Antes de que se registre la lucha interna por el control del Partido Encuentro Social (PES) en Tlaxcala, el PAN empezó un procedimiento legal para que se revisen los trámites que siguieron los consejeros electorales del ITE para otorgar el registro como partido local, ya que al parecer la autoridad optó por el reconocimiento sin verificar debidamente los documentos que recibió para tal fin.

 

El caso del registro como partido local del PES ya se encuentra en manos de los magistrados que integran el Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET), quienes si se apegan a la ley no les quedará otra más que echar abajo lo decretado por el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones, cuyos miembros dieron todas las facilidades para que el diputado local de esa fuerza política, José Luis Garrido Cruz, hiciera los trámites legales correspondientes cuando no está facultado para hacerlo.

Los consejeros encabezados por la ambivalente Elizabeth Piedras Martínez ordenó darle trámite a la solicitud de Garrido Cruz, pues sabía perfectamente que el diputado local representaba los intereses de Lorena Cuéllar Cisneros, la “super delegada” federal de los programas de Desarrollo del gobierno del presidente de México Andrés Manuel López Obrador y aspirante a la gubernatura de Tlaxcala.

Sin embargo, ninguno de los siete consejeros hizo su tarea y se sumaron por inercia a cumplir la voluntad de su limitada representante Piedras Martínez que no desconoce la enorme desconfianza que Lorena Cuéllar le tiene a ese órgano electoral, pues según la ex senadora en los comicios locales del 2016 el ITE operó para encubrir el supuesto fraude que sufrió y que le impidió ser la mandataria del estado.

Nadie del ITE se percató que el único facultado para realizar el trámite era el secretario general de la dirigencia estatal del PES, Hildeberto Pérez Álvarez, quien como se puede constatar a través de las copias certificadas del expediente que entregó el órgano electoral al PAN que impugno tal resolución, el mencionado nunca firmó el documento por el cual se inició el procedimiento pese a que si aparece su nombre, de ahí que los consejeros debieron rechazar la solicitud y negarse a entregar el registro como partido local una vez que el INE canceló su registro a nivel nacional.

Oficialmente el PES logró su registro como partido local el 15 de abril y para el 30 de abril los acelerados consejeros ya habían aprobado reasignar las prerrogativas para que a partir de este mes ese instituto recibiera su dinero tanto para actividades ordinarias como para otras específicas, pese a que ahí se enteraron que habían violado el procedimiento al aceptar que el diputado local José Luis Garrido hiciera la gestión.

Incluso, la consejera Denisse Hernández Blas, presidenta de la Comisión de Prerrogativas, Partidos Políticos, Administración y Fiscalización del ITE minimizó la falla y el error, bajo el argumento de que a nadie la hacía mal que hubiera un nuevo partido local porque además la disminución que sufrirían los partidos en el financiamiento público era insignificante.

Con esta clase y nivel de consejeros electorales se empezarán los preparativos para las elecciones locales del 2021 en que los tlaxcaltecas acudirán a las urnas a elegir gobernador, diputados, alcaldes y presidentes de comunidad, lo cual resulta desalentador porque si son incapaces de revisar un expediente y hacer cumplir la ley, imagínese si estarán capacitados para supervisar y organizar todas las etapas de un proceso donde el PRI enfrentará altas posibilidades de entregar el poder en el estado.

Ahora, sólo falta esperar el fallo de los magistrados del Tribunal Electoral de Tlaxcala sobre el caso, de ahí que al PES le podría durar muy poco el gusto de recibir prerrogativas y de ser considerado un partido local, ya que no se descarta que en esa instancia se ordene al ITE echar atrás sus equivocadas resoluciones.

Ojalá en Tlaxcala se hagan valer las leyes, porque sin duda contribuirá a generar un buen ambiente para desarrollar en 20 meses más la organización del próximo proceso electoral en la entidad.