Dormíamos como siempre lo hacemos los que vivimos por el Tlahuicole, y de repente ¡zaz!… un carro rete chulo se estrelló con todo los borrachotes que llevaba dentro… Debe Romano explicar cuánto cuesta el remozamiento de la Casa de Gobierno, y sobre todo si su constructora, a cargo de una de sus hijas, fue beneficiada con esta adjudicación.
Uno ni se imagina que se va a encontrar con semejante urgencia. Y menos que de un carrazo bajaría chachalaco un personaje tan querido, bueno ya no tanto con estos desplantes…
Corría como siempre la noche en Tlaxcala. Quienes viven en las inmediaciones del estadio Tlahuicole, pues entre las sirenas, las maniobras de los tráileres de la Chamburcí y los de Soriana, ya saben, se les van las horas.
Pero como que te acostumbras a ciertos ruidos. Penetran sin gran problema la oreja.
Ah, pero no se trate de los gritotes del chavo ese hasta la mother, retando a quien se le pusiera enfrente, pues con la alcurnia que se carga se siente con derecho de estrellar el BMW en cualquier parte, a la hora que se le antoje y le moleste a quien le moleste.
No’mbre pos así de rápido salimos a ver quién carajo se había accidentado.
Sabes, en los ojos del muchacho se advierte frustración. Su baja autoestima lo lleva a chupar con ansia desbordada porque a su edad, el estado de su hígado es lo de menos… lo que importa es que hay para pagar cualquier desperfecto y hasta para comprar la vida de algún atrevido madrugador que cometa la osadía de atravesarse en el camino del junior.
Quisiera más poder pero no se lo dan.
Por eso yo creo que lo ahoga con wisky. Nada más que a veces lo mezcla con chelas y, ya encarrerado, pues con lo que caiga… la cosa es reventar… no y luego con las tremendas lunas que se asomaron como incitante queso para deglutirlo al modo de botana… sí, placer lunático propio de un hijo de papi, de los que conforman estadísticas y arrancan lágrimas amargas cuando su impericia los lleva a acabar mal.
¿Oceánica?, ¿Tan chavo?… oye, pues le urge ayuda.
¿Qué tal hablar con su papi?
Sería lo mejor.
Ojalá todavía se pueda.
Ojalá ese amor infinito por el retoño rebase a la sinrazón del poder.
¿Para esto lo querían?
Ay ojito… te empañaste…
Romano es re mono…
Cómo pasas a considerar que los nuevos inquilinos de la Casa de Gobierno, iban a llegar a ella sin someterla a cambios estéticos.
Caray, pues para eso es el dinero.
Así que llámale al Romano ese y, a la voz de acuérdate de la inexistencia de Contraloría en los tiempos de Tulio Hernández, atáscate con obra sin concurso, si al fin se trata de hacer felices las horas del mandamás.
Y tiene razón. Si vamos a recibir en Casa de Gobierno a gente bien, oye, por lo menos que se vea decente.
¿A cargo de quién está la obra?
¿Pos no ya te lo dije?
De la arqui (sí porque se quedó a medias, o sea le falta «tecta» y el título que lo avala) hijita del tal Romano.
O sea, como dice calzonzin, cierto mérito en este sistema lo tienen, unos porque roban… y otros, porque roban más!
Y ahora que, el comportamiento de estos debería ser diáfano, dentro de la caja de cristal prometida por el gobernador Mariano González Zarur, nos salen con, digamos cosas buenas que parecen malas.
A ver:
Así como medida de respeto para los tlaxcaltecas, el señor secretario de Obras, Desarrollo Urbano y Vivienda, Roberto Romano Montealegre, debe explicar de qué manera se adjudicó la obra de remozamiento de la Casa de Gobierno de Tlaxcala. En qué consisten las modificaciones que realiza la empresa a cargo de su hijita la arqui, cuánto va a costar y de dónde van a salir los recursos para pagarlas.
Digo, en este sexenio de los despidos, los desplantes y los autos estrellados, en alguien tiene que caber la prudencia.
Si mostrase un mínimo de decencia, el beto -como lo llaman sus íntimos- lo menos que haría es exponer a su propia familia al escarnio popular por andar haciendo eso, cosas buenas que parecen malas, que equivale a cosas malas que nadie les ve así de buenas, sobre todo con la política cuenta chiles, de confrontación con todos y por cualquier cosa.
Una del delicado Tomasito Munive
Culminó la etapa de espera arropada en una institucionalidad fingida por el magisterio elbista.
Creyente que llegó a la USET para eternizarse en ella, tomy estiró más de la cuenta su relación con la Sección 31 y, le pasó lo que tenía que ocurrir. ¡Lo mandaron al carajo!
No le extrañe si en breve, este pretendido ambiente de la Isla de la Fantasía (versión Manchis) se convierte en un caos, alimentado por el coraje de un magisterio muy molesto por atrevimientos, uno tras otro en el sexenio del descontón.
Post Views: 19