Una pregunta que empezó a correr entre los miembros del gabinete legal y ampliado es qué hicieron los diputados y las diputadas locales para que de repente llegara la orden de no convocarlos más a los eventos de las dependencias estatales que por lo regular son encabezados por la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.

 

 

Nadie sabe si fue porque los legisladores tlaxcaltecas tienen un afán protagónico o si jalan más reflectores que la mandataria y los funcionarios estatales. Tampoco se tiene claro si han dejado de ser útiles o por ser demasiado sumisos y dóciles no conviene tenerlos cerca.

 

Se desconoce si algunos diputados o diputadas gozan de mala fama pública que lo mejor es evitar que se mezclen con los impolutos lorenistas o si los legisladores están creciendo en imagen y presencia entre los ciudadanos, razón por la cual se les debe limitar su exposición mediática para que ninguno vaya a crecer más políticamente hablando.

 

No se descarta que el origen de esa instrucción tenga como origen el celo político o que sea porque los diputados y las diputadas están descuidando su trabajo legislativo, es decir, que dedican más tiempo a andar de matraqueros en los eventos de la gobernadora Cuéllar que en atender y desahogar los pendientes legislativos.

 

Lo que es un hecho, es que el secretario de Gobierno, el morelense Luis Antonio Ramírez Hernández, dio la instrucción para que a partir de ayer los titulares de las dependencias estatales dejen de convocar a los legisladores tlaxcaltecas a los eventos oficiales a fin de no generar distracciones que interfieran en su importante labor.

 

El mensaje lo recibieron no sólo los miembros del gabinete legal, sino también los funcionarios que forman parte del gobierno ampliado. El texto de inmediato se empezó a distribuir en algunos grupos de WhatsApp, porque nadie entendía la razón de esa extraña orden.

 

Antes era una prioridad invitar a los legisladores tlaxcaltecas, sin embargo ahora dejó de ser relevante contar su presencia.

 

Los diputados que ya fueron advertidos no entienden cuál es la razón del veto y algunos analizan la posibilidad de solicitar una audiencia con la gobernadora Lorena Cuéllar con el propósito de preguntarle qué motivó esa incomprensible decisión.

 

Elección del PAN a tribunales

 

El conflicto y la disputa por la dirigencia estatal del PAN en Tlaxcala no han terminado y pronto llegará a los tribunales.

 

El grupo opositor al que encabeza el dirigente del PAN, Ángelo Gutiérrez Hernández, el cual es encabezado por el ex alcalde de Apizaco, Julio Cesar Hernández Mejía, se inconformará ante la Comisión de Justicia del CEN que deberá revisar el procedimiento, pero en caso de que no acepte las pruebas que documentan las supuestas anomalías como la falsificación de firmas de militantes y de la actas de las sesiones de los comités municipales, el asunto se llevará a los tribunales electorales donde se tendrá que resolver definitivamente.

 

Por lo pronto, ya existe una denuncia penal de la diputada federal del PAN, Mariana Jiménez Zamora, por la agresión que sufrió ella y otras tres mujeres que fueron bañadas con extintores durante la asamblea del pasado domingo, lo cual provocó que pararan en el hospital.

 

También, se espera que el viernes algunos miembros del partido acudan a la Fiscalía General de Justicia de Tlaxcala para presentar la denuncia por la falsificación de su firma en documentos oficiales del PAN.

 

Finalmente, se reveló que algunos ex candidatos que participaron en los pasados comicios locales están a la espera de que el INE termine con el proceso de fiscalización de las campañas y haga pública la información para que se pueda documentar que la dirigencia del PAN en Tlaxcala habría malversado recursos de las actividades proselitistas.

 

Se sabe que en Tetla la candidata lejos de recibir 80 mil pesos sólo obtuvo un apoyo de 50 gorras, lo cual también se replicó en los abanderados a diputados locales de los distritos de Huamantla, razón por la cual se requiere saber cómo justificó la dirigencia esos recursos y con qué facturas, pues está claro que los candidatos no recibieron el dinero que les correspondía y que éste se gastó en otro lado.

 

El conflicto se prolongará por varias semanas, pero se calcula que antes de que termine el año se conozca un fallo definitivo que podría derivar en un nuevo proceso para elegir a la dirigencia del PAN en Tlaxcala.

 

Veremos qué es lo que pasa.

 

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