Los hechos hablan más que las palabras. El nuevo gobernador de Tlaxcala debe entender esa frase, porque de nada sirve que pronuncie excelente discursos donde se muestra respetuoso de la ley y un abierto promotor de una gobernanza moderna, cuando es el primero en burlarse de un fallo de la justicia federal.
Aún no sé si Marco Antonio Mena Rodríguez le tiene miedo al ex mandatario Mariano González Zarur o es un mentiroso y simulador, porque al menos en el caso de los notarios que ya debieron ser reinstalados está comprobado que se niega acatar el fallo de la justicia federal, por lo que hoy podrían pedir su destitución como gobernador de Tlaxcala.
Desde hace dos meses y medio la justicia federal ordenó al gobierno del estado reestituir en sus funciones a los fededatarios que fueron suspendidos en el 2013 en la administración de Mariano González Zarur, quienes tendrían que recibir sus patentes, sellos y libros, lo cual ha sucedido parcialmente.
Hasta el pasado martes por la noche el director del Notarías y Registro Público de Tlaxcala, Sergio Cuauhtémoc Lima López, sólo había entregado notificaciones y patentes a 13 de los 16 notarios que ilegalmente fueron suspendidos por la pasada administración, quedando pendientes los sellos y los libros.
Aprovechando su llegada al poder, Marco Mena se mostró hace unas semanas como un mandatario respetuoso de la ley y que cumpliría su palabra de dejar atrás los pleitos estériles del pasado, pero conforme pasan los días con decepción vemos que el nuevo mandatario resultó ser un priísta más que miente y simula, tal y como lo hacia su maestro político Mariano González.
Sobre el fallo de la justiciaia federal que ordena la reinstalación de los notarios Marco Mena afirmó: La Ley y las resoluciones de carácter legal son para cumplirse no para comentarse, a algunas personas les puede agradar, a otras no, pero la Ley tiene que cumplirse y en mi Gobierno vamos a hacer todo lo que en términos de cumplimiento y acatamiento de la Ley se tenga que hacer. No discutirla, no editorializarla, no comentarla, eso no corresponde a ningún Gobierno ni a ningún actor una vez que haya una resolución de carácter judicial”.
Sus palabras pronunciadas el 24 de enero de este año fueron a parar al caño, porque simplemente no ha cumplido con el fallo y ya está en desacato.
Hasta el momento los notarios Germán Escobar, Aldo Calva y Eduardo Lozano siguen esperando su notificación por parte del gobierno del estado. El resto de los fededatarios recibió su patente, pero no los libros y sellos, de ahí que ninguno haya sido reinstalado como lo ordenó la justicia federal.
Lo grave y patético del caso, es que el aún director del Notarías y Registro Público de Tlaxcala, Sergio Cuauhtémoc Lima, necesitó de tres días del año 2013 para cancelar y suspender las actividades de los notarios que recibieron su patente del gobierno de Hector Ortiz Ortiz, sin embargo hoy no puede cumplir con una resolución de un juez en dos meses y días, lo que demuestra que el gobierno de Marco Mena se burla de la justicia federal.
El martes pasado se cumplió un plazo establecido por la justicia federal a Lima López, quien tenía que informar si ya había acatado el fallo, respuesta que fue entregada ayer y que resulta una vil burla no sólo para el juez, sino para los notarios y tlaxcaltecas que comprueban que el gobierno de Marco Mena no respeta la ley.
El director del Notarías y Registro Público de Tlaxcala se aventó la puntada de comunicar al juez federal que no podrá acatar el fallo porque los sellos notariales fueron destruidos y ya no hay forma de entregarlos.
¿Por qué apenas se informa que se rompieron los sellos?
¿Quién dio la orden de destruir los sellos notariales?
¿Si el caso de los notarios suspendidos aún no se concluía legalmente, por qué romper los sellos?
¿No se pueden hacer otros sellos?
¿Marco Mena sabía lo de los sellos y entró al juego?
¿El gobernador es cómplice en la venganza de Mariano González contra de los notarios?
¿Marco Mena y Florentino Domínguez, secretario de Gobierno avalan las chicanadas de Sergio Cuauhtémoc Lima?
Existen muchas preguntas y nulas respuestas.
Por medio o complicidad el gobernador Marco Mena empezará a cargar el conflicto de los notarios. Su credibilidad se empezará a desmoronar y su gobernanza moderna resultará ser un fiasco más de un priista que intentó ser diferente pero que resultó ser el mismo gato pero revolcado.
Que verguenza.
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