A unos meses de que en Tlaxcala el partido Morena arranque sus procesos internos para elegir candidatos a diferentes cargos de elección popular, los riesgos de confrontaciones y divisiones internas siguen aumentado ante la falta de un liderazgo que pueda generar piso parejo y las condiciones para que todos los grupos logren posiciones.

 

 

Desde hace ocho meses cuando se concretó la imposición del ex priista Carlos Augusto Pérez Hernández como dirigente estatal de Morena, las diferencias de la militancia prevalecen en ese partido, sobre todo porque hubo grupos que vieron mal la designación de un arribista que no fundó ese instituto político y que tampoco trabajó para lograr que la Cuarta Transformación alcanzara el poder en la entidad.

 

Carlos Augusto Pérez representa los intereses de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros y no los de la militancia, de ahí que ese personaje está dedicado sólo a promover a los políticos ligados a ese grupo como ya quedó demostrado en los últimos eventos partidistas que ha encabezado el ex panista y hoy secretario de Gobierno, Sergio González Hernández.

 

Se dice que el marcado favoritismo hacia la expresión lorenista y la corriente que encabeza el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya ha empezado a tener repercusiones, porque otros grupos que se sienten excluidos como el de los senadores Ana Lilia Rivera Rivera y el de José Antonio Álvarez Lima se han organizado junto con el que encabeza la diputada federal Dulce Silva Hernández y el de alcalde capitalino Jorge Corichi Fragoso para exigir a su líder nacional, Mario Delgado Carrillo, que garantice la apertura y el piso parejo a los miembros del partido en la búsqueda candidaturas para los próximos comicios del 2024.

 

Las expresiones que están fuera de la órbita de influencia de la mandataria coinciden en que sí Lorena Cuéllar siendo una gobernadora emanada de Morena no le gusta ejercer el poder con militantes de su partido, porque es obvio que prefiere a panistas, priistas, perredistas y orticistas es su problema, sin embargo la dirigencia nacional y estatal deben asegurar que los verdaderos miembros de esa fuerza política puedan tener presencia real no sólo en el Congreso de la Unión, sino en el Congreso del Estado, en los ayuntamientos y en las presidencias de comunidad.

 

Lo anterior es una consigna que los grupos morenistas opuestos a la mandataria ya pusieron sobre la mesa y ahora esperan la intervención de la dirigencia nacional para recomponer y reorientar las decisiones del partido en Tlaxcala, porque de lo contrario las diferencias aumentarán al igual que el riesgo de que se registre una importante ruptura.

 

Se habla que ante el pésimo liderazgo y trabajo que lleva a cabo Carlos Augusto Pérez, se analiza la posibilidad de que éste ex priista regrese a sus funciones como diputado federal y se designe a un nuevo dirigente que sea reconocido por la militancia y que no es otro más que Steve Esteban Del Razo Montiel, quien la hace de operador del lorenismo y en sus ratos libres acude a legislar en la Cámara de Diputados.

 

Varios expresiones morenistas también exigen que se revise la recién integración de los comités municipales de defensa de la Cuarta Transformación, pues existe la sospecha de que sólo se integró a simpatizantes de un grupo y las demás corrientes fueron marginadas porque nunca se les convocó, lo cual resulta una trampa porque desde ahora se está favoreciendo a ciertos políticos o políticas para que se perfilen como futuros candidatos a las presidencias municipales.

 

La unidad en Morena está sostenida con alfileres. La disputa por la candidatura presidencial ha dejado entrever que hay problemas y malestar porque el piso parejo que se prometió no existe.

 

El activismo que en los últimos días ha tenido en Tlaxcala el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, ha puesto nerviosos a varios y más cuando comprueban que sus operadores en el estado no dejan de pintar bardas y de sumar a simpatizantes a su causa.

 

Aunque existía la percepción de que en Tlaxcala la favorita para alcanzar la candidatura presidencial de Morena era Claudia Sheinbaum Pardo, la actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, en los hechos se percibe una cargada para Adán Augusto López que según algunos estudios de opinión ya desplazó a Marcelo Ebrard Casaubón del segundo lugar de las preferencias.

 

Adán Augusto López acertó cuando decidió designar a Raymundo Vázquez Conchas como su coordinador en la entidad. Se trata de un político con experiencia y trayectoria que siempre ha trabajado al lado de la gobernadora Lorena Cuéllar. Conoce los grupos y el terreno que se debe recorrer para garantizar una buena operación política.

 

Morena vive su mejor momento, pero también no es ajeno a las grillas internas que lo podrían debilitar.

 

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