La pesadilla de la actual pandemia se mantendrá por varios meses más y el pronóstico de la Secretaría de Salud de Tlaxcala a cargo del bribón René Lima Morales sobre el número de fallecidos que dejará esa mortal enfermedad es escalofriante, pues las 740 muertes registradas hasta ayer apenas si representa el 22 por ciento del total que se espera para diciembre de este año.
Hace un par de días le comentaba que la cifra de decesos por coronavirus empezaría a convertirse en un tema complicado para las autoridades sanitarias, sobre todo porque éstas no reflejaban la realidad y porque sencillamente los funcionarios federales y estatales lanzan y manejan datos que no son creíbles o carecen de lógica.
México está cerca de registrar medio millón de personas contagiadas por Covid-19 y el número de fallecidos es de 49,698 pacientes, mientras que en Tlaxcala se tenía reportado hasta ayer 4 mil 824 casos positivos y 740 decesos.
Mientras la gran mayoría de los ciudadanos piensa o cree equivocadamente que ya vamos saliendo de la pandemia o que ya estamos domando al virus como lo ha declarado el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la realidad es que esta pesadilla seguirá presente cobrando más vidas y destruyendo la economía y la armonía social.
Ayer, las autoridades de salud en Tlaxcala que para mala suerte de los habitantes son encabezadas por el diminuto René Lima, aseguraron que para diciembre el peligroso Covid-19 habrá dejado en el estado entre 3,400 o 3,500 personas muertas, es decir, que en los siguientes en 147 días que faltan para concluir el año perderán la vida por coronavirus 2,660 tlaxcaltecas, lo que implicará que cada 24 horas tendrán que fallecer un promedio de 18 tlaxcaltecas.
Pero no crea que esa cifra es imposible de alcanzar o que se trata de una exageración, pues tan sólo el pasado lunes los crematorios que operan en la entidad no tuvieron la capacidad para atender la enorme demanda que se presentó ese día. En Apizaco hubo seis cremaciones y en Tlaxcala se contabilizaron nueve servicios más de ese tipo, sin contar el de los tlaxcaltecas fallecidos en la zona de San Pablo de Monte que debieron recurrir a funerarias de la ciudad de Puebla.
Según los propietarios de las funerarias que operan en la entidad, desde hace varias semanas se llevan a cabo un promedio de 25 servicios, lo que demuestra una vez más que las cifras que maneja la Secretaría de Salud están manipuladas y no detallan la gravedad de esa mortal enfermedad.
Hasta ayer se hablaba de 740 muertos contabilizados en 119 días, si tomamos en cuenta que el primer fallecimiento se registró el pasado 8 de abril y que el reporte del total de fallecidos corresponde al 5 de agosto, lo que nos arroja un promedio de 6.2 personas por día que sencillamente no es creíble.
Los tímidos llamados de las autoridades estatales y municipales para que los tlaxcaltecas acaten las medidas sanitarias y eviten aglomeraciones, el incremento de la movilidad y la apertura de todas las actividades económicas, serán factores que sin duda se traducirán en más contagios y más muertes por Covid-19.
Lo anterior lo sabe el bribón secretario de Salud René Lima que siempre manipula la información oficial a su favor para aparentar que se están llevando a cabo las acciones sanitarias para garantizar el bienestar de los tlaxcaltecas, de ahí que no es casualidad que haya soltado que Tlaxcala llegará a contabilizar 3,400 o 3,500 muertes de coronavirus, porque de antemano conoce que los datos oficiales de personas fallecidas sólo reflejan una parte del grave problema que representa la actual pandemia.
Lo que nos falta por vivir y enfrentar es preocupante, pero más cuando observamos que en Tlaxcala hay autoridades tan mezquinas como Lima Morales.
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