Si de por sí el sistema educativo vive en el desorden y la agitación, no dude que en los próximas semanas el clima se deteriore a un más, pues los maestros afines a los intereses de la poderosa lideresa magisterial Elba Esther Gordillo Morales están dispuestos a cobrar venganza, situación que el aspirante a poeta metido a secretario de Educación, Manuel Camacho Higareda, no podrá enfrentar ante su frágil liderazgo.
Del más allá, de las sombras del congelamiento político, de la oscuridad de la celda de castigo y de los hospitales que para conservarla con vida y salud autorizaron los administradores de justicia del país, regresa más viva que nunca la otrora poderosa líder magisterial, impulsora de Presidentes, Elba Esther Gordillo.
Los astros se alinean y también como el Ave Fénix, entre las cenizas, se levanta una mujer que se autonombra perseguida política, víctima del sistema, chivo expiatorio de todos los males que han aquejado a México en las últimas décadas.
Mientras les sirvió a los priistas y panistas para hacerse del poder, fue bendecida y aplaudida con singular vehemencia, le llenaron de privilegios, grotescos los más. Quitó y puso servidores públicos no solo en la Secretaría de Educación Pública, también en otras carteras de la administración pública federal y por supuesto también en las entidades federativas, incluida Tlaxcala.
Ante el embate del Presidente en turno, que ya prepara maletas ante la inminente llegada de su sucesor el próximo uno de diciembre, la Maestra fue proscrita por teledirigidas campañas en la mayoría de los medios de comunicación, como la figura maligna que retardaba el avance educativo y el fortalecimiento de las instituciones. A ella le cargaron todas las calamidades de las fracasadas políticas educativas de los últimos tiempos y para que no sucediera una vez más, con la reforma que impulsó Enrique Peña Nieto, tenían que confinarla para que ya no siguiera haciendo daño a la nación.
El gremio de Elba, había crecido mucho. Ella y sus agremiados ya no le respondían al Ejecutivo, cada vez necesitaban más dinero, más posiciones, menos supervisión a sus gastos y claro, mayores privilegios.
El partido político que le habían ayudado a fundar, el PANAL, se empezaba a convertir en el hermano bizarro del PRI, y nadie podía ser más corrupto que el partido oficial. La estrategia, fácil, simular una “reforma educativa” de persecución laboral e inquisidora, que la misma Maestra crucificó antier en conferencia matutina y Andrés Manuel López Obrador la envió al “santo sepulcro” al anunciar que la cancelaría, minutos más tarde en Palacio Nacional, ante la mirada perdida de Peña Nieto y amigos que lo acompañarán al casi exilio político, pero eso sí, con los bolsillos llenos de dinero.
Gobernadores y líderes magisteriales en los estados, que se beneficiaron con las “bondades” y “favores” políticos de la Maestra Elba Esther, la traicionaron de la misma manera como ella misma se expresó de los dirigentes nacionales del Sindicato de maestros que la sucedieron, antes de caer en “desgracia” judicial.
La Maestra y un importante grupo de seguidores que se mantuvieron quietos, tranquilos, callados, aparentemente resignados a la medianía del salario que reciben por plazas otorgadas por su ahora libre mentora o en alguna actividad proselitista casi en el anonimato, han resurgido como los muertos vivientes; empiezan a brotar por todas partes, en busca de venganza de los que les dieron la espalda (los traidores que llevaron al PANAL a la extinción), esos “buenos” Judas, que besaron a Elba en la mejilla para luego entregarla a las autoridades a petición de parte del gobierno federal en turno.
Los muertos magisteriales que se pensó estaban sepultados bajo toneladas de estiércol, quieren “sangre” de los “traidores”. Aquí en tierras tlaxcaltecas hay muchos personajes que tiemblan y están en busca de la mejor madriguera para esconderse; Tomás Munive Osorno y una camarilla de servidores públicos entre Directores y Jefes de Departamento de extracción sindical, cuando fungieron como patrones de la Secretaría de Educación local, están en la lista de los “identificados” como traidores a la Maestra, perseguidores y verdugos de docentes.
Personajes bien conocidos en el gremio estatal, premiados con puestos directivos de la administración o en diputaciones locales, ahora, serán perseguidos por los adoradores de la Maestra Elba Esther. También lo serán los actuales funcionarios de la SEP-USET, que no han reparado en seguir con la persecución del magisterio tlaxcalteca que inició el ex mandatario Mariano González Zarur y continuó en el actual gobierno.
Cientos o miles de docentes locales amenazados, intimidados y algunos despojados de sus plazas con la evaluación lasciva que les aplicaron, se reagrupan para ir por la revancha en contra de los traidores que todavía están en puestos de la Secretaría de Educación y otras dependencias, o bien ocupan posiciones en las debilitadas secciones 55 y 31 del SNTE.
José Carmen Corona y Armando Ramos Flores, entre otros, serán llamados a cuentas una vez que Elba Esther retome, con despiadado rencor y fuera de la rejilla de prácticas, el control del magisterio nacional. ¿Alguien lo duda?.
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