La relación entre el Ejecutivo y el Congreso del estado entró a una etapa de constante golpeteo que amenaza con escalar niveles que pueden convertirla en una guerra intestina que sin duda afectará más al gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez. El origen de ese pleito tiene que ver con 25 millones de pesos que se etiquetaron y que no han sido entregados a los diputados.

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Con la anuencia del PRI, los diputados locales encabezados por el panista Juan Carlos Sánchez García “El Saga” y el perredista Alberto Amaro Corona ejercieron presión a la titular de la Secretaría de Planeación y Finanzas, Alejandra Nande Islas, para que cumpla con la entrega de 25 millones de pesos que en teoría serán utilizados para el mantenimiento de la sede del Poder Legislativo.

Dicha cantidad es reclamada porque quedó establecida en un convenio firmado a finales del año pasado por el aún gobernador Mariano González Zarur y los representantes de la anterior legislatura, lo que resulta extraño porque ambos estaban excediendo sus funciones al etiquetar recursos para un año fiscal en el que ya no tendrían ningún tipo de responsabilidad o injerencia.

Pero como el hijo del gobernador llegaría a la actual legislatura, el hacendado gobernador decidió extralimitarse y dejar un dinero extra a Mariano González Aguirre, hoy flamante presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política, quien en corto y en privado asegura que los 25 millones que adeuda el gobierno estatal tendrán que ser depositados por las buenas o las malas a las cuentas del Congreso del estado.

La pantomima de ayer donde PAN y PRD exigen a través de un punto de acuerdo que la secretaria de Planeación y Finanzas Alejandra Nande proporcione un informe detallado sobre la aplicación de los recursos etiquetados que dejó la administración de Mariano González Zarur a la actual que encabeza Marco Antonio Mena Rodríguez en el proceso de entrega recepción y que se calculan en 964 millones de pesos fue solapada por el PRI, que para esa representación utilizó a la legisladora Eréndira Cova Brindis.

Para tratar de disimular y vender la idea de que los priístas defendían a la funcionaria menista Alejandra Nande, la diputada se aventó la tontería de pedir cuentas claras al Comité de Administración del Congreso local, cuando hace apenas unos días su líder Mariano González Aguirre salió a declarar que en esta legislatura se había terminado con los manejos oscuros y la corrupción.

Resulta ilógico que Cova Brindis pida al diputado panista Juan Carlos Sánchez un informe detallado cuando puede acudir a la oficina de su líder y solicitar todos los documentos y cuentas que quiera. O será tan ingenua que no sabe que Mariano González también firma los cheques y avala cualquier peso que se gasta en el Poder Legislativo.

Me queda claro que el PRI junto con el PAN y PRD están jugando a las vencidas con el actual gobernador. Saben que tienen pocos días para ejercer presión y lograr esos 25 millones de pesos que sin duda se han vuelto de lo más apetitoso para los legisladores que no están dispuestos a perderlos.

Ojalá los diputados mostraran el mismo interés y preocupación por otros recursos y asuntos que nunca fueron aclarados en la gestión de González Zarur, por ejemplo las observaciones millonarias que hizo la Auditoría Superior de la Federación en el 2015 y que superan los mil millones de pesos o la enorme inversión que se hizo en el Centro de las Artes de Apizaco cuando el inmueble no tiene escrituras y está siendo disputado en un pleito legal por una herencia.

Ejemplos sobran y la lista sería interminable, de ahí que la postura de los diputados locales sobre el cumplimiento de ese mentado convenido es muy cuestionable.

Aún no sé quién ganará el juego de las vencidas, pero de que al final habrá un ganador y un derrotado es seguro.