Tlaxcala ya entró a la fiesta de la sucesión presidencial de Morena y pronto se verá quién de las corcholatas tiene la simpatía de la estructura partidista y del liderazgo de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, que quieran o no, es la pieza clave que detenta el control del ejército electoral que se pondrá en movimiento en los comicios del 2024.

 

El fin de semana, Marcelo Ebrard Casaubon, el actual secretario de Relaciones Exteriores, mostró que sí goza de presencia y respaldo en Tlaxcala, una entidad que al parecer no le despierta mucho interés no sólo porque representa poco más del uno por ciento del padrón electoral, sino porque los tlaxcaltecas son 100 por ciento obradoristas y seguramente se inclinarán hacia donde se mueva su líder, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

 

Como responsable de la estructura de Ebrard se vio al diputado federal Carol Antonio Altamirano, quien logró sumar a diferentes grupos y actores a su causa. Su objetivo es tener en la entidad 30 mil promotores en los 60 municipios a fin de posicionar al ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de México como el mejor candidato de Morena.

 

Una corcholata que ha venido ganando terreno y simpatías, es el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien se dice que en estos días visitará la entidad para tener acercamiento con diferentes sectores.

 

Su presencia no pasará desapercibida y probablemente cuente con el recibimiento gubernamental de Tlaxcala que será determinante para que el funcionario federal y aspirante a la candidatura presidencial de Morena se luzca y quizá aparezca como el caballo negro en la sucesión de su partido.

 

Aún no se conoce su agenda ni qué municipios tlaxcaltecas recorrerá, pero lo que sí se sabe es que aprovechará al máximo su presencia para ganar adeptos. El viernes operadores de Tabasco estuvieron en Tlaxcala y se movieron para armar la estructura de los amigos de Adán Augusto y para “convencer” a ciertos medios de comunicación para que incluyan y destaquen la información del secretario de Gobernación.

 

Claudia Sheinbaum Pardo, la actual Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, será otra aspirante que también visitará la entidad. Es la que más veces ha estado en Tlaxcala y aun así no se tiene preciso quién y quiénes encabezan su estructura político-electoral y de promoción en el estado, porque hasta ahora lo que se ha visto es que hay una cierta cargada natural hacia ella porque muchos creen que será la elegida.

 

Los otros aspirantes a la candidatura de Morena a la presidencia de México como el senador Ricardo Monreal Ávila o el diputado federal Gerardo Fernández Noroña cuentan con limitados respaldos como el del presidente municipal de Tlaxcala, Jorge Corichi Fragoso y el de la familia Garay que controla el PT, respectivamente.

 

Hasta ahora la gobernadora Lorena Cuéllar se ha mantenido al margen y ha garantizado el piso parejo para todas las corcholatas, pues sabe perfectamente que llegado el momento hará valer su peso político como jefa de la estructura electoral que operará en la entidad, de ahí que el próximo candidato presidencial de Morena deberá recurrir a su apoyo a fin de garantizar su triunfo en Tlaxcala.

 

Por esa razón, la gobernadora sólo observa y mide las lealtades de su equipo de colaboradores. Sabe quiénes están disciplinados y quiénes buscan salir de su órbita de influencia para encontrar cobijo en otros equipos, lo cual será determinante para decir que políticos crecerán y qué otros serán desplazados.

 

La sucesión en Morena está en marcha.

 

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