de Valentín
Pues según Ubaldo Velasco Hernández, el oficial mayor del gobierno del señor Manchis, el haber echado al secretario de seguridad pública, no obedeció, ni a malos resultados en la evaluación de confianza realizada por la SSP, o a la manifestación de repudio organizada por los polecías, o a los pésimos resultados en su desempeño (ya ves, de la noche a la mañana llegaron los levantones, el secuestro, las ejecuciones y los robos) y mucho menos a que su amo, el gober, haya sufrido un ataque de ira, del cual resultó la primera renuncia de un colaborador estratégico.
Nel, según el oficial mayor Uvita, la dimisión obedeció a motivos de carácter absolutamente personal.
¿Qué, qué?
Y dónde quedó el temperamento del amo a la hora de advertir a sus subordinados que todos, sin excepción se encuentran a prueba, y dependiendo de los resultados de su trabajo permanecerán o saldrán como tapones de sidra.
Es honesto decir que la llegada de Valentín, obedecería al pago de la inversión en efectivo y en especie, hecha por el ex gobernador de Veracruz, Fidel “el negro” Herrera Beltrán.
Que por las plazas donde anduvo salió mal. Que su paso por Durango no fue más que la extensión de los negocios planeados en el Puerto, ejecutados en la tierra del narco y, por si fuera poco, traídos a Tlaxcala, donde insisto, en una actitud alejada de toda lógica, el mandamás colocó a una persona con chica colota en el puesto más delicado, el relacionado con la integridad de los tlaxcaltecas.
Dicen que Valentín veía sólo y su alma la manifestación aquella de personas de la tercera edad. Que giraba instrucciones para organizar la represión, pero, nadie lo tomó en cuenta.
Esa sería la gota que derramó el vaso del hoy ex secretario, quien podrá defenderse de todos los ataques, pero jamás se quitará de encima el sanbenito de estar metido hasta el tuétano con los zetas, por citar algunas versiones en poder de la propia SSP y de otros organismos de inteligencia con representación en Tlaxcala.
Tan desafortunada decisión costó vidas, recursos y, causó inestabilidad.
¿Y quién es el responsable de ello?
Pues Manchis.
No sé cuánto tiempo va a tomar a nuestro singular mandamás, el hacer una profunda reflexión sobre el grave perjuicio en contra de sus paisanos, debido a sus arrebatadas decisiones.
Ojalá no demore demasiado la disculpa al respetable, que ha aguantado como los machos las majaderías, las equivocaciones, las ocurrencias y hasta las ofensas.
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