Los hechos hablan por sí solos al grado que dos funcionarios estatales quedarán exhibidos como mentirosos y manipuladores.
Su actitud y comportamiento explicarían claramente por qué la inseguridad es galopante y por qué las grillas internas, el golpeteo entre funcionarios y la escasa unidad que existe al interior del gabinete legal y ampliado de la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros.
Será cuestión de horas, días o quizá semanas, pero es un hecho que se confirmará que el engreído y tonto Ramón Celaya Gamboa, secretario de Seguridad Ciudadana, está siendo investigado desde el 2022 por la Fiscalía General de la República a través de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada.
De acuerdo con la información dada a conocer por el periodista Isael Pérez Olivier en su columna En Tercera Instancia que publica en Internet en la Revista Portales, se sabe que la investigación es real y que hay un oficio fechado el 1 de marzo del año en curso, en el que se asientan los actos de investigación solicitados por el Agente del Ministerio Público de la Federación, adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Salud al Titular de la Policía Federal Ministerial, con carácter de urgente:
“El modus vivendi y operandi y sin contactar, así como los vínculos de familiares, vehículos y personas allegadas a los siguientes objetivos: RAMÓN CELAYA GAMBOA (actualmente Secretario de Seguridad Ciudadana del Estado de Tlaxcala)”.
“Solicite antecedentes de las personas antes referidas, así como de los vehículos y domicilios, a los titulares de la FEMDO, a los Coordinadores Generales de UEIDCS, INTERPOL, Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social”. (…).
Hasta ahora no se precisa si la investigación estaría relacionada con su labor como ex vicefiscal en el estado de Guerrero o por la cercanía de su esposa Maribel Cervantes Guerrero con el ex poderoso Genaro García Luna, el ex secretario de Seguridad preso y juzgado en los Estados Unidos acusado de narcotraficante.
Ramón Celaya siempre sostuvo ante la gobernadora Lorena Cuéllar que estaba limpio y que no tenía ni enfrentaba cuestiones legales en su contra, sin embargo es un hecho que mintió tal y como en su momento lo hizo el primer secretario de Seguridad Ciudadana de la actual administración estatal, Alfredo Álvarez Valenzuela, quien se encuentra prófugo de la justicia, acusado entre otros delitos, por acoso sexual y desaparición forzada de personas.
El secretario tiene mucho que explicar, incluidos los extraños movimientos de personal que ha realizado en la convulsionada dependencia estatal para contratar a colaboradores y escoltas que tendrían malos antecedentes y que además carecerían de la acreditación correspondiente.
Como es el caso de Roberto Sánchez Sigala e Iván Cedillo González, ex policías federales. El primero separado de su último trabajo por una cuestión administrativa, es decir, se presume que habría incurrido en un acto de corrupción, mientras que del segundo no se tiene clara su salida de su anterior puesto.
Esos elementos que hoy trabajan al lado de Ramón Celaya fueron detenidos en el 2018 en la Ciudad de México portando armas. Aunque a la hora de su captura dijeron que laboraban en el área de seguridad de un restaurante, los policías que los interceptaron comprobaron que no era así y que estaban armados y que además eran miembros activos de la Policía Federal adscritos a la División de Inteligencia, quienes realizaban labores sin tener el oficio de comisión correspondiente, razón por la cual fueron puestos a disposición de la autoridad correspondiente.
Roberto Sánchez también ha sido detenido por ejercer violencia contra una mujer, hecho que se registró en el 2016 en la Ciudad de México.
Es obvio que Ramón Celaya está mintiendo y ocultando información relevante a la gobernadora, porque dudo que la mandataria tlaxcalteca haya invitado a trabajar en su administración a alguien que está siendo investigado por la FGR y sobre todo que hubiera aceptado la contratación de policías con malos antecedentes como los que le he descrito.
Veremos qué pasa con este asunto que seguramente dará mucho de qué hablar en los próximos días.
El otro hecho tiene que ver con la grave acusación que hizo el senil secretario de Gobierno de Tlaxcala, el ex panista Sergio González Hernández, quien denunció ante de militantes de Morena, simpatizantes y funcionarios estatales que la gobernadora Lorena Cuéllar estaba secuestrada por un grupo político que le impedía ver la realidad del estado.
Sin importarle el llamado que hizo su jefa para que los miembros del gabinete lorenista dejaran las grillas y su promoción rumbo a los comicios del 2024, el imprudente funcionario convocó el pasado viernes a una comida en el municipio de Totolac a donde acudieron cientos de personas que fueron testigos de la seria acusación que tenía como destinatario el grupo que encabeza el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya, su hijo Alfonso Sánchez García, actual secretario de Infraestructura y su nuera Marcela González Castillo, presidenta de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso del Estado.
Según Sergio González ese grupo mantiene secuestrada a la gobernadora que ya dejó de escuchar y ver otras cosas, lo cual resulta preocupante porque la mandataria estaría siendo mal aconsejada a la hora de ejercer el poder.
El secretario de Gobierno fue poco cuidadoso y muy imprudente porque no pensó en las consecuencias de escupir tanto veneno. Aunque en la reunión se ejerció un control sobre los teléfonos celulares de los invitados para evitar videos, grabaciones y fotografías, no faltó quien grabó las palabras del ex panista, con lo cual hizo evidente lo que era un secreto a voces y que es la disputa interna que hay entre funcionarios lorenistas para ver quién influye más en la mandataria que cada vez luce más débil.
Sergio González convocó a la reunión para promover su imagen y sus aspiraciones para convertirse en candidato al Senado, posición que también busca con todo el junior Alfonso Sánchez García.
Y aunque no faltaron los llamados para fortalecer el trabajo del gobierno estatal, de Morena y de las aspiraciones de Adán Augusto López Hernández, actual secretario de Gobernación, para que se convierta en el próximo candidato presidencial de la Cuarta Transformación, los asistentes a la reunión comprobaron que la disputa por la candidatura al Senado está provocando una severa división al interior del grupo de Lorena Cuéllar.
La crisis del gobierno lorenista no se puede ocultar.
Los hechos hablan por sí solos. O no.
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