A 28 días de que la actual administración estatal cumpla su primer año de gobierno, se alistan algunos cambios que buscarían agilizar la operatividad, como sería en el caso de las compras que realizan las dependencias y que se requieren para llevar a cabo sus actividades o atender la problemática que enfrentan.

 

 

Concentrar las compras y los procesos de licitación de obras y de todos los insumos que adquiere la administración en la Oficialía Mayor de Gobierno que está bajo la responsabilidad de Ramiro Vivanco Chedraui se ha convertido en un cuello de botella para la gestión que encabeza Lorena Cuéllar Cisneros, pues las dependencias se paralizan o sencillamente se tienen avances en cuentagotas.

 

Aunque en unos días se cumplirá el primer año de gobierno y se podrá decir que se tienen resultados y avances, en realidad la licitación de obras va muy lenta y se desconoce si a cinco meses de que concluya el 2022 el gobierno estatal ya concursó los más de 2 mil millones de pesos que se asignaron para ese rubro.

 

Se sabe que la Secretaría de Bienestar de Tlaxcala que dice controlar María Estela Álvarez Corona ya inició con la entrega de aparatos electrodomésticos como una acción para combatir la pobreza, pero nunca se informó cuando se procedió a licitar la compra de esos aparatos, ni se sabe quién es el proveedor y menos si los precios que se pagaron por esos equipos fueron los más baratos o los indicados.

 

Pese a que se concentró las licitaciones y las compras dizque para evitar la corrupción y el favoritismo en la administración tlaxcalteca, en los hechos sí se han registrado anomalías porque hay empresas consentidas, con malos antecedentes y hasta imposibilitadas para ser contratadas pero que han logrado contratos millonarios en la entidad.

 

Hoy es común escuchar en corto a los funcionarios lorenistas quejarse de la falta de facultades para contratar servicios o ciertos insumos que necesitan, situación que estaría por cambiar debido a que la poderosa Oficialía Mayor de Gobierno podría autorizar a las dependencias estatales realizar compras directas ya no por 5 mil pesos como es hasta ahora, sino por 22 mil pesos que al menos garantizará que haya agua potable, papelería y otros insumos que era común que escasearan en las oficinas públicas.

 

El proceso de aprendizaje terminó hace unas semanas y pronto empezará la evaluación del primer año de la actual administración, lo que sin duda dejará a uno que otro funcionario lorenista mal parado porque no tendrá logros o porque la lista de sus pendientes es larga.

 

El desaseado proceso morenistas

 

Conforme pasan las horas salen a relucir más anomalías e irregularidades del pasado proceso morenista para elegir a consejeros nacionales, cuyos resultados nadie cree ni válida porque resultan inverosímiles.

 

De entrada se dice que las boletas que se usaron el día de la jornada no fueron resguardadas adecuadamente ni por personas que garantizarán su correcto uso, pues de acuerdo con la versión de varios militantes de ese partido éstas cuando llegaron fueron trasladas y resguardadas en la casa del actual responsable de la dirigencia estatal, Víctor García Lozano.

 

Lo anterior no tendría nada de malo si Víctor García no hubiera sido candidato a consejero, sin embargo si era aspirante a ese cargo y su error de resguardar las boletas en su domicilio particular está generando muchas dudas y especulaciones.

 

Otra anomalía es que al candidato a consejero Baldemar Cortes Meneses se le dieron todas las facilidades para estar en el conteo de los votos que se realizó en el auditorio Emilio Sánchez Piedras de la ciudad de Apizaco correspondiente al primer distrito electoral federal. Sin dejar de ver una televisión ese funcionario federal escuchaba las instrucciones que estaría dando la otra aspirante a consejera, la diputada local Marcela González Castillo, para quitar sufragios a unos y ajustar las cifras a favor de sus aliados.

 

Esa burda y pésima operación arrojó resultados poco creíbles. Como el hecho de que Marcela González y su esposo Alfonso Sánchez García que nunca han participado en una elección constitucional hubieran obtenido altas votaciones para ganar una posición como consejeros nacionales de Morena cuando son unos desconocidos que lo único que tienen es el respaldo del ex gobernador de Tlaxcala, Alfonso Sánchez Anaya.

 

La molestia e inconformidad contra los consejeros balines que resultaron electos va en aumento, porque han quedado al descubierto sus transas, su juego sucio y su doble cara.

 

Morena no salió fortalecido ni alcanzó la unidad a la que aspiraba.

 

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