Si prevaleciera el sentido común entre los actores políticos del estado, lejos de estar perdiendo tiempo en construir escenarios que sólo existen en sus mentes, deberían trabajar en las fortalezas de sus partidos para tratar de obtener buenos resultados en los próximos comicios, donde sin duda habrá sorpresas.

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Los actores políticos y los gobiernos federal, estatal y municipal viven sus realidades alternativas que en muchas ocasiones están muy alejadas del sentir de los ciudadanos.

Un claro ejemplo sería el mentado bloque opositor que el PAN y el PRD buscan conformar rumbo a los comicios presidenciales del 2018, pues mientras los dirigentes nacionales y estatales de esos partidos hablan de ir unidos, en Tlaxcala el 74 por ciento de los ciudadanos con credencial de elector están en contra de esa alianza.

De acuerdo con un estudio de opinión realizado a finales de junio, sólo el 16 por ciento de los tlaxcaltecas ve con buenos ojos esa unión, por lo que ese bloque opositor está lejos de representar un peligro para la continuidad del PRI en el gobierno federal.

Según los resultados de la mencionada encuesta estatal, el PRI y las autoridades emanadas de ese partido enfrentan bajos niveles de aceptación y aprobación, lo que sin duda complicará su operación rumbo a los comicios del 2018.

De entrada, casi 8 de cada diez ciudadanos considera que debe ser otro partido diferente al PRI el que gobierne al país a partir del próximo año y sólo el 14 por ciento de los encuestados mostró su aval para que el tricolor siga dirigiendo el destino de México.

Por lo que se refiere a la opinión que existe hacia el PRI, el 72 por ciento de las personas tiene una imagen negativa de ese partido y sólo acumula un 23 por ciento de opiniones positivas.

Sólo dos de cada diez tlaxcaltecas respalda el gobierno de Enrique Peña Nieto, mientras que a Marco Antonio Mena Rodríguez, gobernador de Tlaxcala, su administración es avalada por cuatro de cada diez ciudadanos.

Y mientras el líder estatal del PRI en Tlaxcala, Florentino Domínguez Ordoñez, anda tratando de convencer a la militancia que apoye su gestión y se sume al trabajo electoral, resulta que su partidazo acumula un alto porcentaje de personas que nunca votarían por él, es decir, un 37 por ciento de tlaxcaltecas no está dispuesto a sufragar por los candidatos del tricolor, cifra que es elevada y que representa una pesada carga.

El partido que acumula el rechazo más bajo entre los electores del estado es el PRD con 2.46 por ciento, seguido por Morena con el 3.13 por ciento, mientras que el PAN se sitúa en ese rubro con el 9.82 por ciento.

Los actores políticos deben apegarse más a la realidad y al sentir de los tlaxcaltecas, pues si siguen en la misma línea es probable que en los comicios del 2018 se registren sorpresas que a muchos no les van a gustar.