El festejo de los tres años en el poder de Morena y Lorena Cuéllar Cisneros como gobernadora de Tlaxcala deberá esperar mejores tiempos, porque hoy los pleitos legales por una diputación local y la presidencia municipal de Huamantla están acaparando la atención mediática, al igual que el inminente relevo de funcionarios en el gabinete legal y ampliado.

 

 

La morenista Marcela González Castillo y la dirigencia de Movimiento Ciudadano se niegan a aceptar su derrota y confabulados buscan que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación corrija el fallo por el cual se declaró ganadora de los pasados comicios del 2 de junio a la también morenista Ana Bertha Mastranzo Corona, victoria que dejó a la operadora lorenistas y ex nuera del ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya sin un lugar en la siguiente legislatura y sin curul al representante del partido naranja Guillermo Hueyotlipan Barrón.

 

Y a la par de que se espera el último fallo para ponerle fin a esa disputa legal, también se conocerá el jueves la sentencia sobre la anulación de la elección para presidente municipal de Huamantla, cuyo triunfo lo alcanzó el verde ecologista Salvador Santos Cedillo, pero que los magistrados electorales de Tlaxcala lo invalidaron para quedar bien con el poder.

 

Morena y la gobernadora Cuéllar están empeñados en lograr gobernar Huamantla, sin embargo habrá que ver si en este caso en específico los argumentos esgrimidos por el partido guinda para invalidar los comicios se sostienen o son desechados.

 

La decisión tiene muchas aristas, porque si se anulan se deberá designar a un Consejo Municipal que, ante la polarización que se dará en el pueblo mágico, será muy complicado lograr los consensos que se requieren para tal propósito, pero en caso de que se regrese el triunfo a Salvador Santos habrá que esperar cuál será la reacción del gobierno estatal que ha mostrado una abierta diferencia contra el verde ecologista, quien seguramente se sentirá empoderado para enfrentar los embates que vengan.

 

Por tal razón, la atención de la clase política está centrada en esos casos, porque si se ratifica el triunfo de Ana Bertha Mastranzo y se reviente el fallo del Tribunal Electoral de Tlaxcala que anuló los comicios en Huamantla, el lorenismo sufrirá dos duros revés que necesariamente lo tendría que obligar a corregir el rumbo para no seguir debilitándose ante la opinión pública y sus adversarios políticos.

 

Estos temas han ganado espacios en la agenda mediática y han desplazado el tercer año de gobierno de la actual administración estatal que se cumple el 30 de agosto. Sus logros no están siendo percibidos por los ciudadanos y las ciudadanas ni los resultados alcanzados en algunos rubros, lo cual resulta negativo porque los niveles de desaprobación siguen a la alza por más que se quiera negar ese hecho.

 

Otro asunto que se ha venido posicionando es el inminente cambio y rotación de funcionarios. Se habla que los titulares de las secretarías de Turismo y Cultura, Josefina Rodríguez Zamora y Antonio Martínez Velázquez, respectivamente, ya dejaron sus dependencias desde hace unos días y hasta ahora nadie sabe quiénes ocuparán esos espacios.

 

También se dice de otros ajustes dentro del equipo lorenista que podría implicar tres o cuatro movimientos más, ya que en el gabinete ampliado se han detectado algunas bajas que pronto se darían a conocer.

 

Agosto el mes más violento de lo que va de 2024

 

Algo debe hacer el ineficiente secretario de Seguridad Ciudadana, Alberto Perea Marrufo, para detener la ola delictiva y de hechos violentos que se están registrando en Tlaxcala.

 

El actual mes podría ser considerado como uno de los más violentos de los últimos meses. Se habla ya de más de trece homicidios y de varios hechos que han involucrado la presencia de armas de fuego, como se dio a conocer a través de otro video publicado en redes sociales que demuestra la barbarie de un hombre que dispara en varias ocasiones a personas que participaron en una carrera de caballos realizada en el municipio de Axocomanitla.

 

Lo grave es que la violencia se encuentra desatada y no se sabe de personas detenidas por esos hechos o de operativos para tratar de inhibir ese tipo de situaciones que ponen en duda que Tlaxcala sea uno de los estados más seguros del país.

 

Alguien debe exigirle cuentas y resultados al capitán de la Marina, Alberto Perea, porque no es posible que todos callen como si la intención fuera normalizar la violencia en la entidad.

 

El asunto y el ambiente ya resultan preocupantes.

 

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