La siguiente semana será clave no sólo en el ámbito político, sino en el administrativo, porque seguramente se sabrá quiénes dejarán sus cargos para contender por un puesto en los próximos comicios y quiénes serán los nuevos funcionarios que llegarán al gobierno lorenista.
En la administración estatal se siguen registrando cambios y rotación de personal en diferentes áreas y se espera que en marzo se lleven a cabo nombramientos como es el caso de la Secretaría de la Función Pública que se encuentra acéfala tras la intempestiva salida de la ex priista Eréndira Cova Brindis, quien no se sabe si le alcanzará para convertirse en aspirante a una diputación local o a una presidencia municipal.
Los rumores de cambios han aumentado conforme pasan los días, por ejemplo hay quienes aseguran que la soberbia titular de la Secretaría de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, dejará su posición para ser candidata, al igual que Homero Meneses Hernández, quien actualmente se desempeña como responsable de la Secretaría de Educación Pública.
Lo real es que se trata de especulaciones porque en los hechos sí se esperan ajustes en el gabinete lorenista, pero éstos serán contados y en casos específicos, es decir, se darán los relevos en aquellas áreas que registran problemas o en dónde los funcionarios ya demostraron que no pueden con el cargo.
Ya le había comentado que hay varios funcionarios estatales que están cerca de conseguir candidaturas a diputados locales o a presidentes municipales, por lo que éstos seguramente se alistan para dejar sus puestos la siguiente semana.
También hay presidentes municipales como el de Huamantla, Salvador Santos Cedillo, quien está aprovechando el tiempo para recorrer el pueblo mágico e inaugurar obras, ya que su proyecto es solicitar licencia y buscar la reelección con el respaldo del PVEM. La tarea no es tan complicada, pero tampoco quiere decir que será fácil sobre todo porque Morena quiere gobernar esa población y tratará de dar pelea.
En la misma tesitura se encuentra el alcalde panista de Apizaco, Pablo Badillo Sánchez, quien está aprovechando el tiempo para aceitar su maquinaria electoral mientras Morena sigue buscando al rival que nominará para los comicios del próximo 2 de junio e intentar arrebatar esa ciudad que por casi 20 años ha estado bajo el poder de Acción Nacional.
Los días por venir serán interesantes no sólo por los cambios y ajustes, sino porque la disputa por el poder será intensa.
Veremos qué tan comprometidos están los virtuales candidatos de Morena al Senado, José Antonio Álvarez Lima y Ana Lilia Rivera Rivera, en hacer campaña para lograr su reelección y dejar su zona de confort, porque hasta ahora no se les ve equipo, ni una estructura propia que contribuya a conseguir la meta de los 550 mil votos que fijó para Tlaxcala la abanderada presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo.
Urge que esos aspirantes y los candidatos a las tres diputaciones federales se coordinen y se pongan a trabajar, porque no todos los tlaxcaltecas están a favor de la reelección y porque hay distritos en donde el nivel de conocimiento de una de las aspirantes es bajo, como es el caso de la petista Irma Garay Loredo que si gana será por Morena y no por ella, según los resultados de una reciente encuesta levantada en la demarcación del tercer distrito electoral federal.
Por cierto, ayer se cerró el plazo de los registros de los candidatos presidenciales, al Senado y a las diputaciones federales. En las siguientes horas se sabrá qué aspirantes quedaron firmes y sobre todo quiénes son los suplentes, con lo cual se terminarán las especulaciones y los rumores de los últimos días.
Habrá que ver si hay o no sorpresas.
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