El confinamiento y la pandemia de Covid-19 han sido buenos aliados para ciertos funcionarios estatales que en otras circunstancias ya estarían enfrentando una presión social por sus nulos o escasos resultados entregados, como los responsables de brindar seguridad y de perseguir a los delincuentes.

Sin que Tlaxcala pierda su lugar en la lista de los estados más seguros del país, la realidad revela que en las últimas semanas la violencia viene aumentando y que cada vez los maleantes utilizan formas más agresivas para cometer sus ilícitos.

Ayer se conoció el asesinato de una mujer cuyo cuerpo fue abandonado cerca del municipio de Tenancingo, el fin de semana pasado se cometió un terrible homicidio múltiple en Nativitas y también se informó que en Chiautempan había sido baleada una persona para robarle su motoneta.

Eduardo Valiente Hernández, secretario de Seguridad Ciudadana en Tlaxcala no ha podido mejorar la seguridad por más intentos que ha realizado y pese a que esa dependencia ha sido dotada en los últimos meses de mejor equipo y más patrullas.

El procurador de Justicia en el estado, José Antonio Aquiahuatl Sánchez, sigue nadando de muertito y simulando que trabaja, cuando en realidad está más interesado en hacer crecer una institución “patito” de educación superior denominada Universidad Nova en Ciencias Jurídicas y en consolidar su despacho legal que no ha dejado de tener buenos clientes.

Esos dos funcionarios nunca se enteraron que en Apizaco radicaba y operaba Óscar N, alias “El Loco Téllez” presunto líder de una de las bandas de criminales más violentas de robo de combustible, atraco en carreteras, narcotráfico, secuestros, homicidios y otros delitos.

Fueron agentes poblanos lo que siguieron los pasos y detectaron a ese líder criminal hasta Tlaxcala, específicamente en Apizaco donde se le veía cómodo y con la confianza necesaria para sostener reuniones y juntarse con “galleros” con los que solía convivir. Se habla que incluso la ciudad rielera aportaba su cuota en el robo de gas, proceso ilegal en el que se presume estarían involucrados algunos funcionarios locales.

Lo curioso es que nadie molestaba a ese capo que era buscado por las autoridades del vecino estado de Puebla. En un sorpresivo operativo realizado el pasado 28 de junio por agentes poblanos se logró la captura de “El Loco Téllez”, evidenciado que ese criminal recibía, al parecer, ciertas facilidades para estar en Tlaxcala.

Las autoridades podrán mantener su discurso de que Tlaxcala es de los estados más seguros del país, pero dudo que ese chafa argumento convenza a alguien o deje tranquilo a los tlaxcaltecas que piden que el tiempo que le resta a la actual administración pase rápido para que lleguen nuevos funcionarios que realmente quieran dar resultados.

Y ya que hablamos de simulación, le cuento que mientras por un lado el ex diputado local Marianito González Aguirre, dedicó algo de su valioso tiempo para felicitar a su querido amigo el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez por su cumpleaños y para suplicarle que puedan seguir caminando la vida, juntos, su papá, el rancio hacendado y ex gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur, no pierde oportunidad para seguir juntando sus canicas y meterse a la sucesión.

El viernes pasado, ese añoso y malhumorado político reunió en su casa ubicada en Santa Anita Huiloac en el municipio de Apizaco a ex diputados locales y alcaldes en funciones para tirarles línea y hacer crecer el grupo que busca ganar posiciones de poder en los comicios del 2021.

Entre los presentes estaría el ex legislador y constructor José Martín Rivera Barrios, así como el presidente municipal de Tzompantepec, Arturo Rivera Mora, quien se muere por convertirse en diputado ya sea por el PRI, el PAN o cualquier otro partido político.

Una simulación más tiene que ver con la postura de las políticas tlaxcaltecas que exigen igualdad y constantemente se quejan de la violencia contra las mujeres. Resulta que hace unos días el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador decidió cancelar o recortar los subsidios destinados para financiar las acciones de atención de alerta de violencia de género contra las mujeres y ninguna se tomó tiempo para inconformarse.

Si bien Tlaxcala no fue uno de los ocho estados que enfrentaron la cancelación de esa partida, si forma parte de las entidades que sufrirá una reducción importante, pero aun así nadie se quejó ni pareció importarle esa absurda decisión.