Fulano es dueño del cerro equis, y perengano escrituró la barranca ye, que fue retacada con cascajo. Luego, vienen las inundaciones y aquellos afectados demandan el apoyo del gobierno… esto es una pachanga.
Lamentamos la desesperación de cientos de familias, afectadas por las lluvias atípicas.
Como no se tenía memoria, el agua pluvial abunda, las casas ceden, los bienes se pierden y, los responsables de Protección Civil, estatal y municipales, tienen dos alternativas: seguir actuando con la mediocridad que los lleva a autorizar construcciones en zonas de riesgo, o convertirse en funcionarios intolerantes con aquellos ciudadanos o grupos que satisfacen la urgente necesidad de vivienda, pese a arriesgar la integridad de los suyos.
Ahí tiene usted a decenas de abusivos invasores de la laguna de Acuitlapilco, retando al lecho de un cuerpo de agua. Con la ayuda de notarios inescrupulosos, escrituran predios que algún día serán inundados, o cubiertos.
Qué me dice de la permisividad oficial en municipios como Tetlatlahuca o Zacatelco, donde la ausencia de la autoridad llega a tales niveles que pocos pueden atisbar el riesgo de asentamientos humanos junto a canales y ríos que forman parte del sistema Zahuapan-Atoyac.
No importa que el nivel de esos canales esté más arriba que las casas. Hoy, alguien decide utilizar su ejido o pequeña propiedad para construir una casita y nadie se lo impide.
El problema es que mañana, cuando la pestilencia brote o, aniegue ese tipo de construcciones, las personas dirigen sus ojos hacia el concepto que tienen de “gobierno”, y le exigen la reparación del daño y hasta le reclaman porque sus familiares corrieron un inminente riesgo.
Cuántas viviendas se erigen al pie de la Malintzin, sin considerar el riesgo de deslaves.
¿Existe, por tanto, una conciencia de Protección Civil?
Se les ve llegando muy apurados a encarar tragedias, enfundados en traje de bomberos; pero carecen de la autoridad necesaria para ver en perspectiva los riesgos que algún día pueden cobrar vidas.
El meollo del comentario es: tan no dejará de llover en la temporada que los gobiernos tienen la obligación de evaluar la permanencia de determinados asentamientos cerca de ríos, barrancas o montañas.
Oiga, el agua convierte en lodo a los cerros. Y a nadie le gustaría ser víctima de un alud.
El agua y, su furioso paso, arrastra caminos, derriba puentes y arroja árboles. ¿Sabe usted qué pasa con las viviendas, precisamente a su paso? Si, las demuele,
con todo y sus ocupantes.
No vale desafiar a la naturaleza.
La responsabilidad de los señores con el título de director de Protección Civil es enorme. Y sus jefes, los alcaldes, el gobernador, tienen la obligación de despojarse de los apetitos invasores de predios para hacer negocio, y dar a dichos funcionarios la potestad que les asiste.
Esta que vivimos, señores, es la oportunidad para limpiar de invasores a la laguna de Acuitlapilco. Ni siquiera será una acción ciudadana, porque la naturaleza se está encargando.
Y no valen falsos profetas, ni líderes advenedizos. El agua busca su cauce, su asiento. Y lo encuentra.
Diputado intolerante
Luis Salazar, diputado del Partido Socialista (PS) amagó con denunciar penalmente a los reporteros y sus medios, que evidenciaron el supuesto reparto de 2.4 millones de pesos, y para no hacerlo, exige que no haya diputados de primera y de segunda; es decir, unos que reciben trato preferencial, tal vez con el dinero ese que hoy causa discordia, y otros, como se considera él, dejados de la mano del falso dios que firma los cheques.
Con el respeto que merece su investidura, le digo al legislador Salazar que, los medios de comunicación no deberían ser para nadie, objeto o causa para chantajear a los administradores del Poder al que sirve.
El amago de Salazar es un vulgar mensaje a funcionarios del Congreso para que le den sus 80 mil o, de lo contrario, se sientan responsables porque los reporteros seremos reprimidos por haber exhibido uno de los que podrían ser muchos defectos de la actual Legislatura.
Es decir, el compromiso social al que se debe su partido, “socialista”, usa a la prensa para exigir una prebenda.
Niega que sea esta una legislatura afectada por la auto complacencia y, al contrario, le anota importantes logros.
Así lo ve, y es libre de hacerlo.
No todos lo ven así.
A propósito de inundaciones
Con qué cara cobra la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Tlaxcala (Capam) el deficiente servicio de drenaje y alcantarillado en la capital de este estado.
Es justo decir que los usuarios pagan las cuotas más altas del país. Y también padecen con uno de los peores servicios del país.
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