No se puede tapar el sol con un dedo.

 

 

Sin embargo, hay quienes piensan que sí y lo que es peor, que pueden simular y tratar de vender unidad y fortaleza en el PRI cuando en realidad en ese partido prevalece la división, el malestar y la salida de militantes.

 

Al PRI en Tlaxcala le salió peor el remedio que la enfermedad. A casi seis meses de que la dirigencia nacional del ex partidazo encabezada por Alejandro Moreno Cárdenas “Alito” pactó con la longeva ex gobernadora de Tlaxcala, Beatriz Paredes Rangel, entregar el liderazgo del moribundo tricolor a la candidata perdedora a la gubernatura Anabell Ávalos Zempoalteca, la crisis no sólo se ha agravado, sino que la renuncia de militantes sigue siendo la constante.

 

Hoy la ingobernabilidad y el caos en el PRI tlaxcalteca es consecuencia de la falta de liderazgo y calidad moral de la actual dirigencia del PRI que preside Anabell Ávalos, quien ha comprobado que es factor de división y rechazo y que sólo sus amigos o aliados son lo que la respaldan.

 

La situación que atraviesan y enfrentan la gran mayoría de municipios es preocupante, porque en donde no prevalece el enfrentamiento entre grupos, existe la renuncia de priístas representativos o de los mismos ex candidatos o de autoridades en funciones en Cabildos o incluso de presidentes municipales.

 

Los señalamientos de traición hacia algunos representantes de los comités municipales, así como contra la dirigencia estatal son la constante, de ahí que nadie ha podido frenar la cada vez más grave descomposición del partido en Tlaxcala, lo cual es preocupante porque su actual estado nada tiene que ver con lo que representaba el PRI hace un par de años cuando destacaba como el partido gobernante en la entidad.

 

Basta con mencionar algunos casos de tantos en donde de continuar las rencillas así, la actual dirigencia estatal enfrentará severas consecuencias que serán irreversibles. Por ejemplo el desencanto y molestia de los priístas del municipio de Cuapiaxtla al haberse ido a engrosar las filas de Morena, proceso que encabezó el actual presidente municipal Antonio Romero elegido con las siglas del PRI.

 

Su salida tiene que ver con la falta de atención y desinterés de una dirigencia estatal que a pesar de saber que eran contadas sus autoridades electas y en funciones, no supieron ejercer ningún tipo de liderazgo desde el encargado del partido Óscar Amador Xochiteotzin y la actual dirigente para evitar su partida a Morena.

 

Otro caso es el de priístas del municipio de Nativitas, quienes esperan con ansias la visita de la actual dirigente para reclamarle la traición que en su momento tanto ella como candidata y la hoy diputada plurinominal por el PRI, Blanca Águila Lima, realizaron en contra del entonces aspirante a la presidente municipal, pues ambas levantaron la mano y trabajaron para a otros candidatos en los pasados comicios.

 

Los que tienen buena memoria recuerdan que los priístas de Nativitas fueron unos de los que presentaron la solicitud para expulsar a la hoy diputada local Blanca Águila por su traición tan evidente.

 

También está el caso del municipio de Huamantla donde mucha gente está ansiosa por manifestar su molestia y enfado al haber sido víctima de un engaño al haber impedido qué hubiera candidato del PRI a la presidencia municipal generando una supuesta alianza de facto con el PAN a favor del impresentable Humberto Macías Romero, quien para colmo tomó protesta como funcionario del gobierno estatal de la Cuarta Transformación en el Fideicomiso de Ciudad Industrial Xicoténcatl.

 

En Apizaco recientemente el movimiento y organización de grupos priistas para venderles calentadores solares a bajos precios molestó y enfadó a la militancia del ex partidazo. No sólo los priístas tienen presente que fueron traicionados por Anabell Ávalos, sino también por Blanca Águila, pues está más que documentado que ambas operaron en contra del ex candidato a presidente municipal José Luis Ramírez Conde, ex secretario en la administración menista y ex dirigente estatal del PRI.

 

En los últimos días se ha escuchado mucho del malestar y de la inconformidad que prevalece en ese municipio, al grado de que los militantes del PRI estarían valorando mostrar su enojo con una renuncia masiva.

 

Por esa razón, la dirigencia municipal y estatal han generado actos desesperados como el celebrado ayer en la tarde donde llevaron a cabo una entrega exprés y mal hecha de calentadores solares con la clara intención de simular que todo está bien, lo cual no es así porque no faltaron los reproches y burlas.

 

El PAN regala calentadores y ustedes los dirigentes del PRI se vienen a parar el cuello vendiendo esos equipos a bajos precios, lo cual es ridículo porque la militancia en nada se beneficia, se escuchó en el evento.

 

En el municipio de Yauhquemehcan la falta de atención desde las épocas de campaña y también posteriores a esta generaron que la ex candidata a presidente municipal y Secretaría Técnica del Consejo Político Estatal –todavía hasta hace algunas semanas- renunció al PRI para irse como coordinadora de las mujeres de Marcelo Ebrard en el estado.

 

En el municipio de Atlangatepec el ex presidente municipal José Macías y la gran mayoría de los hoy funcionarios del actual alcalde están enfocados todavía en lograr el registro de su nuevo partido, pero en caso de no cumplirse ese objetivo, ya nunca regresarían al PRI.

 

Así podríamos seguir analizando la situación que atraviesa el ex partidazo y llegaríamos a la conclusión que está muy jodido.

 

De hecho los priistas tlaxcaltecas no quieren saber nada de alianzas ni de los traidores que hoy buscan nuevamente ser candidatos a un cargo de elección popular rumbo a los comicios del 2024, pero esa es otra historia que pronto les contaré.

 

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