Una vez que en el vecino estado de Puebla se confirmaron dos casos de personas enfermas de Coranovirus, lo lógico sería escuchar de las autoridades de tlaxcaltecas y poblanas la puesta en marcha de acciones articuladas de contención, porque nadie puede negar ni minimizar la importante movilidad que los habitantes de ambas entidades tienen no sólo en materia laboral, sino estudiantil y comercial.
Sobre todo, porque de acuerdo con la Secretaría de Salud del gobierno federal será para finales de marzo cuando México podría entrar en la Fase 2 de transmisión del Coronavirus, lo que implicará la dispersión comunitaria o cuadros de brotes masivos.
Lo anterior, sin duda pondrá a prueba no sólo el sistema de salud del país, sino que seguramente evidenciará en algunos casos las limitaciones que algunos estados como Tlaxcala tienen en sus clínicas y hospitales donde la carencia de personal especializado es innegable.
Si ya hay dos pacientes enfermos de Coronavirus en Puebla, lo natural es pensar que no tardará en presentarse un caso en Tlaxcala, donde las autoridades de salud a cargo del nefasto René Lima Morales se muestran indiferentes ante un grave problema, porque es el día que nadie sabe qué acciones se están llevando a cabo para detectar y ubicar a probables personas que hayan sido contagiadas ni qué plan de acción se pondría en marcha para contener el número de personas afectadas.
Tlaxcala tendrá la capacidad para establecer controles de fiebre y llevar a cabo la toma de muestras de pacientes, son interrogantes que surgen y que hasta ahora no tienen respuesta.
Habrá coordinación entre el gobierno federal y estatal. Los alcaldes ya habrán recibido alguna indicación o conocerán el plan a seguir para evitar que los contagios se propaguen, son preguntas que no tienen respuesta y que sin duda generan cierta incertidumbre.
Cuánta población tlaxcalteca está en riesgo por su grado de vulnerabilidad, es decir, adultos mayores, niños y aquella que vive en condiciones de pobreza extrema que les impide acceder a los servicios de salud.
Si en Tlaxcala no se toman decisiones rápidas y acertadas los costos que pagarán las autoridades por no proteger debidamente a la población en tiempo y forma serán muy altos para el actual gobierno estatal.
En una realidad que esta pandemia tiene casos asintomáticos y que las autoridades del sector salud no están haciendo muestras aleatorias ni tomando medidas preventivas como podría ser la suspensión de clases o la cancelación de eventos masivos.
En Puebla, ya se solicitó a la población que sospeche de un contagio, llamar a la línea telefónica de la Unidad de Inteligencia Epidemiológica para que el personal médico acuda a su domicilio a tomarle una muestra y así no salga de su domicilio.
El secretario de Salud de Puebla, Jorge Humberto Uribe Téllez, aseguró que en aquella entidad se cuenta con la infraestructura y material médico necesario para tomar muestras, lo cual también quisiéramos escuchar del titular de la Sesa en Tlaxcala, René Lima, quien como funcionario menista simplemente no da una.
La verdad es que ante tan mal y pésimo funcionario los tlaxcaltecas se debemos preocuparnos.
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