Cuánto tiempo más será necesario que pase para que las autoridades estatales y municipales empiecen a dar resultados concretos y los tlaxcaltecas puedan distinguir y evaluar las obras y acciones que llevan a cabo, porque los días, semanas y meses avanzan sin que se concrete un proyecto emblemático o una política pública que sea reconocida por los tlaxcaltecas.

 

 

A 143 días de que la administración de Lorena Cuéllar Cisneros cumpla dos años, su gobierno no termina por consolidar un proyecto, una obra o una acción, es como si aún la mandataria no encontrara la cuadratura al círculo y siguiera experimentando con funcionarios estatales que están lejos de mantener su ritmo de trabajo y sobre todo dar los resultados esperados, razón que explicaría los cerca de 15 cambios de colaboradores en el gabinete legal y ampliado.

 

Aunque parezca increíble, el conflicto político de Xicohtzinco está próximo a cumplir dos años, es decir, que la presidencia municipal está cerrada y que el alcalde perredista, Luis Ángel Barroso Ramírez, se vea obligado a despachar en una sede alterna porque en Tlaxcala no existe la capacidad para hacer valer la ley.

 

Desde hace tiempo la Secretaría de Gobierno a cargo de Sergio González Hernández se declaró incompetente para solucionar el conflicto y lo trasladó al Congreso de Estado donde los diputados y las diputadas también hacen que lo atienden para mantenerlo como hasta ahora.

 

Según declaraciones del diputado Bladimir Zainos Flores el próximo 30 de mayo el pleno del Poder Legislativo emitirá una resolución con la creación de una “Comisión Especial” que se encargue del uso, destino y comprobación de los recursos públicos del ayuntamiento, medida que seguramente no aceptarán los inconformes contra el edil ni el presidente municipal en funciones, porque no resuelve de fondo el conflicto.

 

A ese problema hay que sumar el conflicto que existe con el sindicato de burócratas del 7 de Mayo, la quiebra financiera de Pensiones Civiles que impide incorporar a más jubilados y pagar los servicios médicos y de medicinas que exigen los empleados del gobierno del estado, pues es una realidad que los servidores públicos enfermos y sus familias han dejado de recibir los químicos que requieren para atender sus padecimientos.

 

Aunque a Lorena Cuéllar se le ha llamado la gobernadora de la salud por las acciones emprendidas en la entidad para mejorar este sector con más hospitales, infraestructura y médicos especialistas con el respaldo del IMSS Bienestar, la realidad es que la mayoría de los tlaxcaltecas atribuyen ese cambio al gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, más que a las autoridades locales.

 

Por lo que respecta a ciertos proyectos como el corredor turístico y urbano del río Zahuapan, son pocos los detalles que se saben y hasta ahora ningún funcionario estatal ha dado los pormenores y las acciones que incluirá, así como el monto que se invertirá en su desarrollo.

 

Lo mismo sucede con el proyecto del “Autotrén” que supuestamente desarrollará el sector privado. Nadie sabe la justificación legal que hubo para otorgar la concesión a una empresa poblana y si ésta cumplió con la ley, ya que ese procedimiento se ha llevado a cabo en la opacidad porque la información no se ha hecho pública.

 

En materia de seguridad vamos de mal en peor. Los datos e indicadores confirman que la llegada del petulante Ramón Celaya Gamboa, a la secretaría de Seguridad Ciudadana fue un error y un desastre, pues la entidad prácticamente lleva un mes sumergida en una ola de violencia que lo demuestra el elevado número de homicidios dolosos reportados en las últimas cuatro semanas.

 

Con Ramón Celaya han empezado a llegar otros funcionarios y policías de dudosa reputación como el recién nombrado director del Cereso de Tlaxcala, Juan Antonio Martínez Guerrero, quien desempeñó varios cargos relacionados con la seguridad pública en algunos estados del norte del país como Sinaloa y Nuevo León.

 

El secretario de Seguridad Ciudadana pronto cumplirá cien días en el cargo y se podrá evaluar si lo que ha hecho ha funcionado o sólo vino a interrumpir los avances y logros que se habían empezado a tener en esa materia, toda vez que los datos no mienten como sí lo hacen los funcionarios estatales que manipulan la información para justificar sus errores.

 

Ejemplos de lo anterior pronto se les daremos para que no haya dudas.

 

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