Los diputados locales de Morena y sus aliados del PT y el PES, representantes de la Cuarta Transformación, van encaminados a hacer el ridículo y a demostrar porque no sólo son torpes y mediocres, sino unos simuladores e irresponsables que en el tiempo que llevan en sus cargos han traicionado al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

 

Aunque tuvieron tiempo de sobra para cumplir con su obligación de evaluar a la magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Rebeca Xicohténcatl Corona, los diputados locales sin tener los 17 votos que requieren para impedir su ratificación, ahora deberán resolver ese procedimiento legislativo a más tardar el 30 de diciembre, con el enorme riesgo de que esa arrogante abogada se mantenga en su puesto cuando hay evidencias de que no garantiza imparcialidad y ha tenido evidentes muestras de asumir actitudes discriminatorias.

 

Esa integrante del pleno del TSJE de Tlaxcala representa todo lo que López Obrador ha criticado de los integrantes del corrupto sistema judicial y por tal razón los legisladores locales deberían hacer su tarea y asumir su responsabilidad, es decir, negar su ratificación.

 

Desde que se inició el procedimiento legislativo se dieron los primeros pasos para impulsar la ratificación de Rebeca Xicohténcatl como magistrada del TSJE, pues la presidencia de la comisión especial que se ha encargado de analizar la situación jurídica de la citada abogada cayó en manos de la convenenciera diputada de Nueva Alianza, Luz Guadalupe Mata Lara, así como de la truculenta morenista Ana Bertha Mastranzo Corona que pidió ayuda a otro integrante del Poder Judicial para que no corrieran a su hermano por sus problemas de alcoholismo y la incapaz legisladora del PT, María Félix Pluma Flores.

 

Dos de esas tres legisladores abiertamente se han pronunciado por la ratificación de Xicohténcatl Corona y la otra aunque también está por esa alternativa pretende aparentar que aún no se decide, pero se sabe perfectamente que también estaría por no oponerse a tal decisión que ya ha sido plasmada en el dictamen que se pretende presentar en las próximas horas ante el pleno para ser analizado y votado.

 

El encargado de elaborar el dictamen, el secretario técnico de la diputada Luz Guadalupe Mata de nombre Abel, se le vio desayunando con la citada magistrada y ese empleado fue el que le adelantó el sentido que llevaría el mencionado dictamen.

 

Es entendible que Mata Lara apoye la ratificación de la magistrada, ya que ella llegó a su cargo gracias al PRI y al impulso que recibió del actual gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, de ahí que cumple cabalmente con las órdenes que recibe, pero lo que es inconcebible es que dos integrantes de la Cuarta Transformación respalden tal propósito cuando Rebeca Xicohténcatl llamó mediocres a los que votaron en el 2018 por el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

 

Además, se dice que esa experta en derecho ha tachado de ignorantes a los actuales legisladores, con lo cual se vuelve a demostrar que sus actitudes discriminatorias son constantes.

 

Respecto a su actuar como magistrada, hay varios ejemplos que confirmarían que no es imparcial como es el caso de todos los expedientes familiares que litiga su amigo el ex Contralor marianista Hugo René Temoltzin Carreto, al grado que un asunto de tantos implicó la retención injusta de una mujer por cinco años en una prisión.

 

Otro claro ejemplo tendría que ver con la sentencia JPC 11/2015 y acumulados 12/2015, promovida en contra del entonces Contralor del Ejecutivo, Hugo René Temoltzin, ya que al momento de emitirse la sentencia, la magistrada Xicohténcatl Corona, decidió abstenerse de votar en esta sesión, pues de acuerdo con su argumento, era por tratarse de una “amiga cercana” al entonces funcionario y por esa razón no podía emitir su opinión.

 

En esta sentencia, hizo lo propio el magistrado presidente del TSJE, Héctor Maldonado Bonilla, quien también se excusó de participar en esa sesión porque fue amigo de Temoltzi Carreto, ya que él fungió como Consejero Jurídico del gobierno de Mariano González Zarur, por lo que su lugar fue ocupado por la juez civil del Distrito Judicial de Zaragoza, Anel Bañuelos Meneses.

 

A pesar de que la magistrada Rebeca Xicohténcatl siempre se catalogó como amiga íntima del entonces funcionario estatal, resulta que en el caso de la sentencia 04/2015-A emitida el 14 de noviembre de 2016, donde también se acusaba a su amigo el Contralor del Ejecutivo, Hugo René Temoltzin, la magistrada optó por emitir su voto para defenderlo, postura contraria a la asumida por el magistrado Héctor Maldonado Bonilla, quien consciente de esta situación, una vez más decidió abstenerse de votar.

 

Lo anterior, a pesar de que el artículo 185 del Código de Procedimiento Civiles, es claro al establecer que los magistrados, jueces, secretarios y peritos se tendrán por forzosamente impedidos en los casos siguientes:

 

I.- En negocios en que tengan interés directo o indirecto; II.- En los que se interesen de la misma manera su cónyuge, concubinario o concubina, sus parientes consanguíneos en línea recta sin limitación de grados, los colaterales dentro del cuarto grado y los afines dentro del segundo; III.- Cuando tengan pendiente el juez o sus expresados parientes, un pleito semejante al de que se trate; IV.- Siempre que entre el juez y algunos de los interesados haya relaciones de intimidad, nacida de algún acto religioso o civil, sancionado y respetado por la costumbre; V.- Cuando sean socios, arrendatarios o dependientes de alguna de las partes…XI.- Cuando por cualquier motivo haya externado su opinión antes del fallo.

 

Todavía el artículo 186 del mismo Código, a la letra dice: “Los jueces, magistrados, secretarios y peritos tiene el deber de inhibirse del conocimiento de los negocios en que ocurra alguna de las causas expresadas, aun cuando las partes no los recusen”.

 

Por si fuera poco, esto también se establece en el artículo 5 de la propia Ley de Control Constitucional del Estado de Tlaxcala, que en su Capítulo II De las Formalidades Judiciales e Impedimentos, donde establece que “Los Magistrados del Tribunal deberán excusarse cuando se encuentren legalmente impedidos para actuar. Las partes sólo podrán recusarlos con expresión de causa. Los impedimentos y el procedimiento para las excusas y las recusaciones se ajustarán a lo dispuesto en el Código Procesal Civil del Estado”.

 

Si la mayoría de los diputados locales no toman en consideración las faltas cometidas por la magistrada, pues entonces quedará demostrado que no ofrecen a la sociedad la garantía de que en Tlaxcala se tendrá acceso a una impartición de justicia pronta, completa, imparcial y gratuita.

 

Rebeca Xicohténcatl no es una funcionaria judicial idónea, ni tampoco reúne las características de experiencia, excelencia profesional, honorabilidad y honestidad invulnerable.

 

La última palabra sobre el caso la tendrán los mediocres diputados que podrían salvar su reputación o de plano quedar muy mal parados no sólo con los tlaxcaltecas, sino con su líder moral que no es otro más que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.