El gris líder de la Sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Demetrio Rivas Corona, es un hombre feliz que la suerte le sonría desde julio del 2019, fecha en que debió dejar la dirigencia del gremio, pero que por distintas razones no lo ha hecho para desgracia de más de 20 mil maestros tlaxcaltecas que deberán esperar que la actual emergencia sanitaria pase y se normalicen las actividades para estar en condiciones de llevar a cabo su proceso de renovación.

El año pasado cuando Rivas Corona concluyó en julio su periodo por el que fue electo como dirigente de esa sección del SNTE, el Comité Ejecutivo de esa agrupación sindical consideró que no existían las condiciones para organizar el relevo y optó por posponer ocho meses su gestión, sin embargo la presencia en el país del mortal virus Covid-19 alteró los planes y la elección prevista para finales de marzo de este año nuevamente su reprogramó.

Los días pasaron y al observar que las medidas de confinamiento se extenderían más allá de mayo, el CEN del SNTE en manos de Alfonso Cepeda Salas decidió ratificar hace unos días a Demetrio Rivas como dirigente de la Sección 31 de ese gremio magisterial, posición que seguramente detentará hasta que haya condiciones para realizar la elección.

Una vez que Rivas Corona recibió la noticia y sabiendo que podría quedarse por varios meses más en el cargo de inmediato hizo a un lado su pasividad y su indiferencia para llamar a antiguos aliados y a diferentes liderazgos internos del SNTE tlaxcalteca para retomar acuerdos y establecer nuevos compromisos en materia laboral y de revisión salarial, con el claro propósito de desmantelar la oposición que se ha conformado en torno a su heredero de nombre José Arturo Morales Juárez que en el proceso de renovación que se encuentra suspendió encabeza la Planilla Blanca denominada “Lealtad”.

Si la operación de Rivas Corona tendrá resultados favorables o no para su causa se sabrá con el tiempo, porque la Planilla Azul registrada como “Suma Magisterial” representada por Cutberto Chávez de la Rosa no ha dejado de operar a través de los ex secretarios generales del sindicato.

Se sabe que ese grupo del SNTE mantiene un contacto permanente con cientos de profesores tlaxcaltecas que están decepcionados de su dirigencia que en los últimos años mostró un insultante entreguismo al gobierno de estado.

La Sección 31 del SNTE es la más importante en Tlaxcala, pues aglutina a más de 20 mil maestros.

Habrá que ver como se asimila la noticia de la permanencia de Demetrio Rivas como secretario general de la mencionada sección, pues seguramente va a polarizar más al dividido magisterio tlaxcalteca y no se descarta que en unas semanas más se registren acciones de rechazo a su mediocre liderazgo.

Y ya que hablamos de liderazgos mediocres, le cuento que hace unos días el ex poderoso Marianito González Aguirre, quien se muere de ganas porque lo mencionen como un posible aspirante a la candidatura del PRI al gobierno de Tlaxcala, convocó a una reunión a sus operadores políticos con el propósito de poner en marcha su estrategia de posicionamiento, pero ésta resultó un total fracaso porque sólo llegaron unos cuantos que se pusieron a las órdenes del disminuido priista.

Marianito o “El Moles” como se le conoce al hijo del hacendado ex gobernador Mariano González Zarur extraña el poder y el dinero público, de ahí que tratará por todos los medios obtener una candidatura a un cargo de elección popular para los comicios del 2021, por lo que pronto volverá a reaparecer por Tlaxcala y poner pausa a su glamurosa vida que se da en el vecino estado de Puebla.

Finalmente, otro político que también anda movido para convertirse en candidato a alcalde es el ex diputado priista y negociante José Martín Rivera Barrios, pero no crea que pretende la presidencia municipal de Terrenate por el ex partidazo, sino por Morena donde según él tiene las puertas abiertas.

Será.