El episodio del 8 de Marzo siempre tiene secuelas y hoy no podrá ser la excepción.

 

 

Hoy los ojos de mujeres que reclamaron el miércoles por la tarde justicia y exigieron castigo a presuntos acosadores están sobre los jueces y autoridades universitarias que, al parecer, buscan manipular la ley o no atender un señalamiento específico porque se trata de un “maestro amigo”.

 

Trascendió que mientras las mujeres y familiares de la empresaria Donají N.se organizaban para mostrar su malestar e inconformidad por los resultados de la investigación en torno a su extraño fallecimiento, porque se presume que la violencia física y sicológica que enfrentó por parte de su marido Delfino Chamorro Macías la había orillado a quitarse la vida, se desahogó una audiencia donde el ex funcionario estatal compareció de manera directa para reclamar la custodia provisional de los hijos que procreó con la víctima que actualmente están bajo el cuidado de sus abuelos y su tío.

 

Dicen que el poderoso ex servidor público se habría amañado con su abogado que ha logrado la ayuda de la juez de lo Civil y Familiar Avelina Meneses Cante y de un magistrado del Tribunal Superior de Justicia en el Estado para lograr su cometido.

 

Lo curioso del caso, es que la juez Avelina Meneses que ya conocía el expediente y que por ese hecho habría mencionado que no lo quería resolver hasta llegar al extremo de solicitar que el mismo fue remitido a otro juzgado, fue la que está terminando por atender el asunto con la enorme sospecha de que mañosamente otorgara la custodia provisional de los niños que dejó la empresaria del ramo pastelero al también ex presidente de la delegación Tlaxcala de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.

 

La preocupación, temor y molestia de los familiares de Donají N. es entendible, porque sencillamente no ven que en el caso de la empresaria se haga justicia.

 

El otro asunto que al parecer se quiere minimizar o ignorar tiene que ver con la denuncia sobre acoso de una estudiante de la Universidad Autónoma de Tlaxcala contra el catedrático en Derecho, Roberto Borges Zurita, quien también cobra en la sala que controla el magistrado Fernando Bernal Salazar en el Tribunal Superior de Justicia del Estado, donde al parecer ha sido señalado de molestar e intimidar a mujeres.

 

De acuerdo con el panfleto distribuido durante la marcha del pasado miércoles que las mujeres tomaron las calles para exigir justicia, igualdad, respeto y denunciar a sus acosadores, la alumna de la máxima casa de estudios de la entidad habría dado a conocer una conversación a través de una red social con Roberto Borges que dejaría constancia de sus amenazas y presiones.

 

El cuestionado académico le habría enviado los siguientes mensajes: “Hija de tu put$ madre ya contesta las llamadas. ¿Por qué me bloqueaste?”.

 

A lo que la supuesta víctima respondió: “Déjame en paz por el amor de Dios deja de seguirme déjame de acosarme!! Ya te dije que no quiero nada contigo, déjame de arruinarme la vida”.

 

La respuesta del catedrático ligado a la familia Ortiz que controla la Universidad, pues el rector es Serafín Ortiz Ortiz habría sido la siguiente: “A mí no me verás la cara de estúpido, te tengo vigilada y de mi cuenta corre que no terminarás tu licenciatura, sino haces lo que te digo”.

 

Fue entonces que la estudiante respondió: “Haz lo que quieras ya estoy harta de que me sigas a todas partes. Eres un idiota pocos huevos, maldito violador, te aprovechas de tu cargo y tus influencias en la universidad”.

Se dice que Roberto Borges mantiene una relación cercana con el rector de la UATx, al grado que suele ayudarlo en sus trabajos de investigaciones y publicaciones de libros. Ese abogado también colabora con el notario Eduardo Lozano Tovar, cuñado del ex gobernador Héctor Israel Ortiz Ortiz.

 

Sobre esta denuncia y caso Serafín Ortiz no se ha pronunciado y tampoco ha fijado una postura.

 

Ayer un cansado rector salió ante los medios de comunicación para presumir que se había resuelto el paro de la Facultad de Ciencias de la Salud al lograr varios acuerdos con los estudiantes. Uno de ellos fue la baja inmediata del alumno acosador que fue señalado por las alumnas.

 

El Doctor Serafín Ortiz sostuvo que en la máxima UATx se respetan las garantías de las y los estudiantes, quienes siempre serán protegidos del acoso y del hostigamiento. Advirtió que se tomarán las medidas que corresponde a la Institución cuando se incurra en alguna de estas prácticas, pues priman los valores universitarios de libertad plena, igualdad, seguridad y el respeto a la dignidad de la persona.

 

Ojalá lo anterior sea cierto y también investigue y aclare la acusación que pesa sobre el catedrático Roberto Borges, porque hasta ahora se percibe que no existe la menor intención de atender la denuncia de la alumna y menos de aplicar una contundente medida disciplinaria en caso de que se demuestre la culpabilidad del maestro que está dejando muy mal parada a la Universidad y al rector.

 

Usted amable lector qué piensa, habrá justicia o prevalecerá la impunidad.