Varios fueron los menajes que ayer recibió la clase política que debe entender que hoy existe un nuevo estilo de gobernar Tlaxcala. Sin gritos y zapes quedó claro que la reforma que alienta Héctor Ortiz y el PRD para devolver el voto a los presidentes de comunidad en los cabildos no pasará en esta administración.
El adrianismo se mantendrá vigente y será la corriente que dominará en las candidaturas que se disputarán en los comicios del 2018. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó anoche la elección de los consejeros estatales del PAN que había impugnado el grupo de la morenovallista Aurora Aguilar Rodríguez.
Con el control absoluto del PAN en Tlaxcala, Adriana Dávila Fernández empezará a mover sus fichas para impedir que alguien ajeno a su corriente logre candidaturas al Senado y a las diputaciones federales y locales que estarán en juego el próximo año.
Desde ahora le podría asegurar que los abanderados al Senado serán los actuales diputados federales Juan Corral Mier y Minerva Hernández Ramos o la actual legisladora local Guadalupe Sánchez Santiago.
Para las tres diputaciones federales se manejarán los nombres de Vicente Henández Roldán, ex alcalde de Calpulalpan; Ángelo Gutiérrez Hernández, ex diputado local; Adolfo Escobar Jardinez, ex edil de Tlaxcala; Guadalupe Sánchez Santiago y el actual presidente municipal de Apizaco, Julio César Hernández Mejía.
La propuesta que saldrá de Tlaxcala para que forme parte de la lista de candidatos a diputados por la vía plurinominal será Adriana Dávila, quien intentará saltar del Senado a la Cámara de Diputados a fin de mantener su estatus.
Las 15 candidaturas a las diputaciones locales serán repartidas entre los liderazgos regionales y municipales que se hayan mostrado leales al adrianismo.
La única opción que le queda al grupo de Aurora Aguilar es que su patrón el ex gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle crezca en las preferencias electorales y se meta de lleno a disputar la candidatura del PAN a la presidencia de México, pues ese sería un factor que obligaría a entrar a un proceso de negociación que pudiera abrirle a sus seguidores espacios en Tlaxcala.
Tres precisiones y una despedida
En este espacio aseguramos que el actual gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez había tenido en días pasados dos reuniones con el ex mandatario Mariano González Zarur, infomación que resultó falsa porque me aseguran que ambos personajes no se han vuelto a ver desde el 1 de enero en la ceremonia donde el primero asumió el cargo.
Por tal razón, me precisaron que los nombramientos y ratificaciones de funcionarios en la actual administración fue una decisión exclusiva del mandatario Marco Antonio Mena.
Sobre el caso de los notarios, me informaron que el fallo de la justicia federal será acatado de acuerdo con los tiempos legales y que los fededatarios si empezará a recibir sus patentes, libros y sellos.
Mal se vieron los diputados locales al despedir al asesor honorífico de la Comisión de Finanzas y Fiscalización del Congreso del Estado, Antonio Velázque Nava, quien tuvo que enterarse por los medios de comunicación de su despido.
Político profesional y maduro, Velázque Nava aceptó la decisión que en nada lo afecta, porque desde el principio el rechazó la posibilidad de cobrar un salario en el Poder Legislativo, ya que su genuino interés era hacer valida la fiscalización y evitar que las cosas siguieran igual.
Su salida sin generar algún tipo de conflicto sin duda repesenta una señal de respeto a Marco Mena.
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