La lista de funcionarios que saldrán de la actual administración por errores cometidos sigue creciendo, pues conforme la gobernadora tlaxcalteca Lorena Cuéllar Cisneros revisa cada una de las áreas de su administración se encuentra con anomalías o irregularidades que no está dispuesta a tolerar.

 

 

Hay miembros del gabinete legal y ampliado, pero también funcionarios de segundo nivel como encargados de las áreas administrativas y mandos medios, a quienes sus jefes han culpado de los subejercicios o de fragmentar compras para tratar de engañar a los entes fiscalizables que seguramente observarán esas inconsistencias que derivarán en una sanción administrativa dentro del proceso de fiscalización.

 

Desde que inició el año la mandataria demostró que la guadaña estaba afilada y que ésta se aplicaría sin distingos. Prueba de ello, es que los directores administrativos, en su gran mayoría lorenistas de hueso colorado, que se sentían intocables son los que encabezan la lista de los cambios.

 

La semana pasada se conoció la salida de Adglaentt Sánchez Sánchez, de la Dirección Administrativa y Finanzas de la Secretaría de Educación Pública de Tlaxcala. Ahora se sabe que no pudo cumplir un año en el cargo porque ella asumió esa importante posición en febrero del 2022 cuando fue removido el casquivano Aureliano Flores.

 

Resulta que el soberbio y hoy el conocido como el “Poncio Pilatos” Homero Meneses Hernández, titular de la SEP, culpó a esa bisoña funcionaria del subejercicio millonario de la dependencia, de ahí que le habría ordenado fragmentar una que otra partida económica para llevar a cabo compras directas, anomalía que fue detectada y observada de inmediato, error que terminó por costarle la cabeza a la ingenua Adglaentt Sánchez.

 

Pero no crea que es la única con problemas, pues el coqueto Aureliano Flores que fue reacomodado como director Administrativo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) también se encuentra en la tablita.

 

Resulta que ese ruquito salió con el pretexto de que perdió varios expedientes de la inestable SSC, lo cual ha afectado a los proveedores quieren demandar al gobierno lorenista porque no les pagaron a fin de año y porque ya tienen problemas fiscales por la facturación.

 

En la lista de anomalías, también incluya al director Administrativo de la Secretaría de Salud, Julio Cesar Meneses Guerrero, por realizar algunos movimientos que resultaron muy extraños.

 

Se dice que el funcionario habría cometido un error al depositar a la cuenta de un proveedor varios millones de pesos, los cuales luego fueron solicitados, pero con la novedad de que éstos deberían ser canalizados a una cuenta particular, situación que generó preocupación del involucrado al grado que la gobernadora terminó por enterarse de esos movimientos que sencillamente no cumplían con la norma.

 

Seguramente todos negarán los casos expuestos en este espacio, sin embargo es un hecho que hay errores e irregularidades que no serán pasados por alto.

 

Por esa razón, no sería raro que en el transcurso de la semana se conozcan cambios en varias dependencias estatales.

 

Nuevo paro en la Secretaría de Educación Pública

 

Bajo débiles argumentos y un desgaste de los trabajadores sindicalizados, este día se espera que la lideresa de la delegación D III I del SNTE, Wendoline Amaro Ramírez, vuelva a cerrar las oficinas de la Secretaría de Educación Pública del Estado.

 

Insistirá, una vez más, en demandar la destitución del soberbio y bravucón Homero Meneses Hernández, titular de esa dependencia, la cual se desenvuelve en el caos ante la incapacidad mostrada por el secretario para establecer acuerdos con los trabajadores.

 

En corto y ante sus porristas oficiales Homero Meneses dice que no está de acuerdo en que la Secretaría de Educación destine más de 30 millones de pesos al año para financiar las fiestas y caprichos de los maestros y del personal administrativo, pero cuando los tiene de frente se calla y accede a todas las demandas del magisterio a fin de mantener su chamba, para según él, convertirse en unos años en el sucesor de la actual gobernadora.

 

Lo cierto es que Meneses Hernández ha resultado un bravucón que muestra muchas ganas de generar malestar y muy poca capacidad para negociar y tratar de establecer un buen clima laboral en la dependencia.

 

Con una intolerante líder sindical como Wendoline Amaro y un engreído y limitado funcionario estatal como Homero Meneses, difícilmente se podrán lograr los acuerdos que se requieren para que la Secretaría de Educación Pública funcione correctamente.

 

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