Con el paso de los meses el misterio que existía en torno a la extraña desaparición de los bienes muebles del Congreso del Estado que se perdieron tras la millonaria remodelación que registró el edificio se ha ido aclarando, al grado que hoy se tienen evidencias claras de dónde fue a parar ese mobiliario que era de buena calidad y que su venta pudo generar ganancias a un ex diputado local.

 

Si los actuales diputados locales quieren saber el destino de los muebles que fueron sacados del edificio que alberga el Poder Legislativo y que presuntamente fueron robados por un ex legislador, porque nunca se siguió un procedimiento legal para dar de baja esos bienes del inventario, deberían preguntar entre los empleados quiénes fueron los que participaron en la mudanza y conocerán qué paso con esos artículos.

Se dice que los muebles caros y en excelente estado fueron almacenados en una bodega que se localiza cerca del Outlet Puebla Premier y la Planta Armadora Volkswagen en el vecino estado, la cual sería una propiedad del junior y ex diputado local Mariano González Aguirre.

Nadie sabe si los diputados están haciendo algo para recuperar esos bienes y para aclarar los desfalcos que encontraron en las finanzas del Congreso Local, porque al parecer la intención es olvidar esos temas y solapar no sólo el presunto robo de esos muebles, sino de los recursos públicos que hoy ayudan a mantener una vida de lujos a un ex diputado que sigue esperando una llamada para incorporarse al gobierno del estado.

Y ya que hablamos de la familia González, le cuento que el actual responsable de la Comisión Estatal de Seguridad, Eduardo Valiente Hernández y el encargado de la Oficialía Mayor de Gobierno, Luis Miguel Álvarez Landa, podrían recibir varias solicitudes de información para que aclaren si hay elementos de esa corporación asignados a la seguridad del ex gobernador Mariano González Zarur y el número de vehículos y sus características que tiene bajo su responsabilidad el ex mandatario.

Se habla que son cerca de 19 elementos los que cuidan la seguridad y propiedades del hacendado y que por lo menos tendría bajo su resguardo cuatro camionetas del gobierno del estado.

Si Eduardo Valiente anda recuperando los elementos de la CES que estaban asignados a tareas de vigilancia en ciertas empresas para según él tener más policías en las calles, también debería llamar a los agentes que resguardan a Mariano González y sus propiedades porque nada justifica que los ciudadanos paguen esos excesos.

Otro funcionario que también podría quedar en evidencia es Jorge Luis Vázquez Rodríguez, actual titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, quien le gusta presumir la inversión privada que llega para crear nuevas empresas y sobre todo el número de empleos que se han generado en Tlaxcala.

Se sabe que desde el año pasado y en el actual ese funcionario recurrió a empresas dedicadas al outsourcing para pedirles que parte de las contrataciones que realicen las acrediten en Tlaxcala, sin que en realidad esos trabajadores vivan o desempeñen su labor en el estado, sino simplemente para que los datos estadísticos se asienten y eleven las cifras de la entidad.

Ese especialista en la simulación pronto será evidenciado y quedará demostrado que le encanta inflar no sólo alcohol, sino los números para justificar su mediocre trabajo.