Ningún partido en Tlaxcala recurrió al método de elección abierta para elegir a sus candidatos, por lo que los actuales grupos de poder en esos institutos políticos serán lo que terminen imponiendo a los abanderados para los cargos de senador, diputados federales y locales que veremos próximamente en campaña.
Aunque aún existen esperanzas de conformar el Frente Ciudadano por México para los comicios del 2018, es un hecho que tanto el PAN como el PRD ven alguna posibilidad de no concretar esa coalición electoral, pues el fin de semana ambos partidos políticos aprobaron los métodos que emplearán para elegir a sus respectivos candidatos.
El PRI hizo lo propio y no se salió del esquema que le ha garantizado la unidad, de ahí que el partidazo recurrirá a la convención de delegados para validar el dedazo del gran elector que terminará imponiendo los abanderados para el Senado, diputados federales y legisladores locales.
Si el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano logran un acuerdo para integrar una coalición, la designación de los abanderados a los diferentes cargos de elección popular se llevará a cabo de acuerdo con los términos que establezca el convenio firmado entre todas las fuerzas políticas, es decir, se repartirán las posiciones y terminarán colocando a los militantes que según ellos son los más competitivos.
Pero mientras se amarra esa coalición, el PRD determinó que el 22 de noviembre publicará la convocatoria que considera el registro de precandidaturas del 26 al 30 de noviembre y del 14 de diciembre al 31 de enero se desarrollarán las precampañas.
El Consejo Nacional Electivo del PRD se realizará el próximo 3 de febrero, día en que se definirán las candidaturas oficiales.
Si no hubiera coalición, lo más probable es que las corrientes del PRD representadas por el diputado local Alberto Amaro Corona y el líder estatal del sol azteca Juan Manuel Cambrón Soria sean las que se queden con las candidaturas y posiciones más importantes.
En el PAN, la Comisión Permanente determinó que todos sus candidatos a los diferentes cargos de elección popular que estarán en juego en julio del próximo año sean electos exclusivamente por los militantes, decisión que en Tlaxcala favorece al grupo de la senadora Adriana Dávila Fernández que difícilmente dejará pasar a panistas ligados al ex gobernador poblano Rafael Moreno Valle.
En el discurso el PAN en Tlaxcala dice querer ir en alianza con el PRD y Movimiento Ciudadano, sin embargo en los hechos hará todo lo posible por obstaculizar los acuerdos hasta que tenga la certeza de que panistas ligados a Adriana Dávila estarán incluidos en las primeras posiciones de las candidaturas plurinominales.
Los panistas que tengan la intención de participar en los próximos comicios deben estar bien con Adriana Dávila y su grupo político, porque si no es así tendrán muchos, pero muchos problemas para lograr la nominación en el PAN.
En el PRI sólo esperan que el presidente Enrique Peña Nieto descubra al tapado para que se conozca que militantes tlaxcaltecas tienen posibilidades reales de ser abanderados en los comicios del 2018.
Se dice que los aspirantes serán palomeados por el actual gobernador Marco Mena, aunque si el candidato presidencial es José Antonio Meade Kuribreña es probable que el ex gobernador Mariano González Zarur también tenga injerencia en ese proceso.
Como podrá ver los partidos políticos no cambian.
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