En verdad siete de cada diez tlaxcaltecas votará por Morena en las elecciones del próximo 2 de junio como lo aseguraron el pasado fin de semana los senadores reeleccionistas Ana Lilia Rivera Rivera y José Antonio Álvarez Lima.

 

 

Será que piensan que su desapercibida e intrascendente campaña para que sigan cobrando como senadores ha sido espectacular y efectiva.

 

Pensarán que la trillada frase del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de que “amor con amor de paga” se ha cumplido en Tlaxcala.

 

A caso no se darán cuenta del desprecio que Claudia Sheinbaum Pardo, candidata presidencial de Morena, tiene hacia los tlaxcaltecas, pues a lo largo de 68 días que lleva su campaña se ha negado a visitar Tlaxcala, el segundo estado que más votos aportó al triunfo de López Obrador en los comicios del 2018.

 

Faltan 22 días para que concluyan las campañas y es probable que la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México venga unas horas y se aleje inmediatamente de la entidad que actualmente gobierna Lorena Cuéllar Cisneros.

 

En estos momentos, 1,042 mil 687 tlaxcaltecas podrán emitir su voto el próximo 2 de junio.

 

Y aunque la meta de 550 mil votos que impuso Claudia Sheinbaum a los morenistas tlaxcaltecas para los comicios pareciera fácil de alcanzar, en realidad dudo que Morena esté en condiciones de cumplir con esa meta.

 

Me explico. Si en las elecciones del 2 de junio se tuviera una participación del 70 por ciento de los ciudadanos, algo así como 729 mil 876 personas, Morena estaría en condiciones de cumplir con el objetivo en caso de que fuera cierto que siete de cada diez tlaxcaltecas sufragará por ese partido, pues los senadores reeleccionistas y Claudia Sheinbaum obtendrían 510 mil 913 votos.

 

Pero el anterior escenario no sólo es difícil de alcanzar, porque la maquinaria electoral de Morena está lejos de funcionar y operar como lo hizo en el 2018.

 

Si la participación ciudadana fuera el 65 por ciento y se diera que siete de cada diez tlaxcaltecas votara por los candidatos de Morena, entonces sumarían 474, 422 sufragios. Cifra que sigue siendo muy difícil y complicada de alcanzar en estos momentos en Tlaxcala.

 

Pero si la iniciativa de acudir a las urnas fuera del 60 por ciento, algo así como 625 mil 612 electores y se cumpliera el pronóstico de Ana Lilia Rivera y José Antonio Álvarez, la votación que alcanzaría Morena rondaría los 437 mil 928 sufragios, cifra que apenas si rebasaría la cantidad de sufragios que contabilizó López Obrador hace casi seis años que fue de 433 mil votos.

 

Los número antes mencionados son posibles de lograr, sin embargo hay quienes dudan que se obtengan porque Claudia Sheinbaum no es AMLO y porque ni Ana Lilia Rivera y José Antonio Álvarez tienen el arrastre electoral que demostró Lorena Cuéllar y que le permitió ganar la gubernatura en el 2021 con 305 mil 468 sufragios.

 

Faltan pocos días para conocer si Lorena Cuéllar mantendrá su título de ser la mujer más votada en Tlaxcala o si ese logro es arrebatado por Claudia Sheinbaum y Ana Lilia Rivera.

 

Morena empieza a dar muestras de preocupación en Tlaxcala, porque sabe que sí ganará la elección presidencial, el Senado y las tres diputaciones federales, pero no con la contundencia del 2018.

 

Por esa razón, este día se buscará manipular e influir en los estudiantes universitarios de Tlaxcala para que voten a favor de Claudia Sheinbaum y Morena a través de un simulacro que estaría siendo financiado con recursos públicos y arropado por las principales instituciones de educación superior del estado.

 

Al secretario de Educación Pública de Tlaxcala, el chaquetero Homero Meneses Hernández, porque de noche entrega su amor al PVEM y de día a Morena, le valió la instrucción de la mandataria de no inmiscuirse en el proceso electoral y hoy llevará a cabo un simulacro con la consigna de que Claudia Sheinbaum arrase en ese ejercicio.

 

El Instituto Tlaxcalteca de Elecciones bajo el control de Morena optó por callar y permitir esa descarada y absurda manipulación. La oposición también guardó silencio y con ello se volvió cómplice.

 

Las urnas, y las boletas foliadas están listas. Los rectores y directores de las instituciones de educación superior asumirán su papel de mapaches electorales, porque la consigna es que Sheinbaum Pardo aplaste tanto a Xóchitl Gálvez Ruiz, candidata presidencial de Fuerza y Corazón por México y a Jorge Álvarez Máynez, abanderado de Movimiento Ciudadano.

 

En este día obtendrán su título de mapaches electorales Yesica Imelda Saavedra Benítez, directora del Instituto Tecnológico de Apizaco y Moctezuma Bautista Vásquez, rector de la Universidad Tecnológica de Tlaxcala (UTT).

 

Así como el director del Instituto Tecnológico Superior de Tlaxco, Blas Marvin Mora Olvera, la rectora de la Universidad Politécnica de Tlaxcala (UPTx), Rosalía Nalleli Pérez Estrada y el ex diputado local Víctor Castro López, rector de la Universidad Politécnica de Tlaxcala Región Poniente (Uptrep).

 

Obviamente, el mapache mayor y artífice de ese manipulado simulacro de votación será Homero Meneses, quien piensa que con esas estúpidas acciones le van a perdonar su traición después de que se desbordó en apoyar al candidato del PVEM al Senado, el ex panista Sergio González Hernández.

 

Ni hablar, ese es el nivel de los cretinos operadores de Morena en Tlaxcala.

 

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