Si el actual secretario de Educación en Tlaxcala, Manuel Camacho Higareda, permanecerá o no en su cargo es algo que sólo sabe el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, quien ayer comprobó que sus aliados de conveniencia, los líderes de las secciones 55 y 31 del SNTE, Jorge Guevara Lozada y Demetrio Rivas Corona, respectivamente, desacreditarán a ese funcionario estatal cada que puedan para ganar simpatías de sus agremiados.

Antes de emprender sus ataques hacia el gobierno federal por el atraso que existía en el pago de los maestros de las escuelas de tiempo completo, un programa a cargo de la administración del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, los representantes del SNTE enfocaron sus críticas hacia Camacho Higareda, a quien calificaron de incompetente e incapaz para resolver la problemática de los trabajadores de la educación que tenían tres meses sin cobrar sus salarios.

Antes de la marcha y manifestación registrada ayer por parte de maestros tlaxcaltecas, el reclamo de los docentes del mencionado programa por falta de pago había sido ignorado por sus dirigentes sindicales Jorge Guevara y Demetrio Rivas.

Sin embargo, la parsimonia ante las constantes quejas de los profesores era insostenible y más cuando el pasado jueves y viernes tuvieron que recurrir al charrismo sindical –compra de delegados y contratar a golpeadores- para retener el control de la sección 55 del SNTE, luego que los miembros de la organización “Maestros por México” que simpatizan con Elba Esther Gordillo Morales los acusaron de defender más los intereses del gobierno que el de los docentes.

Los actuales dirigentes del SNTE en Tlaxcala saben que ya no pueden seguir con su actual política de complicidad hacia la administración estatal, pues al interior de sus gremios reconocen que hay problemas en el sector educativo que necesitan ser atendidos y que su alianza con Manuel Camacho debía terminar porque el malestar hacia ese soberbio e ineficaz funcionario estatal va en aumento.

Si por más de dos años los representantes del SNTE optaron por aliarse con el secretario de Educación, ayer se comprobó que ese pacto de conveniencia terminó y que ahora el tono de las críticas y señalamientos contra Camacho Higareda serán distintas, lo cual podría complicar las negociaciones que sostienen en torno a la revisión salarial de cada año y que se concreta por estas fechas antes de que se celebre en el mes de mayo el “Día del Maestro”.

Aunque no le puedo asegurar que Manuel Camacho dejará la titularidad de la Secretaría de Educación en Tlaxcala, al menos estoy en posibilidades de comentarle que ya se empezó a escuchar ese rumor en los corrillos políticos, lo cual llama la atención porque ese aspirante a poeta siempre había sido ubicado como uno de los funcionarios inamovibles en la actual administración por su cercanía con el mandatario estatal.

Este año no ha sido bueno para Camacho Higareda no sólo porque los conflictos en el sector educativo se han multiplicado y agravado, sino porque también se comprobó que la intensa promoción de su persona no sirvió de nada, debido a que su posicionamiento para aspirar a la candidatura del PRI al gobierno de Tlaxcala es mínimo, con lo cual ha dejado de ser considerado para la sucesión, de ahí que ahora se está optando por impulsar a Florentino Domínguez Ordoñez, titular del Sepuede e Icatlax.

El tiempo nos dirá si habrá cambios o no en la Secretaría de Educación en Tlaxcala.

Por lo pronto, los maestros tlaxcaltecas tendrán que padecer al insufrible Manuel Camacho, a quien le gusta que le llamen “señor secretario” y a quien le encanta tener “negociaciones machas”.