Muy caro le está saliendo al gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez dejar sin supervisión a su operador y enlace con el Poder Legislativo, Arnulfo Arévalo Lara, quien nunca detectó que a su lacayo Víctor Manuel Báez López, el diputado morenista presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso del Estado le estaban viendo la cara.
En este momento ya se asomó a la puerta un probable conflicto entre el gobernador priista Mena Rodríguez y el Congreso del Estado que es controlado por la coalición legislativa conformada por Morena, el PT y el PES, debido a que al mandatario no le gustó los términos de la Ley de Austeridad, Racionalidad, Probidad y Disciplina en el Manejo del Presupuesto Público y las reformas aprobadas al Código Financiero, porque en su percepción transgreden diversos principios constitucionales y la división de poderes.
Desde el momento en que Víctor Manuel Báez aceptó la creación de una comisión especial para colaborar en la elaboración del presupuesto y de otras iniciativas, el gobernador perdió el control que había ejercido sobre los diputados locales y éstos aprovecharon el desliz para operar soterradamente la mencionada ley de austeridad y los cambios jurídicos al Código Financiero, con el propósito de hacer ajustes que permitieran terminar con el manejo discrecional de alrededor de 4 mil millones de pesos que tenía el Poder Ejecutivo.
Del total de recursos públicos que se manejan en Tlaxcala –cerca de 18 mil 750 millones de pesos-, se calcula que entre el 21 y el 22 por ciento se ejercían sin control y sin ninguna supervisión o fiscalización adecuada, de ahí que los diputados decidieron impulsar algunos cambios en la ley para evitar que esa situación siguiera vigente.
Torpe y miope, Báez López nunca visualizó lo que se estaba cocinando, al grado que contagió de su ceguera al limitado priista Arnulfo Arévalo que nunca alertó a su jefe de las verdaderas intenciones que tenían los legisladores de esa alianza opositora, quienes sin mostrar sus verdaderas intenciones lograron en una primera instancia tener un mayor control sobre los recursos públicos que recibe el gobierno del estado.
Las derrotas legislativas que ha tenido el mandatario estatal no sólo tienen que ver con la aprobación de la mencionada ley de austeridad y las reformas al Código Financiero, sino con la reasignación de partidas y recortes avalados por los legisladores y que se reflejaron en el Presupuesto de Egresos de este año.
El gobernador Marco Antonio Mena tratará de echar abajo algunas disposiciones legales, para lo cual hizo llegar el pasado viernes por la noche al Congreso de Estado unas observaciones que tendrán que ser revisadas por los diputados para determinar si las aceptan o las rechazan.
Lo anterior podrá marcar el rumbo que tomará la relación entre ambos poderes, pues no se descarta que los diputados locales acepten los cambios y regresen a la órbita de influencia del gobernador o decidan mantenerse en su posición y dejar bien clara la distancia que desean tener con el mandatario.
Las breves
Dicen que la ex vocera del Congreso del Estado Cynthia Fernández Bautista, quien se venía desempeñando como secretaría técnica del Comité de Administración del Poder Legislativo dejó de laborar al lado del diputado morenista Rafael Ortega Blancas.
Desde el lunes pasado Fernández Bautista ya no se presentó a trabajar, por lo que las especulaciones sobre los motivos que provocaron su despido están a la orden del día.
El ex alcalde perredista de Amaxac, Carlos Luna Vázquez, podría ser uno de los primeros tlaxcaltecas en asumir un cargo dentro del gobierno federal. Corre muy fuerte el rumor que éste político podría ser el responsable en Tlaxcala del programa de atención a adultos mayores.
Se espera que a partir de la primera quincena de enero se incorporen un primer paquete de funcionarios que trabajarán al lado de la coordinadora general del gobierno federal, Lorena Cuéllar Cisneros.
Patético resultaron los discursos que el sábado por la tarde pronunciaron la diputada del PES, Luz Vera Díaz y el dirigente estatal de Morena, Joel Molina Ramírez, en una convivencia que se organizó para festejar el inicio del año con la estructura conocida como los servidores de la nación.
Vera Díaz se armó de valor y la emprendió durísimo contra el gobernador Marco Antonio Mena, lo malo es que siempre pretende mostrarse ruda cuando está rodeada de morenistas, porque cuando tiene de frente al mandatario siempre se muestra mesurada y hasta recatada, tal y como se comparta en sus esporádicas intervenciones en la tribuna del Congreso del Estado.
Joel Molina recurrió a la retórica y a exaltar la figura del presidente de México Andrés Manuel López Obrador al asegurar que él si cumplirá con sus promesas y para tratar de agradar a los 500 asistentes al evento recurrió a la frase “de me canso ganso”, situación que lejos de generar simpatías provocó desagrado por mostrarse como un político sin personalidad e imaginación.
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