Al comprobar que no había condiciones para llevar a cabo un proceso interno para renovar la dirigencia estatal y que mucho menos se tenía el control de los más de 400 integrantes del Consejo Político Estatal, el CEN del PRI que controla el hipócrita Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, decidió con absurdos movimientos imponer a la ex candidata a la gubernatura de Tlaxcala, Anabell Ávalos Zempoalteca, como presidenta en la entidad a fin de que inicie su precampaña para el Senado.

 

 

El viernes en la reunión que el Coordinador del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados Rubén Moreira Valdez sostuvo con una parte de la militancia tlaxcalteca, comprobó que sencillamente no se tenían las circunstancias para llevar a cabo de manera democrática y como se tenía previsto el cambio de dirigentes, pues la mayoría de los asistentes eran acarreados y sólo se contaba con la presencia de 100 de los 412 consejeros estatales que conforman ese órgano del partido.

 

Y tal y como operaba el PRI cuando era partidazo y hacia lo que quería, ayer después de las 12 horas confirma que Anabell Ávalos fue designada secretaría de Organización del Comité Directivo Estatal del tricolor, con lo cual se empezó a mover la atrofiada maquinaria priista para realizar una serie de cambios en su dirigencia que lo único que reflejan es que ese instituto político está moribundo, sin unidad y que carece de credibilidad.

 

Unas horas más tarde, el desorganizado equipo de Anabell Ávalos empezó a girar invitaciones para que los priistas asistan la tarde de este día al auditorio del partido para presenciar la toma de protesta de la ex alcaldesa capitalina como presidenta del CDE del PRI, lo que obviamente no sería posible si el líder estatal, Oscar Amador Xochiteotzin, no hubiera renunciado a su cargo a fin de aplicar los estatutos que establecen que por prelación asume su puesto el o la encargada de la Secretaría de Organización.

 

Esa fue la brillante estrategia e idea que se le ocurrió al CEN del PRI y al grupo de “Alito” para entregar la dirigencia a Anabell Ávalos, una vez que ese lugar fue exigido por la aún influyente ex gobernadora de Tlaxcala, Beatriz Paredes Rangel, quien es una de los cinco militantes del ex partidazo que está buscando la candidatura a la presidencia de México.

 

Desde el 2021 el PRI en Tlaxcala vive un proceso de desmantelamiento que inició el ex gobernador priista Marco Antonio Mena Rodríguez, quien después de alentar la conformación de una alianza para enfrentar a Morena y a Lorena Cuéllar Cisneros (Actual mandataria del estado), decidió abandonar a los candidatos y sacar las manos de los comicios, lo que generó que se perdiera la gubernatura, la presencia en municipios importantes y en el Congreso del Estado.

 

A finales de noviembre del año pasado, Noé Rodríguez Roldán, el presidente del CDE del PRI, renunció a su cargo y a su militancia, lo que provocó un segundo rompimiento al interior de ese partido, pues el primero se registró durante el proceso electoral del año pasado cuando los priistas comprobaron que su candidata a la gubernatura, Anabell Ávalos, respaldaba más a los aspirantes del PAN y del PRD a otros cargos de elección popular que a ellos, lo cual generó mucha molestia e inconformidad porque los casos están plenamente documentados.

 

Hay ex presidentes municipales priistas que no están contentos con lo que está pasando y menos con la absurda imposición que este día quedará consumada. También se sabe de ex dirigentes del ex partidazo que estarían molestos porque lo que se pretende es simular que se realiza un cambio para seguir igual o peor.

 

Anabell Ávalos es una política trabajadora que cumple su palabra, pero no es una mujer aguerrida que vaya a buscar la confrontación con la que muy en corto ella considera su amiga, es decir, la gobernadora morenista Lorena Cuéllar Cisneros, de ahí que no recurrirá a la crítica y menos a la descalificación de la administración estatal para tratar de ganar reflectores o simpatías.

 

El PRI en Tlaxcala asumirá una actitud moderada y evasiva como lo ha mantenido el PAN en el último año. El PRD al parecer seguirá siendo el único partido que mantendrá su postura crítica a fin de ubicarse como el verdadero opositor de Morena y Lorena Cuéllar.

 

La ex candidata priista a la gubernatura trabajará para su proyecto de contender por el Senado, de ahí que recorrerá varias veces el estado para reposicionarse y aparecer como una de las mejores opciones que tendrá el bloque opositor para atraer votos y ser competitivos en los comicios del 2024.

 

En lo personal creo que el “Alito” y Anabell Ávalos se equivocaron en la estrategia de imponer a la segunda como dirigente del PRI en Tlaxcala, porque la forma no abona a la unidad ni tampoco contribuye a cerrar heridas.

 

El riesgo de que se presente una división y ruptura es latente. El grupo marianista que controla el ex gobernador Mariano González Zarur ya ha dado señales de que buscará otra opción política para hacer grilla, por esa razón desde hace semanas sus principales operadores trabajan para Movimiento Ciudadano.

 

No hay que olvidar que varios alcaldes que llegaron con el apoyo del PRI ya renunciaron al partido y se sumaron a las filas de Morena y que de los tres diputados locales que tiene el ex partidazo, dos (Diana Torrejón Rodríguez y Fabricio Mena Rodríguez) muestran una enorme sumisión a la gobernadora, por lo que la única que representa a la militancia del tricolor en el Poder Legislativo es la combativa Blanca Águila Lima.

 

Veremos en qué termina esta comedia priista.

 

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