El entramado legal montado para desactivar el movimiento de inconformidad de los empleados administrativos de la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (USET) puede resultar un gran fracaso, porque simplemente los trabajadores no quitarán su demanda principal de lograr la salida de la dependencia de la altanera directora de Relaciones Laborales Claudia Xochihua Rodríguez, quien aunque parezca increíble se sostiene en el cargo por la decisión de un hombre enamorado que puede presumir una cercanía e influencia con el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez.

Si el gobierno del estado pensó que el uso de la fuerza pública, la judicialización de dos denuncias penales y la complicidad del Tribunal Superior de Justicia serían acciones suficientes para desactivar la protesta de los trabajadores administrativos de las oficinas centrales de la Secretaría de Educación Pública se equivocó, porque sus excesos no sólo han generado la molestia en el sector, sino que otros empleados de otras delegaciones administrativas ya se organizan y se alistan para boicotear el próximo arranque del ciclo escolar.

La orden de aprehensión que el plomerito procurador de Justicia José Antonio Aquiahuatl Sánchez obtuvo de un complaciente Juez Primero de Control y de Juicio Oral del Distrito Judicial de Guridi y Alcocer del TSJ para amedentrar a Gwendolynee Amaro Ramírez, líder de los empleados administrativos de la USET, no tuvo los efectos esperados por el gobierno de Mena y su aspirante a poeta que funge como secretario de Educación, Manuel Camacho Higareda, que decidió por enésima vez mantener en su cargo a la Dulcinea del carnal del jefe conocida como “la golosa” Claudia Xochihua.

Lo anterior lo dejó claro el experto en “negociaciones machas” que sostuvo una reunión con la parte inconforme para convencer al personal que se incorpore a sus actividades normales en las oficinas de la USET. Camacho Higareda contó con el respaldo del intrascendente líder de la Sección 31 del SNTE, Demetrio Rivas Corona, quien quedó evidenciado que no tiene ninguna influencia o control sobre los empleados administrativos que respaldan la postura de Gwendolynee Amaro.

Las pláticas para encontrar una solución al conflicto se suspendieron. Para sorpresa del bobo Manuel Camacho la líder de los trabajadores administrativos Gwendolynee Amaro le reiteró que la destitución de Claudia Xochihua es trascendental para que continúen las pláticas con las autoridades, de ahí que no cederán en su demanda de exigir la salida de la petulante funcionaria educativa.

La terquedad de sostener a Xochihua Rodríguez ya ha tenido un perjuicio para las actividades de la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala porque hay atraso en la entrega de documentos oficiales, específicamente para los alumnos que salieron del sexto año de primaria y para los estudiantes que concluyeron sus estudios en el nivel de secundaria.

El gobierno de Mena Rodríguez se está metiendo en aguas pantanosas al montar y proteger una ridícula complicidad de las autoridades estatales para perjudicar a Amaro Ramírez, porque es más que obvio que la PGJE logró integrar y judicializar en tiempo record dos carpetas de investigación que de inmediato fueron atendidas por un juez del TSJ que obsequió órdenes de aprehensión, demostrando que cuando se quiere la justicia si es pronta y expedita en Tlaxcala y más para los enemigos del sistema.

Si bien sería un error asegurar que toda la estructura educativa respalda el movimiento de los trabajadores administrativos de las oficinas centrales de la USET, también sería falso señalar lo contrario. Es una realidad que hay supervisores, directores, maestros y otros empleados que si están dispuestos a emprender acciones de protesta no sólo contra Claudia Xochihua, sino contra el mismo Manuel Camacho.

Si Xochihua Rodríguez es sostenida en su cargo, júrelo que el arranque del próximo ciclo escolar será complicado tal y como ha sido la gestión de Manuel Camacho al frente del sector educativo de Tlaxcala.

Imagínese en manos de quién está el sector educativo del estado que desde hace un mes la Universidad Politécnica de Tlaxcala Región Poniente se quedó sin rector y es la fecha que nadie sabe para cuando el aspirante a poeta dedicara tiempo para designar al sucesor de Leoncio González Fernández, quien simplemente dejo el cargo sin que se conozcan más detalles de su abrupta decisión.

La verdad es que el sector educativo de Tlaxcala es un desastre.