Sin duda Marco Antonio Mena Rodríguez busca imponer su estilo en el gobierno del estado. Se trata de una forma diferente de ejercer el poder en Tlaxcala. Los gritos y los zapes han quedado en la historia y hoy lo que prevalece es un gobernador cercano a los ciudadanos que rehúye a los excesos del poder.

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Lo que era impensable que sucediera en el gobierno de Marco Antonio Mena Rodríguez es ya una realidad. Los manchifuncionarios que están incrustados en la burocracia dorada de la administración estatal empezaron a decir adiós.

El viernes pasado, el arrogante Mauricio Rugarcía, director administrativo del Despacho del Gobernador fue cesado de su cargo, posición que a partir del próximo 16 de febrero ocupará Erika María Nande Islas, hermana de la actual titular de la Secretaría de Planeación y Finanzas, Alejandra Nande Islas.

La nueva funcionaria es egresada de la UAT y se desempeñaba como empleada de confianza en el Sepuede. Goza de un permiso por maternidad que vence el 15 de febrero.

Aunque el gobierno del estado no difundió dicho nombramiento como lo hizo con las once designaciones de funcionarios que llegaron a las áreas administrativas de las dependencias más importantes como la USET, Secoduvi, Oficialía Mayor y Sesa, es evidente que Marco Mena inició la limpia de aquellos empleados que no pueden ocultar su devoción marianista.

No lo cuente en voz alta, pero resulta que tras un mes y días en el poder, el equipo de Marco Mena tiene plenamente identificada la burocracia dorada del marianismo, misma que dejará de prestar sus servicios en la administración pública en las próximas semanas.

Mauricio Rugarcía era ubicado como uno de los servidores públicos más cercanos al ex gobernador Mariano González Zarur. El ejecutaba gran parte de las órdenes del hacendado y manejaba discrecionalmente recursos públicos para satisfacer los gustos y antojos del ex mandatario.

Nunca pasó por su cabeza la posibilidad de dejar la administración pública, pues su jefe le habría recomendado mantenerse en su cargo, porque Marco Mena lo identificaba y lo más que podría vivir es un enroque en otra área del gobierno del estado.

Es evidente que algo molestó al actual mandatario tlaxcalteca y quizá eso tuvo que ver con el pago de la segunda quincena de enero, cuando los empleados adcritos al Despacho del Gobenador se formaron en la Secretaría de Planeación y Finanzas para firmar su recibo de nómina.

Dicen que la lista de aviadores fue larga, hecho que generó molestia en las oficinas principales de Palacio de Gobierno, lugar desde donde salió la orden de despedir a Mauricio Rugarcía, quien el pasado 3 de febrero tomó su portafolio y ya sin la infulas de ser un manchifuncionario poderoso se despidió de los pocos servidores públicos que lo vieron caminar triste y desolado.

La guillotina para los marianistas está lista y a partir de hoy no dude que empezarán a recibir la noticia de que sus servicios ya no son requiridos en la nueva administración, por lo que tendrán que dejar sus desplantes y arrogancia.