Algo de lo que se ha hablado muy poco parte de los dirigentes de los partidos políticos y los consejeros del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), es de las graves fallas del sistema que se puso en línea para llevar a cabo el registro de los candidatos a alcaldes y presidentes de comunidad, el cual nunca operó adecuadamente.

 

 

Legalmente el 21 de abril a las doce de la noche se debió cerrar el registro de los candidatos antes mencionados, pero como las fallas fueron constantes y permanentes del sistema que creó el ITE, los consejeros electorales en complicidad con los partidos políticos decidieron ampliar discrecionalmente ese trámite un par de días más y darle a los interesados todo el fin de semana que pasó para subsanar las inconsistencias que hubieran tenido y así evitar que sus abanderados fueran rechazados para participar en la contienda.

 

Todos los partidos políticos, tanto nacionales como locales, tuvieron problemas para registrar cada uno a más de mil 500 candidatos entre alcaldes, síndicos, regidores y presidentes de comunidad, lo cual fue aprovechado por los consejeros del ITE encabezados por Elizabeth Piedras Martínez para dar más tiempo a cambio de que no evidenciaran el pésimo sistema informático de la autoridad electoral y no hicieran públicas las fallas del mismo, ya que era obvio que esas anomalías técnicas influyeron para retrasar la inscripción de abanderados.

 

Si el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones hubiera sido estricto, seguramente ningún partido político tendría planillas completas en los 60 municipios de la entidad ni candidatos en las 299 presidencias de comunidad.

 

Al interior del ITE se mencionaba que un partido político que estaba pagando muy alto su novatez e inexperiencia de sus dirigentes locales era Redes Sociales Progresistas que tenía un desorden y múltiples problemas para sacar sus planillas a los ayuntamientos.

 

La autoridad electoral de Tlaxcala tenía estimado procesar la información de más de 23 mil candidatos, lo cual hizo pero de una forma deficiente y sin respetar los plazos que ella misma estableció, situación que resulta preocupante porque si desde ahora el ITE opera con esas graves fallas imagínese que sucederá el día de la jornada electoral y con el conteo de los votos.

 

Si el programa de registro de candidatos colapsó y no pudo procesar adecuadamente 23 mil aspirantes, ojalá que el Programa de Resultados Electorales Preliminares que empieza a operar después de las ocho de la noche el día de las elecciones no tenga las mismas deficiencias, sobre todo porque se cargan datos de más de mil 600 casillas y se contabilizan más de medio millón de votos.

 

Será en esta semana cuando se conozca cuántos registros autorizan los consejeros del ITE y el número de candidatos a alcaldes y presidentes municipales que podrán iniciar sus campañas el próximo 4 de mayo, proceso al que también se sumarán los aspirantes a diputados locales.

 

Morena es el partido que viene tomando nota puntual del trabajo del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones.

A nivel federal ya detectó que el INE los está apretando y que sobre vigila a sus candidatos a las gubernaturas y a las diputaciones federales, por lo que no descartan que localmente se busque perjudicar a sus candidatos a legisladores, alcaldes y presidentes de comunidad al ponerles algunas trabas.

 

En los comicios del 2016 la autoridad electoral de Tlaxcala tuvo un cuestionado papel no sólo durante el desarrollo de las campañas, sino en la jornada electoral porque falló el Programa de Resultados Electorales Preliminares y porque en los cómputos oficiales se detectaron inconsistencias. Tampoco se garantizó el adecuado resguardo y manejos de los paquetes electorales, de ahí que siempre hubo dudas sobre los resultados finales que terminaron por beneficiar al priista Marco Antonio Mena Rodríguez.

 

Ojalá el ITE actúe bien y de una forma responsable.

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