¿Pensaban partidos y autoridades que las infamias hechas con tecnología de cine y trasmitidas hasta el cansancio en la TV no iban a romper al país?, estaban equivocados.
En Oaxaca, Puebla y Guerrero, las campañas de odio registran ya un saldo de atentados, que lo mismo podrían involucrar a integrantes de la Coordinadora de Trabajadores de la Educación, que a tantos grupos que aprovechan estas coyunturas para jalar agua a su molino, aprovechando el dolor de otros.
Es el inicio del boicot a las elecciones. Resultado de aquellas campañas de odio, agravadas por los imperdonables actos de corrupción en múltiples gobiernos y por la evidente parcialidad de un Instituto Nacional Electoral (INE) en la misma bandeja que tantas novedades peñistas, es decir en la antesala del colapso.
¿Pensábamos acaso que las agresiones entre partidos, en televisión abierta y pagada con recursos públicos no iban a tener consecuencias?
Cometíamos un terrible error. Tanto impactan las noticias de enfrentamientos y muertes, como las incitaciones de partidos a destruir a sus rivales, solo que estas últimas son presentadas en forma profusa y con producciones millonarias.
Corona de esta crisis es el Programa Nacional Anticorrupción, creado dentro del confort de un Ejecutivo Federal dispuesto a no dejar piedra sobre piedra con tal de conseguir el país de sus sueños y de quienes lo patrocinan.
Mientras lo protejan como lo hacen las fuerzas armadas, al país se lo puede llevar el diablo; él disfrutará viendo la lluvia, sin mojarse.
Lo bueno es contar con elementos de la talla de Mariano, un circunstancial líder de los gobernadores en el país que no se cansa de elogiar ese dichoso Programa Nacional Anticorrupción. Si lo aplicara en su administración, sería una digna cabeza de la Conago. Pero no lo hace, y hasta disfruta anunciando sus próximas vacaciones a El Vaticano de sus sueños (¿a qué va un excomulgado?).
Y en esta antesala de los comicios comenzaron a surgir, recrudecen aquellas perversidades a las que aludimos hace unos párrafos.
¿Qué haría la hija de Mariano en el despacho del candidato panista a diputado federal por el primer distrito?
¿A qué se reunirían el secretario Napoleón Ordóñez, Tomás Orea (PRD), J. Carmen Corona (PANAL) y Ricardo García Portilla (PRI) en un restaurante poblano?
En un ambiente de tranza absoluta, que trafica con grupos mercenarios buscando vender su voto a quien dé más, de terrorismo laboral, de libertad absoluta para ofender, descalificar y herir al adversario, con un INE mudo o imbécil, cruzado de brazos y esperando al día siguiente de la elección para ver cómo se guarece, en ese escenario nos viene el turno a las urnas.
Si lo han notado, debajo de la percepción se envía el mensaje: “no vayas a votar”.
Eso es lo que más conviene a quienes mañosamente fomentaron la abundancia de candidaturas.
No dieron una
Faltan cinco días. En esta lapso no se hará lo que dejó de hacerse las semanas anteriores.
Hemos atestiguado un constante intercambio de metralla. Y un solo liderazgo para quitarse el sombrero no lo hay.
Desde candidatos viejos y desangelados, hasta rotundas decepciones de una oposición pasiva, solo una realidad permitirá el triunfo: quien tenga dinero y cuente con estructura.
Se acerca el día de la organización sin falla. Minutos, centavos y reflejos son la moneda de cambio en esto que se avecina.
Nada más mentes ociosas y estúpidas hacen quinielas.
Hoy, no hay nada para nadie. Del que menos se espera, puede haber reunido a todo un ejército de movilizadores.
Y por el contrario, de quienes mucho se esperaba, o sucumben ante borracheras no planeadas, parrandas que terminan al día siguiente de la elección, o depósitos en sus cuentas a cambio de hacerse tarugos.
En eso consisten los fraudes electorales modernos. Son una suma de acciones dentro de una agenda que no admite el mínimo error.
Así que no se adelanten.
Ojalá no se imponga el abstencionismo, porque de eso pide su limosna el más fuerte de todos.
Ese era el tema de Mariano y el avejentado Rojas en los Portales… dividimos lo suficiente, todo lo demás depende de la movilización…