Disciplinado, conocedor del código orticista, Escobar es ungido la apuesta a la capital por dos de los grupos protagónicos del momento: la contraparte de Adriana Dávila en el PAN y el orticismo.

Parece que tras un prolongado lapso de reflexión, dos grupos afines en la grilla local se pusieron de acuerdo en la unción del diputado panista Adolfo Escobar Jardínez, como su apuesta a la alcaldía de Tlaxcala.

Por un lado, el ala contraria a Adriana Dávila Fernández, encabezada por Aurora Aguilar (conste, antes eran las chicas superpoderosas) y llevando como apuesta al diputado albiazul, Adolfo Escobar Jardínez, campeón en ascensos vía pluri, pero hoy con la posibilidad de hacerse de la gran perla en disputa en que se ha convertido el ayuntamiento capitalino.

En la otra esquina, al orticismo le debe haber parecido conveniente el nombre del Fito Escobar, sin duda un panista que se sabe alinear por la derecha, conoce el código orticista para no hacerla de tos, hacer como que trabaja y tener en su currículum el grado de secretario de Gobierno, durante aquella productiva participación suya en la política tlaxcalteca.

Pensar en una alianza PAN-PAC (Alianza Ciudadana=orticismo) más los que se quieran sumar a ese proyecto, equivale a convertirse en el enemigo a vencer en la muy próxima elección juliana.

Y como en el PRI no hay quien levante la mano para decir esta boca es mía respecto al municipio tlaxcalteca, pues el ya no tan joven diputado Fito puede treparse a un caballo de hacienda que deposite sus botas y todo lo demás, en la oficina principal del palacio del ayuntamiento, allá en el Portal Grande.

En el PRD se les ha ido en puras acciones especulativas… que si acomodan al chofer de la senadora Lorena, un tal Carlitos Hernández (híjole creo que nadamás lo conocen en su casa), que si al zonzo líder estatal, mister Acametitla le había dado por asumirse en el primer zombi del chuchismo versión local para dejar botada la dirigencia y tirarle a una diputación, en fin, la pseudo izquierda tlaxcalteca, ha preferido mantenerse en un constante caos interno, digo para no salir de sus auténtico parlamento.

Crimen organizado, ¿montajes?

Tras la espantosa irrupción de un comando en la casa del alcalde de Chiatempan, para robarlo y luego llevárselo pasando por encima de sus custodios personales, ha quedado de manifiesto que la plaza se calentó, y hay una persona de indiscutible peso político, que daría la vida por irse de Tlaxcala, no sé a alguna embajada, a la que sea pero lejos de este riesgo, ¿generado por él mismo?

Un raro robo perpetrado por tres maleantes en Tlaxcala, vino ayer a complicar las cosas. Luego de haber atracado un oxxo ubicado en el bulevar Ocotlán, decidieron introducirse a la densa circulación del centro de la ciudad.

¿Fue acaso un montaje?

¿Quién lo podría afirmar, o negar?

Lo cierto es que tras registrar ese incidente, peligrosísimo por cierto, con muchos balazos en medio de un 14 de febrero en pleno centro histórico, dos funcionarios, May Zaragoza, el aún secretario de Seguridad Pública y la procuradora, Alicia Fragoso, acapararon los reflectores con sendas versiones contrarias, respecto a lo sucedido.

Mientras el corpulento primer guarura de Tlaxcala, sostenía con su tipludo acento que esos hechos no revestían mayor relevancia, aquella, la procu, mostraba su profunda preocupación, porque mire, no hay que ser… estamos cundidos de criminales, de todos los rangos… rateros de poca monta y maleantes capaces de horadar la casa del alcalde chiautempense, más como un mensaje a las autoridades estatales, que como un estilo muy personal para perpetrar un cuantioso robo.

Extorsión, robo, secuestro, homicidio y otros, tienen a los chiautempenses asolados desde hace mucho tiempo. Lo han denunciado los pobladores. víctimas de esta crisis, pero los gobiernos, municipal y estatal, se habían resistido a dar crédito a semejante nivel de gravedad.

No podemos olvidar cómo una abuela de la comunidad española de Chiautempan, reclamó hace poco al gobernador, su pésima estretegia de seguridad. Obvio, la respuesta fue violenta de parte del mandatario, quien así de rápido fue invitado a dejar aquella residencia.

Vemos que la abuela aquella tenía razón. Que una comunidad con uno de los comercios más impresionantes de la región, es ahora plaza caliente del crimen organizado.

Mire las obviedades de los raterillos del oxxo, detenidos frente a la Escuela de Policía: placas de circulación de Puebla, originarios de Puebla, recién habían cometido un delito en Puebla. Pero resulta que Puebla tiene al día de hoy un nivel mucho más bajo de violencia e inseguridad que Tlaxcala.

Tampoco descartemos que a la casa de dicho alcalde pudieron haber dejado un mensaje, para generar sicosis, claro no en todos… May Zaragoza, frío, impasible. La procuradora, aterrada. El pueblo, deseperado. y el mandamás, dispuesto a dejar la plaza, para ir adondequiera, pero irse ya.