Si, en su momento tendrá que ser discreto y ausente; pero ahora tiene que aclarar el voluminoso pendiente en deudas y corrupción que pretende heredar al nuevo gobernador
Una vez más el señor manchis nos ha anunciado su retiro de toda actividad política. Incluso descarta incorporarse al Gobieno Federal: “hay que dar chance a los jóvenes”, dice y añade sentirse cansado de tanto chambear y chambear para hacer de Tlaxcala algo majestuoso (¿por dónde, Ciudad Judicial, Valquirikiucs, alguna plaza comercial?).
Le aceptamos el ofrecimiento de cerrar la boca, pero le recordamos que habrá de hacerlo en cuanto aclare el mundo de pendientes que quiere dejar… ah, qué mañoso ¿no?, me convierto en estatua de sal y no los veo ni los oigo pero les dejo hechos ruinas los estados financieros de la Secretaría de Salud, les heredo el birlamientode la obra pública a través de 200 empresas (muchas de las cuales han de ser fantasmas) y ahí les dejo su Ciudad Judicial, llena de goteras y de pisos esponjados.
Sí, que guarde silencio una vez que aclare al Pueblo de Tlaxcala el penoso asunto de la inseguridad… la presunta colusión de elementos de la Policía Estatal con los atracos en carreteras, a Ferrosur, en la extorsión a ciudadanos sin descartar los secuestros.
Mariano no ha dicho esta boca es mía en el asunto de la petición –ya alzando la voz- de la Contraloría y la Procuraduría a Marco Mena, quien lo habrá de suceder el primer día de 2017.
Tiene pues, siete semanas para hartarnos de aclaraciones y disculpas. Y después que se calle, es más que se largue, porque muchas muchas ganas de verlo, como que no, verdad…
El deterioro
Y a propósito de la Contraloría y la Procu, uno se pregunta las razones por las cuales el señor manchis derrotó su orgullo y le cantó derecho a Marco Mena en el Cambalache de Polanco.
No había un gesto de reciente molestia en el gobernador electo. Al contrario, una vez más escuchar las órdenes de un político desahuciado, le provocó la náusea porque el jefe de una familia fue incapaz de poner orden con sus retoños, arrogantes y crueles… aficionados a discriminar a quien consideran fuera de su círculo mamón.
Me pregunto si en esos afanes de riquillos aldeanos no recuerdan haber atropellado con sus ofensas a los personajes que asumirán el rol protagónico dentro de unas cuantas semanas.
Sobre todo a una persona de quien no advirtieron que un día podría tener su mismo status, pero con la ventaja que suele dar la preparación académica.
Saben, ese tipo de afrentas es imperdonable
Y así se vio el seño fruncido de Mena… su silencio taladrante en los insensibles oídos de un manchis a quien le pasa lo de los maridos engañados, porque como es costumbre será el último en darse color de lo que ocurre por culpa de los suyos, y sobre todo por su falta de liderazgo.
Creía ser merecedor de una lealtad eterna e incondicional.
El hilo le reventó por lo más delgado, por la culpa de aquellos de quienes menos lo esperó: la delegada de Sedesol y presidenta honoraria del DIF (por siete semanas) y del rimbombante diputado electo, líder moral (por siete semanas) de la perrada tricolor en la nueva Legislatura.
Lamentos a destiempo
De la feis de muñequita, con labios delineados y sombras las suficientes en sus ojeras, a la deteriorada senadora Lorena Cuellar Cisneros, en un video donde califica a Manuel Cambrón –Soria, líder estatal del PRD como responsable de su derrota en la elección de julio, hay un enorme trecho que me hace pensar varias cosas.
Lorena esperó tres meses para abrir la boca e irse sobre el nada recomendable Cambrón. Durante ese tiempo permitió la legitimación de Marco Mena y se sustrajo de ese impresionante capital social, decenas de miles de seguidores suyos que no merecen semejante desplome.
Entonces no es posible advertir si los lamentos de la senadora son una pésima estrategia para reclamar la dirigencia del Sol Azteca, o se trata de regresar maltrecha y desaliñada a la arena de los madrazos.
Cambrón, ni tardo ni perezoso se apuró a convocar a la ex candidata a demostrarle legalmente que fue un traidor durante la campaña. Y este toma y daca amenaza con convertirse en uno más de los tantos pleitos entre perredistas, unos que venden las causas y otros que no se quieren quedar atrás.
Lo malo es la decepción a esos miles de lorenistas, habituados y dispuestos a la triunfadora, sí de talla petit pero con grandes planes para el estado, y no a la grilla devaluada en que vino a acabar.