El crecimiento que en los últimos años ha registrado el presupuesto del estado no se ha reflejado en grandes obras, pues desde la administración pasada hasta la actual existe una tendencia de llevar a cabo pequeñas construcciones que si bien atienden las necesidades de la población no tienen un gran impacto en el desarrollo de Tlaxcala.

Pese a que la actual administración estatal dispone de casi 19 mil millones de pesos al año, al parecer estos recursos son insuficientes para proyectar y ejecutar al menos una obra que deje huella entre los tlaxcaltecas.

Por esa razón, habrá que ver si la promesa de Andrés Manuel López Obrador, futuro presidente de México, de que “amor con amor de paga”, se traduce en una inversión importante para desarrollar y ejecutar obras de trascendencia en Tlaxcala, pues de los últimos mandatarios que gobernaron el país ha sido el panista Vicente Fox Quesada el que ha demostrado mayor “afecto” por el estado.

Si se compara la inversión pública federal del gobierno de Fox en la administración del panista Héctor Ortiz Ortiz con los recursos invertidos en el periodo del gobernador Mariano González Zarur, se podrá comprobar que los montos canalizados a Tlaxcala en la primera gestión mencionada fueron millonarios y la realización de obra se observó en rubros como la salud, carreteras y caminos, así como en seguridad.

El gobierno de Enrique Peña Nieto que está por concluir siempre se mostró distanciado a la administración del también priista Mariano González Zarur y de la actual que encabeza Marco Antonio Mena Rodríguez.

La única obra con aportaciones federales que se recuerda y que tuvo un relativo impacto fue la construcción del Hospital de San Pablo del Monte. La edificación del Centro de las Artes que se localiza en Apizaco, se realizó con recursos propios del gobierno de González Zarur y sin el apoyo de la federación.

Hace unos días durante una visita a Tlaxcala, López Obrador comprometió para el próximo año una inversión de casi 5 mil millones de pesos, con los cuales se financiarán los tres programas que pondrá en marcha al inicio de su administración y con los que se atenderá a los jóvenes, a las personas con discapacidad y a los adultos mayores.

Habrá que ver en términos reales cuántos de esos recursos se utilizan para programas sociales y asistencialistas y cuántos se destinan para obras públicas.

Al menos en el primer año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador no se espera ninguna obra de gran impacto o trascendencia para Tlaxcala, de ahí que la fortaleza y apuesta de la próxima administración será la operación de los programas sociales que sin duda provocarán diferencias y pleitos entre los morenistas porque tratarán de sacar provecho político rumbo a las elecciones del 2021.

De entrada los encargados de operar esos programas asistencialistas mantienen diferencias y recelos políticos al pertenecer a distintos grupos. Lorena Cuéllar Cisneros, futura coordinadora general del gobierno federal en Tlaxcala sólo ve con buenos ojos al coordinador regional del distrito tres cuya representación recayó en Jorge Atristain San Germán.

Por lo que respecta a los coordinadores regionales de los distritos uno y dos, Isela Rojas Amador y Baldemar Cortés Meneses, respectivamente, éstos son vistos con desconfianza porque representan más los intereses de la ex senadora Martha Palafox Gutiérrez que los de Lorena Cuéllar.

Para nadie es un secreto que la senadora Palafox mantiene una marcado antagonismo contra la Cuéllar, el cual no es nuevo y data desde hace varios años cuando ambas militaban en el PRI.

Y si no me cree que lo importante en la próxima administración son los programas sociales, le cuento que el ex diputado local Baldemar Cortés, quien ocupó el lugar que Joel Molina Ramírez dejó en la coordinación regional del distrito uno para dedicarse de tiempo completo a la dirigencia de Morena, se ha dado a la tarea de amenazar al personal que colabora con el legislador federal José de la Luz Sosa Salinas “Pepeluche”, para que dejen de recibir solicitudes de ayuda de los habitantes de la zona, porque según sus palabras ese monopolio ya pertenece al gobierno federal y nadie podrá sacar provecho más que ellos.

Si siguen recibiendo las solicitudes y otorgando apoyos les vamos a partir su madre, fueron las palabras del chalán de Martha Palafox.

No cabe duda que los morenistas están empeñados en replicar todos los defectos del PRI.