La indiferencia del gobierno que encabeza Marco Antonio Mena Rodríguez para actualizar la ley y regular las plataformas digitales por las cuales los particulares pueden ofrecer el servicio de transporte de pasajeros puede tener un alto costo para esa administración omisa, porque ayer los diputados locales que andan libres y sin ninguna mano que los conduzca aprobaron reformas a la Ley de Comunicaciones y Transportes que generaron molestia y confusión porque nadie sabe que está permitido y qué está prohibido.
Como ya es costumbre, la administración de Marquito Mena evadió desde el inicio de su gestión el tema de la regulación de las plataformas digitales para el servicio de transporte de pasajeros y se negó, por capricho o venganza, a presentar propuestas de reforma a la ley para normar su operación.
En cambio, los funcionarios menistas como Noé Rodríguez Roldán, ex titular de la Secte, emprendió una campaña y acciones legales contra la empresa Pronto y su propietaria Nydia Cano Rodríguez, así como con sus afiliados que daban el mencionado servicio con buenos resultados y una aceptable acogida por parte de los usuarios que desde ese momento y hasta la fecha no han dejado de quejarse de la mala atención y caro que resulta usar los taxis en la entidad.
Nydia Cano fue una cercana colaboradora de Mena durante su campaña a la gubernatura de Tlaxcala, pero cuando inició su gobierno no fue invitada a colaborar en la nueva administración y hasta donde se sabe ella fue desconocida como otros más que ayudaron al neopriista a ganar las elecciones celebradas en julio del 2016.
La pasada legislatura que controló el nefasto Marianito González Aguirre siempre fue comparsa y bailaba al son del aprendiz de gobernador, de ahí que le entró al juego y siempre dio largas a la reforma que se requería para tener una ley moderna en materia de movilidad y que ésta a su vez permitiera y regulara el uso de nuevas tecnologías como las plataformas digitales.
Por esa razón y para desgracia de los tlaxcaltecas, el caso llegó a los actuales diputados locales que cometieron el gravísimo error de ceder a las presiones y chantajes de los transportistas tlaxcaltecas, quienes al parecer y con la complicidad del legislador morenista y dueño de taxis, Miguel Piedras Díaz, lograron que el uso de aplicaciones a través de internet sea exclusivamente para aquellos que tienen una concesión para ofrecer el servicio de transporte de pasajeros, dejando sin posibilidad a particulares de llevar a cabo esa actividad.
Sin embargo, existe otra versión de que los inexpertos y convenencieros diputados de Morena, el PT y el PES en complicidad con otros miembros de la chiquillada si establecieron en la reforma aprobada la opción de que particulares ofrezcan el servicio siempre y cuando tengan la autorización de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, por lo que Pronto y Uber podrán seguir operando en Tlaxcala como lo venían haciendo.
Lo que es una realidad es que la mencionada reforma a la Ley de Comunicaciones y Transportes es inextricable y poco clara. Los diputados locales se fueron por el camino fácil y lejos de aprobar una norma de avanzada y moderna, llevaron a cabo cambios que a nadie dejaron contento y que seguramente le provocarán un problema al incoloro gobierno de Marco Mena.
En los siguientes días veremos si al bisoño gobernador le sale lo Mena y veta la mencionada reforma o nuevamente decide ser omiso y nena y dejar que prevalezca el caos y la confusión en un asunto que lleva años sin resolverse.
Los que de plano quedaron muy mal ante los ciudadanos y usuarios de plataformas digitales son los diputados locales. Si alguno estaba pensando en buscar su reelección o en la posibilidad de brincar a otro cargo de elección popular para los comicios del 2021, lo mejor es que analice tres veces porque lo más probable es que ninguno obtenga el respaldo de los tlaxcaltecas que no han dejado de desaprobar su actuación y su pésimo trabajo como legisladores.
El costo de llevar al poder a inexpertos e improvisados es muy alto.
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