Aunque muchos están aprovechando el actual periodo vacacional para descansar o convivir con la familia, otros más están más que metidos en las elecciones para gobernador del Estado de México para tratar de conseguir trabajo u obras y, unos más, están concentrados en visitar a sus contactos y amigos con poder e influencia a nivel nacional con el propósito de ser considerados como aspirantes a un cargo de mayor relevancia para los comicios del 2024.

 

 

Marianito González Aguirre, esposo de Alejandra Del Moral Vela, candidata a la gubernatura del Estado de México por los partidos PRI-PAN-PRD y Nueva Alianza, no se cansó de solicitar apoyo a sus compañeros de legislatura local y a los que en su momento integraban el poderoso grupo político de su papá, Mariano González Zarur, para pedirles que lo respaldaran en su aventura de hacer a su señora la mandamás en aquella entidad, pues con esa posición tendrían todo lo que se requiere para regresar a Tlaxcala y retomar el poder.

 

El llamado tuvo muy pocas respuestas, pero no faltaron los que de inmediato se formaron para mostrar su lealtad y compromiso al junior. El primero fue el mediocre e intrascendente ex diputado local priista Ignacio Ramírez Sánchez que aceptó como mancuerna a otro ex legislador convertido hoy en día en un convenenciero que lo mismo financia al tricolor que a Morena, el voraz empresario constructor José Martín Rivera Barrios.

 

A ese par de “operadores” también se sumó Jorge Luis Vázquez Rodríguez, ex alcalde panista y ex funcionario en el gobierno priista de Marco Antonio Mena Rodríguez, a quien según dicen se le ha visto haciendo maniobras con los automóviles que utiliza Marianito González para hacer proselitismo en las zonas que tiene encargadas.

 

Esos son los brillantes operadores priistas que pudo reclutar Marianito para apuntalar la campaña “Valiente” de Alejandra del Moral, quien tiene el enorme reto de crecer más de 20 puntos porcentuales si es que desea ganar la gubernatura del Estado de México.

 

Por cierto, no lo cuente en voz alta, pero el personal sindicalizado de la Secretaría de Salud de Tlaxcala que recientemente o hace unos años obtuvo su plaza en la dependencia estaría siendo obligado a ir al Estado de México para hacer campaña y tocar puertas a fin de convencer a los electores de que voten por el PRI y su candidata.

 

En Morena, las cosas son diferentes y sobran los operadores tlaxcaltecas que están viajando a esa entidad para apoyar las actividades de la abanderada que representa la Cuarta Transformación, Delfina Gómez Álvarez, quien lleva una campaña a ras de tierra que le está permitiendo consolidar la amplia ventaja que mantiene sobre su más cercana rival.

 

Los estrategas de Delfina Gómez saben del compromiso y trabajo que llevan a cabo los políticos tlaxcaltecas, quienes en la pasada campaña por la gubernatura en el Estado de México entregaron buenos resultados pese a que no se logró la victoria, sin embargo en esta ocasión las condiciones son diferentes al grado que Morena pronto presumirá que controlará una de las entidades más importantes del país.

 

Obviamente muchos de estos operadores tienen vínculos y cercanía con la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros. De ahí que éstos conocen muy bien las malas mañas de los priistas, de ahí que están representando una gran ayuda para detectar y documentar las anomalías de la coalición integrada por los partidos PRI-PAN-PRD y Nueva Alianza.

 

Uno de los políticos morenistas que está aprovechando sus relaciones y los eventos nacionales para promocionarse como un serio aspirante al Senado es el presidente municipal de Tlaxcala, Jorge Corichi Fragoso, quien le ha dado preferencia a sus contactos a fin de ser considerado en las negociaciones que seguramente se llevarán a cabo entre los grupos para repartirse posiciones.

 

Corichi Fragoso mantiene una adecuada relación con la gobernadora Cuéllar y sabe que ella no lo vetaría para la candidatura al Senado si su nombre se maneja como una propuesta nacional, de ahí que el alcalde capitalino no deja de moverse a nivel nacional.

 

Otra política que le volvió a nacer el amor por Tlaxcala es la diputada federal morenista Dulce Silva Hernández, quien después de varios meses de ausencia decidió reaparecer para tener contacto con los habitantes de la entidad.

 

A nivel nacional se maneja que su marido César Yáñez Centeno, actual subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación podría ocupar el cargo de su actual jefe Adán Augusto López Hernández en caso de que éste se convierta en el candidato presidencial de Morena o hasta podría convertirse en su coordinador de su campaña, situación que le dará poder e influencia para negociar un nuevo puesto para Dulce Silva, quien ya ha dejado entrever que le encantaría ser senadora.

 

La disputa por las dos candidaturas al Senado es real. Ana Lilia Rivera Rivera, actual senadora recorre el estado y no descarta su reelección. El grupo de Alfonso Sánchez Anaya no baja el ritmo y sigue apuntalando las aspiraciones del junior Alfonso Sánchez García, actual titular de la Secretaría de Infraestructura.

 

Otro que también ya alzó la mano es el secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, quien realiza un trabajo más discreto. A la lista hay que sumar al galán y soberbio responsable de la Oficialía Mayor de Gobierno, Ramiro Vivanco Chedraui, quien cada que puede hace públicas sus aspiraciones bajo el argumento de que Morena necesita un perfil como el suyo si es que quiere ganar sin problemas las elecciones para Senador.

 

En fin, habrá que ver cuántos más se suman a la lista, la cual seguramente crecerá conforme avancen los días y las semanas.

 

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